El Derecho Humano al Agua y el Programa Nacional Hídrico 2020 – 2024
- Luis Eduardo Mejia Pedrero
- 1 junio, 2020
- Columnas
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En la entrega anterior empezamos los comentarios sobre el diagnóstico, objetivos y estrategias que plantea el Programa Nacional Hídrico 2020 – 2024 (PNH), en materia de los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento, resaltando la escasez de recursos financieros, la falta de capacidad de los organismos operadores y la alta injerencia política en la gestión del agua. Toca ahora visualizar el reto del derecho humano al agua que seguirá siendo responsabilidad de los municipios desde la perspectiva del PNH.
Los derechos humanos al agua y al saneamiento han sido ampliamente reconocidos a nivel internacional y desde febrero de 2012 nuestro país forma parte de los países que incluyen dentro de su Constitución estos derechos, al modificarse su artículo 4°. El acceso, la disposición y el saneamiento de agua para consumo personal y doméstico están incluidos bajo este derecho y se asocian con el logro de compromisos del país ante la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y con un enfoque integral basado en la protección a los derechos humanos en las diferentes dimensiones del desarrollo.
El garantizar el acceso universal al agua y al saneamiento tendrá repercusiones en la calidad de vida de la población, pero mayormente en las condiciones de bienestar y salud de las personas que habitan en regiones rurales marginadas, en comunidades indígenas, en periferias urbanas y de la población en situación de pobreza.
Entre las acciones planteadas resalta la de proteger la disponibilidad del agua en cuencas y acuíferos, como un primer paso para la implementación del derecho humano al agua, el PNH buscará recuperar caudales, concesiones y asignaciones para destinarlos a usos doméstico y público urbano, en un esquema idéntico al planteado en el sexenio anterior con las denominadas “zonas de reserva” y que fue duramente criticado a pesar de contar el con el apoyo de la WWF.
Se pretende proteger los derechos de comunidades marginadas mediante la regularización de concesiones y asignaciones, otorgando concesiones y asignaciones colectivas de agua a comunidades indígenas y afromexicanas; todo esto para generar condiciones que permitan avanzar progresivamente en el ejercicio de los derechos humanos al agua y al saneamiento; lo anterior sin importar el estado de disponibilidad hídrica de cuencas y acuíferos.
Un punto álgido se dará al reconocer formalmente a las organizaciones comunitarias de agua y saneamiento (OCSAS), comúnmente conocidas como comités independientes de agua potable y buscando su fortalecimiento mediante la participación activa de mujeres y el uso de tecnología no convencional en la gestión local agua. En este orden de ideas, la Dra. Blanca Elena Jiménez Cisneros, Directora General de la Comisión Nacional del Agua, ha dado a conocer que en las reglas de operación de los programas federalizados, la contraparte que deben aportar los entes beneficiados ya no serán a la par, sino que incluso podrá haber cero aportación a fin de incluir a las organizaciones comunitarias en comento.
La buena noticia es que el PNH enfocará esfuerzos para el fortalecimiento institucional de los organismos operadores que prestan servicios de agua y saneamiento, verificando, en los casos que corresponda, el cumplimiento de las obligaciones contenidas en las concesiones y asignaciones de agua y permisos de descarga. Indica que se propondrán lineamientos que permitan mejorar sus condiciones financieras, así como la profesionalización y la permanencia del personal, así como promover la representación de la sociedad en los órganos de gobierno de los organismos operadores.
PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE
Ante la experiencia del COVID19, la ciudadanía ha tomado conciencia de la importancia del contar con agua en sus domicilios, dándole ahora si un alto valor equivalente al de la supervivencia. Así lo ha mostrado el incremento del precio del agua distribuida en carros tanque o “pipas” al pasar de un promedio de $600 hasta de $1200, sobre todo en zonas con escasez como Iztapalapa o Ecatepec.
Sin embargo, esto no se está viendo reflejado en un incremento a la recaudación que realizan los organismos operadores municipales. Al contrario, se ha tenido una vertiginosa caída a pesar de las facilidades para pagar que se han implementado.
Es conveniente recordar que los Organismos Operadores subsisten del cobro de los servicios que prestan, sin recibir presupuesto por parte de los ayuntamientos. El contar con una buena recaudación va a redundar en fortalecer la infraestructura existente y ampliarla para poder dotar de agua a zonas como Iztapalapa o Ecatepec y evitar los abusos de los piperos en esta crisis.
Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram @mejiapedrero Twitter @cuencalerma o por Facebook.