Precipitado cambiar de semáforo rojo a naranja: Álvarez

Toluca, Méx.- La disposición de transitar del semáforo rojo al naranja en la mitad de los estados del país en la que se prevé que la Ciudad de México y el Valle de México se encuentren en color naranja para este 22 de junio, es una decisión que va de lo sensato a lo precipitada pues la cifra de contagios y de muertes se encuentran en la cresta de la pandemia, señaló el dirigente del antorchismo del noreste mexiquense, Héctor Javier Álvarez Ortiz.
Dijo que los miles de contagios diarios, así como los centenares de personas que pierden la vida diariamente, indican que aún estamos en lo más alto de la pandemia; el mismo subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, ha informado que la pandemia se encuentra en una “meseta” y que es conveniente seguir con las disposiciones de quedarse en casa, la sana distancia, el uso de cubrebocas y el lavado frecuente de las manos.
Sin embargo sorprendió a todo mundo que las autoridades anunciaran en días pasados la conversión en 16 estados del país de rojo a naranja, indicó.
La medida aseguró, lejos de ser sensata, indica a todas luces que es precipitada. Andrés Manuel López Obrador se ha dado cuenta que no nada más hay una crisis sanitaria en México, sino que además su falta de acciones sociales y económicas está generando una crisis humanitaria, en la que millones de personas no tienen empleo y, por consiguiente, no tienen qué comer en sus hogares, por lo que prefirió prácticamente quitar la cuarentena y dejarle la decisión al pueblo de morir infectado o de hambre, antes que disponer de recursos económicos para implementar un plan de distribución de alimentos para todas las personas que han perdido su trabajo.
Recientemente se supo, por el mismo Banco Mundial que, por petición del gobierno de México, otorgó un crédito de mil millones de dólares para enfrentar los estragos causados por la pandemia del coronavirus, sin embargo, hasta el momento la administración federal no ha dicho en qué o para qué va a ocupar dicho recurso, mientras que la realidad del país nos indica que hay 12 millones de personas desempleadas, 80 millones con hambre, que la pandemia está en su apogeo y que urge un plan de distribución de alimentos para la personas más vulnerables, puntualizó.