EdoMéx debe poner alto a gaseras irregulares para evitar conflictos: Sala
- Irma Eslava
- 28 noviembre, 2020
- Estado de México
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Tlalnepantla, Méx.- Javier Sala Pantoja, Director Comercial del Grupo SIMSA, hizo un llamado a las autoridades Mexiquenses, para que clausuren definitivamente las cerca de 300 estaciones de gas que trabajan de manera clandestina y sin ninguna normatividad.
Las autoridades deben actuar, antes de que se torne más violenta la situación, entre los trabajadores de las empresas establecidas y los piperos que venden el gas clandestinamente, obviamente a precios más bajos.
Entrevistado en un desayuno de ASECEM, que encabeza Raúl Chaparro, Sala Pantoja dio a conocer que estas empresas clandestinas se han establecido en municipios como Toluca, Ecatepec, Nicolás Romero , San Vicente Chicoloapan, Tlalnepantla y Almoloya de Juárez, lo que representan un peligro para la población que habita a sus alrededores.
El llamado que le hacemos al Gobierno del Estado es que clausuren definitivamente las estaciones que no cumplen con la normatividad, porque hemos visto que ponen los sellos de clausura y al día siguiente quitan los sellos y continúan trabajando, el quitar los sellos de clausura, es un delito.
Dijo que de nada sirve que Protección Civil vaya y las clausure y al día siguiente quite los sellos, es importante que en el momento que se viole un sello ponga la denuncia ante la Fiscalía, y la Fiscalía actúe en consecuencia, porque es un un delito retirar los sellos, ” hasta ahí se está quedando la actuación de la autoridad, en sellar y al día siguiente aperturar”.
Aseguró que muchas de estas estaciones el producto que venden es de dudosa procedencia es decir que les venden “Gasicol”, ya que lo que hacen es asaltar unidades de empresas establecidas y meter ese producto robado a la venta.
Hay pipas piratas con gas robado, hay un incremento increíble, en el momento que hay un establecimiento que no está regulado, que no está registrado es muy fácil vender el producto porque se vende al contado se vende al menudeo y eso no solo provoca el robo del gas y su venta, sino también también “el lavado de dinero”, porque obviamente al recibir el dinero en efectivo por la venta de este producto desaparece, se quedan con el efectivo y non hay un registro.
Sala Pantoja, mencionó que los trámites para abrir una estación de gas, tarda 2 años y que la inversión que se debe hacer para construir un establecimiento de estos se encuentra entre 4 a 10 millones de pesos.
Mientras yo estoy haciendo mis tramites para establecerme, llegan a mi alrededor estaciones clandestinas, que de inmediato inician la venta del gas, y cuando yo obtengo los permisos ellos ya tienen 2 años trabajando.
Hay muchos permisionarios o prestadores de servicio que venden gas, estos mismos están teniendo mucho problema para vender su producto derivado del establecimiento de estaciones irregulares en el Valle de México, esto lo hemos venido denunciando desde hace tiempo, esto genera la venta de gas probablemente de dudosa procedencia, y obviamente al ser de dudosa procedencia es muy probable que den el precio por debajo del que los demás distribuidore los puede dar.
Al comprarle directamente a PEMEX o al importarlo, ya traen un precio establecido, por ejemplo 10 pesos, pero si un establecimiento de este tipo empieza a venderlo a 5 pesos o 4 pesos, aparentemente hay un beneficio para la población, aparentemente estamos hablando de gas de dudosa procedencia, esto implica que todos esos prestadores de servicio se vean mermados al vender el producto o no venderlo. En ese momento se genera una crisis para todos esos trabajadores y son los que de alguna manera se están exponiendo, manifestándose y no tienen otra alternativa, aunque no está justificado violentar en vías públicas frente a los propios ayuntamientos.
Finalmente señaló que en la entidad existen mil estaciones de gas de las cuales más de 300 son irregulares, sin permisos y que están trabajando, Protección Civil y en INVEA deben hacer inspecciones y clausurar estas estaciones, porque esta situación genera entre los distribuidores y está generando violencia, además de que estos establecimientos son una “bomba de tiempo para las comunidades”.