
Inclemencias del tiempo, desafío de campesinos
- Laura Velásquez Ramírez
- 20 julio, 2020
- Estado de México
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Tenancingo, Méx.- El señor Gregorio Juárez, campesino de la localidad de La Mesita, en el municipio de Tenancingo, indicó que las lluvias se retrasaron casi un mes, a principios del mes de junio se registraron algunos días de caída de lluvia con las que preparó la tierra y pudo sembrar, sin embargo, debido al viento que se registró la semana pasada, tuvo afectaciones en las parcelas que posee, esto representa pérdidas económicas y de alimento para su familia.
El campesino mexiquense, platicó que contrató dos personas para que le ayudaran, entre los tres lograron sembrar en la última semana de junio cerca de 5 hectáreas de terrenos. No obstante, de manera afortunada este mes las lluvias incrementaron, todo iba bien, hasta que la semana pasada el viento azotó y provocó la caída de las milpas que crecían de manera exitosa.
El viento y la lluvia han provocado que parcelas enteras se encuentren en mal estado porque en numerosos casos la mazorca se ha caído y esto imposibilita la recolección, por otra parte, no pueden acceder a las parcelas por el encharcamiento en el suelo.
Desafortunadamente, esta situación la vivió el Señor Mardonio, vecino de la localidad de Los Morales, quien calculó que de los daños que el viento provocó solo podrá salvar una cuarta parte, lo poco que el viento no pudo tirar fue lo del centro del terreno. Comentó que, los costos de cultivo para siembra directa de maíz para una hectárea de maíz requieren de aproximadamente 10 mil pesos de inversión, entre la preparación del terreno, personal, fertilizantes, compra de grano, control de plagas, riego y la cosecha.
La producción de maíz grano del ciclo agrícola, acumulado a septiembre, superó ampliamente las expectativas publicadas a finales del 2018 pasado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en donde se proyectaba una producción nacional de 7.9 millones de toneladas y un rendimiento promedio de 6.5 toneladas por hectárea. Durante el ciclo 2019, la superficie sembrada rondó las 1.3 millones de hectáreas, de las cuales, 99 por ciento fue cosechada y un poco más de 13 mil hectáreas presentaron siniestralidades.
De la superficie sembrada, 63 por ciento utilizó tecnología de riego y 37 por ciento restante se cultivó mediante temporal. A pesar de que la superficie sembrada durante el ciclo 2019 estuvo casi 200 mil hectáreas por debajo del máximo histórico, el buen desempeño de la producción es debido a un repunte en el rendimiento promedio, resultado del buen manejo del cultivo y del clima favorable.