Ante la ONU, AMLO propone plan para garantizar vida digna
- Fernanda Medina González
- 10 noviembre, 2021
- Nacional e Internacional
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Nueva York.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador anunció en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que propondrá un plan para garantizar lo que llamó vida digna a 750 millones de personas, para cuyo fondo aportarán de manera voluntaria los mil más ricos del mundo.
“En los próximos días la representación de México propondrá a la Asamblea General de las Naciones Unidas un plan mundial de Fraternidad y Bienestar. La propuesta de México para establecer el Estado Mundial de Fraternidad y Bienestar se puede financiar con un fondo procedente de al menos tres fuentes: la contribución voluntaria anual del 4 por ciento de sus fortunas a las mil personas más ricas del planeta, una aportación similar por parte de las mil corporaciones privadas más importantes por su valor en el mercado mundial, y una cooperación del 0.2 por ciento del producto interno bruto de cada uno de los países integrantes del Grupo de los 20″, explicó. Asimismo, el titular ejecutivo detalló que el fondo podría disponer anualmente de alrededor de un billón de dólares.
Por otra parte, el mandatario mexicano añadió que no cree que los países se nieguen a su propuesta pues ésta no habla de armas nucleares o acciones bélicas ni pone en riesgo la seguridad de ningún Estado y sostuvo que “nunca en la historia de esta organización se ha hecho algo sustancial en beneficio de los pobres pero nunca es tarde para hacer justicia”.
De esta manera llamó a la organización a que “despierte de su letargo y salga de su rutina, del formalismo, que se reforme, denuncie y combata la corrupción en el mundo, que luche contra la desigualdad y el malestar social que cunden en el planeta, con más decisión, profundidad, con más protagonismo, con más liderazgo”.
Al hacer énfasis en que su propuesta y mensaje la hacía en su calidad de mandatario de México, emitió una dura crítica a la ONU respecto a su papel para combatir la desigualdad; puso como ejemplo que el mecanismo establecido por el organismo para el reparto de vacunas antiCOVID a las naciones más pobres ha sido un “doloroso y rotundo fracaso” porque sólo ha repartido 6 por ciento de las dosis disponibles en el planeta.
Durante su discurso refirió que no se presentaba a hablar de seguridad como sinónimo de poderío militar ni como argumento para el empleo de la fuerza contra nadie, pues destacó que su planteamiento se basa en lo que postuló ese titán de las libertades, según Pablo Neruda, que fue el Presidente Franklin Delano Roosevelt cuando se creó la ONU, ‘el derecho de una vida libre de temores y miserias’ que sigue siendo el más sólido fundamento de la seguridad para todas las sociedades y los Estados.
“El principal obstáculo para el ejercicio de ese derecho es la corrupción en todas sus expresiones: los poderes transnacionales, la opulencia y al frivolidad como formas de vida de las élites; el modelo neoliberal que socializa pérdidas, privatiza ganancias y alienta el saqueo de los recursos naturales y de los bienes de los pueblos y naciones”
El tabasqueño alertó que estamos en decadencia porque nunca antes en la historia del mundo se había acumulado tanta riqueza en tan pocas manos mediante el influyentismo y a costa del sufrimiento de otras personas, privatizando lo que es de todos o lo que no debe tener dueño, adulterando las leyes para legalizar lo inmoral, desvirtuando valores sociales para hacer que lo abominable parezca negocio aceptable. López Obrador aseguró que optar por los pobres implica adicionalmente asumir que la paz es fruto de la justicia y que ningún país puede ser viable si persisten y se incrementan la marginación y la miseria.
“En México podría llevarnos tiempo pacificar el país pero la fórmula más segura es atender el fondo, como lo estamos haciendo; por ejemplo, otorgar a los jóvenes opciones, estudio y trabajo para evitar que sean enganchados por la delincuencia”.
El presidente de México agregó que con este mismo criterio su administración está enfrentando el fenómeno migratorio, y que las acciones fundamentales no son las coercitivas sino las que incorporan a todas las personas al estudio, al trabajo, a la salud y al bienestar en los lugares en los que nacieron o residen de modo que no se vean obligados a abandonar sus pueblos por hambre o violencia y que únicamente emigren quienes deseen hacerlo, que la migración sea opcional y no forzosa, una decisión individual y no un fenómeno de proporciones demográficas.
Detalló que propuso aplicar de inmediato en tres naciones hermanas dos programas que se están llevando a cabo con éxito en Chiapas, estado vecino de Centroamérica. Refirió a actualmente se están plantando ahí 200 mil hectáreas de árboles frutales y maderables, y ese programa da trabajo a 80 mil sembradores; asimismo, en esa entidad del sureste mexicano trabajan como aprendices 30 mil jóvenes que reciben un salario mínimo para capacitarse en talleres, empresas y otras actividades productivas y sociales.
“Si estas dos acciones se aplicaran de inmediato en Guatemala, Honduras y El Salvador, se podría lograr que permanezcan en sus países unas 330 mil personas que hoy están en riesgo de migrar por falta de trabajo. Pienso que esas propuestas deben ser aplicadas por la ONU a fin de ir al fondo de los problemas en los países pobres; es necesario que el más relevante organismo de la comunidad internacional despierte de su letargo y salga de la rutina, del formalismo, que se reforme y que denuncie y combata la corrupción en el mundo, que luche contra la desigualdad y el malestar social que cunden en el planeta, con más decisión, profundidad, con más protagonismo, con más liderazgo”.
Finalmente, sentenció que nunca en la historia de esta Organización se ha hecho algo realmente sustancial en beneficio de los pobres, pero nunca es tarde para hacer justicia. Hoy es tiempo de actuar contra la marginación, atendiendo las causas y no sólo las consecuencias.