
Estudio revela sequía sin precedentes impulsada por el cambio climático
- Fernanda Medina González
- 29 julio, 2025
- Nacional e Internacional
- Cambio Climático, México, Sequía
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Ciudad de México.- La Tierra está perdiendo agua dulce a una escala sin precedentes desde 2002, debido al cambio climático, el uso insostenible de aguas subterráneas y el aumento de sequías extremas, según una nueva investigación publicada en la revista Science Advances y liderada por la Universidad Estatal de Arizona (ASU).
Basado en más de dos décadas de observaciones satelitales de las misiones GRACE y GRACE-FO, el estudio identificó una alarmante tendencia global: el almacenamiento de agua terrestre —que incluye ríos, lagos, nieve, glaciares y agua subterránea— está disminuyendo de forma acelerada, con consecuencias severas para la seguridad hídrica, la agricultura y la estabilidad global.
El análisis detectó la aparición de cuatro grandes zonas de megasequedad en el hemisferio norte: el suroeste de Norteamérica y América Central, Alaska y el norte de Canadá, el norte de Rusia y la región de Oriente Medio–norte de África. Estas regiones están perdiendo agua dulce a un ritmo preocupante, lo que podría intensificar conflictos, desplazamientos y crisis alimentarias.
Según el estudio, las zonas terrestres secas están creciendo a un ritmo equivalente al doble del tamaño de California cada año, y la velocidad a la que se vuelven más secas ya supera la tasa de humidificación de las zonas húmedas, invirtiendo los patrones tradicionales del ciclo del agua.
Uno de los hallazgos más críticos del estudio es que el 68% de la pérdida total de agua en tierra proviene de aguas subterráneas, lo que hoy contribuye más al aumento del nivel del mar que las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida juntas.
“Estos hallazgos transmiten quizás el mensaje más alarmante hasta la fecha sobre el impacto del cambio climático en nuestros recursos hídricos”, advirtió Jay Famiglietti, investigador principal y profesor de la Escuela de Sostenibilidad de la ASU.
Su colega y autor principal del estudio, Hrishikesh A. Chandanpurkar, fue aún más contundente: “Es sorprendente la cantidad de agua no renovable que estamos perdiendo. Estamos agotando nuestros fondos fiduciarios hídricos sin reponerlos, lo que nos encamina hacia una quiebra del agua dulce”.
El equipo científico identificó un punto de inflexión en los años 2014–2015, durante un período de eventos extremos de El Niño, cuando el uso de aguas subterráneas se aceleró y la desecación continental sobrepasó la pérdida de hielo glaciar. Desde entonces, las regiones secas se han desplazado principalmente al hemisferio norte, mientras que las zonas húmedas han migrado hacia el sur, una oscilación sin precedentes que los modelos climáticos del IPCC no habían previsto.
Además, el 75% de la población mundial vive en 101 países que han estado perdiendo agua dulce durante los últimos 22 años, una situación crítica si se considera que la población global continuará en aumento durante las próximas décadas, según estimaciones de la ONU.
Los investigadores advierten que la combinación de sequías más severas, reducción del agua subterránea y pérdida de nieve y permafrost en regiones como Canadá, Rusia y Europa está erosionando rápidamente las reservas de agua dulce.
Los trópicos, curiosamente, son la única zona que ha mantenido un incremento promedio en su humedad, lo cual contradice las proyecciones de los modelos climáticos más sofisticados.
El estudio concluye que los registros satelitales continuos son esenciales para comprender y enfrentar los cambios a largo plazo del ciclo hidrológico global. Sin acciones urgentes para proteger y restaurar los sistemas de agua dulce, el mundo se enfrenta a una crisis hídrica de proporciones sin precedentes.