SIN TON NI SON

Alguien me preguntó ¿Cuáles son tus sueños? “Mis sueños raramente los recuerdo” fue mi respuesta. Tal vez la pregunta debió ser ¿cuáles son tus proyectos? Ah, en este caso existen muchas posibilidades de respuesta, pero esta pregunta es la que me llevó a escribir mi colaboración de esta semana.
La palabra sueño designa tanto el acto de dormir como la actividad de la mente durante ese periodo de descanso, y por extraño que parezca el hecho de que los seres humanos hayan evolucionado de tal manera que pasan un tercio de su vida viviendo inconscientemente, totalmente expuestos a los depredadores. Sin embargo, el sueño es tan esencial para la supervivencia del ser humano como lo son el agua, el alimento y el abrigo. Si un hombre pasa una noche sin dormir se levanta cansado y malhumorado. Después de dos noches, sufre pérdida de memoria y se reduce su capacidad de concentración. Después de tres noches, delira. Aunque un ser humano en plena forma puede subsistir sin comer durante más de un mes, si no duerme morirá en menos de dos semanas.
¿En qué radica, pues, la importancia de dormir? Aunque existen muchos estudios, al parecer no existe una seguridad, pero lo que sí es sensiblemente afirmativo es que durante el sueño se recuperan los músculos y los órganos, se organizan nuestros pensamientos y se construye la memoria. Según los estudios realizados con electroencefalogramas(EEG), que son estudios que miden la actividad de las ondas eléctricas del cerebro, el sueño presenta varias fases. Normalmente, cuando un ser humano se halla despierto, pero no está pensando en nada en particular, el cerebro genera ondas alfa las cuales oscilan a aproximadamente a diez ciclos por segundo. Cuando ese ser humano se concentra profundamente, produce ondas beta, que son dos veces más rápidas.
Cuando se entra en la primera fase del sueño, las ondas alfa se convierten en aleatorias, con un ritmo que va y viene y se puede despertar fácilmente de este estado de siesta ligera. Con el pasar de los minutos las ondas del cerebro se vuelven más extensas y lentas. Después de 40 minutos, se generan ondas delta, que oscilan menos de 3.5 veces por segundo. En estado de sueño profundo, los músculos del cuerpo comienzan a regenerarse, y es muy difícil despertarse; las ondas cerebrales empiezan a acelerarse luego de nuevo, retornando al nivel alfa en aproximadamente otros 40 minutos, pero en lugar de despertarse, el cuerpo entra en un estado denominado sueño con movimiento rápido de los ojos (REM). En este estado los ojos van de un lado a otro como si estuviesen mirando un objeto en movimiento. Es durante este estado cuando se producen los sueños. Un adulto joven medio experimenta entre cuatro y cinco períodos de sueño REM por noche. Si se priva a un individuo del sueño REM, pronto empezará a sufrir delirio.
Por eso escuchamos con frecuencia, “tuvo un sueño reparador”. En fin, el sueño es la capacidad del cuerpo para recuperarse y la actividad de la mente, también se manifiesta necesaria mientras uno está dormido.

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