LA NOAA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA

Durante más de tres décadas de experiencia en el ámbito de la hidrología, la meteorología y el diseño de infraestructura hidráulica, he sido testigo de la evolución del conocimiento científico aplicado a la Ingeniería Civil. En este recorrido, una institución ha sido referencia constante por su rigor, confiabilidad y generosidad en la difusión del conocimiento es la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de los Estados Unidos de Norteamérica.

Fundada oficialmente en 1970, pero con raíces que se remontan al siglo XIX, la NOAA es una agencia científica del gobierno federal estadounidense encargada de entender y predecir los cambios en el clima, el tiempo atmosférico, los océanos y las costas. Su misión es clara: “Ciencia, servicio y administración para un planeta en constante cambio”.

Desde el punto de vista de la Ingeniería Civil, y particularmente en la especialidad hidráulica, la NOAA se ha convertido en un aliado indispensable. Los estudios de escurrimientos, análisis de avenidas máximas, diseño de presas, canales y sistemas de drenaje pluvial, no podrían realizarse con precisión sin información meteorológica e hidrológica confiable. Y eso es precisamente lo que la NOAA ofrece a través de una red de observación sin parangón, sistemas de modelación avanzada y plataformas digitales de acceso público.

Uno de los productos más utilizados por los ingenieros civiles alrededor del mundo es el Atlas de Precipitación de Frecuencia, conocido como NOAA Atlas 14. Esta herramienta proporciona datos de lluvia de diseño —esos que determinan si un puente resiste o colapsa ante una tormenta— con un nivel de resolución espacial y temporal impresionante. El Atlas 14 es el resultado de décadas de recopilación de datos y de la aplicación de metodologías estadísticas avanzadas del territorio de los Estados Unidos, pero sus resultados se pueden extrapolar a otras partes del planeta. Para quienes diseñamos infraestructura sensible a eventos extremos, esta información es literalmente vital.

La importancia de la NOAA va más allá de las herramientas técnicas. En tiempos donde el cambio climático ha dejado de ser una amenaza futura para convertirse en una realidad cotidiana, la NOAA desempeña un papel estratégico en la generación de alertas tempranas, modelación de huracanes, pronósticos estacionales y estudios de vulnerabilidad costera. Sus modelos numéricos y simulaciones, como el GFS (Global Forecast System) o el HWRF (Hurricane Weather Research and Forecasting), permiten a gobiernos, empresas y ciudadanos anticiparse a fenómenos que pueden cobrar vidas y causar pérdidas millonarias.

Desde mi experiencia profesional, también destaco su plataforma NOAA Climate Data Online (CDO), que facilita el acceso gratuito a millones de registros históricos. Gracias a esta base de datos, es posible reconstruir series de tiempo para análisis de tendencias, evaluar la variabilidad interanual de lluvias o temperaturas, y generar insumos para estudios de impacto ambiental y ordenamiento territorial.

Además, su enfoque educativo y de divulgación científica es digno de reconocimiento. La NOAA mantiene abiertos recursos para estudiantes, docentes y profesionales de todo el mundo, promoviendo una cultura científica y fomentando la toma de decisiones basadas en evidencia. Esa es una contribución invaluable para sociedades que buscan ser resilientes frente a fenómenos naturales cada vez más intensos.

En resumen, la NOAA no es sólo una institución estadounidense: es un bien público global. Su compromiso con la ciencia, su transparencia en la difusión de datos y su impacto en la seguridad, la planificación y el desarrollo sustentable hacen de ella una referencia imprescindible en la Ingeniería Civil moderna. En un mundo donde la naturaleza es cada vez más impredecible, contar con instituciones como la NOAA no solo mejora nuestros proyectos; salva vidas.

PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE

Se han dado a conocer datos sobre la temporada de huracanes 2025, misma que inició el 15 de mayo en el Océano Pacífico y 1° de junio en el Océano Atlántico, finalizando ambas el 30 de noviembre. El pronóstico de actividad ciclónica de nuestro país elaborado con base en las investigaciones de la Universidad de Colorado, la National Oceanic and Atmospheric Administration, Universidad Internacional de Florida, Secretaria de Marina, Comisión Federal de Electricidad y Comisión Nacional del Agua, indica que se prevén un total de 19 huracanes el Océano Pacífico, mientras que para el Atlántico se esperan 17, lo anterior derivado de la presencia de “La Niña” por lo que se tendrán condiciones promedio de actividad ciclónica.

Del total de huracanes, el pronóstico indica que habrá 4 intensos en cada litoral. Recuerden #SalvemosOjuelos.

Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram @mejiapedrero Twitter @cuencalerma o por Facebook.