Embajada de EE.UU. alerta sobre el “huachicol fiscal”

Ciudad de México.- La Embajada de Estados Unidos en México advirtió este viernes sobre el funcionamiento del llamado huachicol fiscal, un esquema criminal que permite el tráfico internacional de combustible robado y que, según autoridades estadounidenses, beneficia económicamente a organizaciones del crimen organizado en ambos países.

De acuerdo con la representación diplomática, el huachicol fiscal se define como la “importación y venta ilícita de hidrocarburos evadiendo impuestos”, lo que provoca severas pérdidas para las finanzas públicas mexicanas al reducir la recaudación tributaria y limitar la capacidad del Estado para invertir en infraestructura, servicios y programas sociales.

La embajada detalló que el huachicol fiscal opera a través de un proceso sofisticado en cinco etapas:

Robo de crudo: cárteles mexicanos extraen ilegalmente petróleo en territorio nacional, el cual es trasladado a Texas mediante ductos o camiones.

Legalización y refinación: intermediarios o cómplices “blanquean” el crudo robado y lo venden a refinerías estadounidenses, donde es procesado.

Reexportación disfrazada: el combustible refinado es reintroducido en México de forma oculta o mal etiquetado, evadiendo controles.

Fraude aduanal: los delincuentes falsifican documentos y emplean empresas fachada para burlar la supervisión en aduanas.

Comercialización local: finalmente, el producto se vende en el mercado mexicano como legítimo, por lo que consumidores pueden adquirirlo sin saber que proviene del crimen organizado.

“Detrás de cada litro ilegal hay evasión fiscal, corrupción y violencia financiada”, señala la embajada en un video informativo.

El gobierno estadounidense aseguró que trabaja en conjunto con México para frenar este esquema, mediante operativos en puertos y aduanas, sanciones a empresas y bancos involucrados, y la creación de mecanismos de trazabilidad para los hidrocarburos importados.

La DEA (Administración para el Control de Drogas) también ha documentado la participación de al menos cuatro grupos delictivos en esta red de contrabando: el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel de Sinaloa, el Cártel del Golfo y La Familia Michoacana, los cuales utilizan un esquema de lavado de dinero basado en comercio internacional.

No obstante, hasta el momento, las autoridades estadounidenses no han revelado quiénes son los cómplices u operadores de este esquema del lado norteamericano.

Según cifras de PETROIntelligence, entre 2018 y 2024, el gobierno federal habría dejado de recaudar más de 800 mil millones de pesos (unos 40 mil millones de dólares) por concepto de huachicol fiscal. La estimación se basa en informes oficiales que revelan que al menos el 30% de los combustibles que se venden en México provienen de este esquema ilegal.

El término “huachicol fiscal” comenzó a utilizarse en 2021, cuando el SAT (Servicio de Administración Tributaria) detectó un inusual incremento en la importación de lubricantes, que en realidad correspondía a diésel y gasolina ingresados ilegalmente, explicó el experto en energía Ramsés Pech al diario El Economista.

Este método permite evadir el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), al declarar el ingreso como lubricantes o aditivos, pagando únicamente el Impuesto al Valor Agregado (IVA).

El huachicol fiscal no solo representa una amenaza para la economía y seguridad nacional, sino que también alimenta las finanzas del crimen organizado, al tiempo que erosiona los recursos públicos y distorsiona la competencia en el mercado energético.

Las autoridades de ambos países han reiterado su compromiso para combatir este fenómeno, aunque analistas advierten que, sin transparencia, sanciones ejemplares y cooperación internacional efectiva, será difícil erradicar esta red multibillonaria.