¿UTOPIA SISTEMICA NEO LIBERAL?
- Juan Manuel Sobrino B.
- 1 abril, 2019
- Columnas
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Palabras más palabras menos, de lo que se habla mucho en la actualidad es del neoliberalismo. Y seguramente a usted como a muchos y a mí, nos llegó el momento de confundir los términos respecto de lo que supuestamente es el neoliberalismo en la actualidad, a diferencia de lo que se consideraba hasta antes de entrar en este siglo. Y es justo lo que debo aclarar y definir, porque social, económica y políticamente es hoy el éter que debemos conocer a la perfección, por ser éste, el resultado de decenas de años de transformaciones y transgresiones de las ideas sistemáticas de la sociedad.
Pero echando un vistazo rápido a la historia… desde el partido liberal de los hermanos Flores Magón, cuya intención era ser progresista y con justicia social, terminó siendo también, más revolucionario, y que bueno, porque derrocó la dictadura de Porfirio días, que junto con Venustiano Carranza era un liberalismo de derecha. Como el que venía haciendo la plutocracia con el supuesto “neoliberalismo” de estos cinco sexenios anteriores, que más que ser una ideología, era una máscara con múltiples privilegios oligárquicos, en contra de la población y con gran desprecio a la nación.
¿Pero, y qué se nos dijo de éste neoliberalismo?,
Tal vez que sería un proyecto productivo, desarrollador del progreso y puramente económico.
¿Y entonces que venía siendo?
Venía siendo un cambio estructural por una involución del orden político, con transgresión de las formas ideológicas políticas, económicas, sociales y MÁS. Empezó con la privatización del poder público y de los monumentos naturales, buscando romper con un estado de bienestar. Y que barbaros, hasta qué punto lo lograron cometiendo pecados antiguos a la manera moderna. Un liberalismo Neoliberal al estilo estadounidense o mejor dicho “gringo” que imponía la instalación y consolidación de un régimen corrupto y autoritario.
Y cierto que lo vivimos con el asesinato a Luis Donaldo Colosio hace 25 años, cuando muchos de los verdaderos políticos tricolores del ala liberal, perdieron el rumbo y la confianza a su líder que se envenenó con la ambición de poder y el dinero verde; y que hoy sigue siendo el enemigo público número uno del país y comandante de las fuerzas oscuras, en la persona de Salinas de Gortari.
Luego, en el sexenio próximo pasado vino la venta de nuestros litorales, playas, riquezas naturales y poder energético, por lo que tarde o temprano, tenía que haber un revés pues el país ya enfermo de gravedad no podía aguantar más este cáncer del neoliberalismo que aún está vivo, pero su derrota en las pasadas elecciones nos da una luz de esperanza por iniciar un nuevo camino en favor de México.
No lo pudo haber dicho mejor el colega Jhon Ackerman:
“quienes se adscriben a la “utopía” neoliberal sueñan con un México individualista, consumista y competitivo, donde las riquezas sigan acumulándose en pocas manos y el interés público se subordine totalmente a la ambición privada”.
Y remata diciendo que quienes viven esa utopía rechazan el legado que nos dejó la Revolución Mexicana y están espantados del enorme liderazgo de López Obrador y que nuestro país esté gobernado en la actualidad por alguien ajeno a sus fechorías. Por ello critican sus decisiones y atacan a las actuales instituciones que antes las defendían de la multitud.
Es tiempo de regresar al liberalismo nacional, al sacar la cabeza del agua a pesar de las políticas adversas que tenemos con el vecino país del norte, que es cada vez más imperialista. Ya que Trump se enmascara de nacionalista, cuando su política es anárquica y su capucha es más del ku klus klan. El mundo reconoce ya, que es un peligro para el orden mundial.
Hoy debemos avanzar con el pensamiento que nos dejó Colosio y recuperar el liberalismo de nuestro país, aun existente en nuestra carta magna, con el derecho al trabajo, a la educación, a nuestra tierra, a la salud y la alimentación. Por ello se hace necesario hoy más que nunca conocer y reconocer nuestra historia. Recordando la frase de Paul Preston que dijo… “quien no conoce su historia está condenado a repetirla”.
Nos encontramos en una civil revolución de conciencias, afortunadamente sabemos que México es más que unos cuantos privilegiados vende patrias. Por eso urge que se acabe de una vez el neoliberalismo y surja en todo caso, el Pos Neoliberalismo Nacional, con justicia social y de la mano de cada mexicano.
Hoy debemos apostar por el desarrollo y enterrar la corrupción, pero nos hace falta la colaboración de todos para lograr un avance sistémico con un enfoque holístico, porque ese es el nacionalismo que debemos empezar a vivir en México y dejar atrás el malinchismo que ya nos rebaso y por poco nos hubiera seguido poniendo en manos corruptas y extranjeras.
Si tú amigo lector, analizas y compartes esta idea, estarás siendo más fortalecido al informarte en éste TU ESPACIO DE PODER.
Gracias por leerme hasta aquí y feliz inicio de mes.