
GRILLANDO
- José Elías Nader Mata
- 12 marzo, 2025
- Columnas
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No hay nada más desesperante que ver a un familiar debatiéndose entre la vida y la muerte en medio de un sistema de salud público que es ineficiente, insensible y corrupto, algo que genera una impotencia y un coraje enorme, pues no es justo que aquellos que deben velar por la vida de las personas, sean quienes los condenan a muerte.
Por lo anterior, me parece atinado que la presidenta de México, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, haya reconocido que existen irregularidades en la compra consolidada de medicamentos 2025-2026, las cuales están siendo investigadas por la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, algo que no debe retrasar la entrega de medicamentos.
La falta de abasto de medicamento en hospitales, clínicas y centros de salud, es una constante que afecta a miles de personas que no tienen los recursos para comprarlo, algo que como dije anteriormente, es una condena de muerte que no le preocupa y mucho menos le ocupa a varios doctores y doctoras que han perdido toda sensibilidad, pues para ellos es muy fácil decir que no hay medicamento y culpar a sus autoridades superiores.
La mandataria nacional, dijo que la próxima semana Eduardo Clark, subsecretario de Salud, dará más detalles sobre el caso en el informe quincenal del Gabinete de Salud federal, algo de lo que estaremos atentos, pues la gente no puede continuar sin un tratamiento médico digno y profesional.
¿Cuántas personas no habrán fallecido por la falta de atención médica y la escases de medicinas en nuestro país? Una cifra que seguramente es alta, pero que algunas autoridades prefieren ocultar, ya que es el reflejo de la corrupción e inoperancia de aquellos criminales de cuello blanco a los que no les ha importado condenar a muerte a miles de mexicanas y mexicanos.
LA GRÁFICA DE HOY
Las tomé el pasado domingo por la tarde, un día después del partido entre el Toluca y el Necaxa en el estadio “Nemesio Diez”, donde desafortunadamente la basura que genera este evento es un gran problema para los vecinos que rodean el inmueble, algo a lo que se suma el desorden que se genera por el consumo excesivo de alcohol y que va de la mano de personas haciendo escándalo a altas horas de la noche y que orinan en la calle, entre otras conductas negativas.
Los vecinos que rodean a “La Bombonera” están acostumbrados a las actividades que se llevan a cabo los días de partido y que son positivas para impulsar la economía de la capital mexiquense, sin embargo, tampoco hay que abusar y como pasa con todo aquello que va de la mano del exceso de consumo de alcohol, se generan aspectos negativos.
Ahí están las bolsas de basura, pero además las calles quedan llenas de vasos, latas y orines, por culpa de la autoridad que no solo debe poner orden antes de los juegos, sino también después, de lo contrario, los problemas seguirán creciendo en perjuicio de cientos de vecinos que se han cansado de denunciar este tipo de problemas.
Esperamos que las autoridades atiendan este asunto y que los vecinos del estadio “Nemesio Diez” no tengan que seguir aguantando la basura y la peste generada por la gente borracha, que pareciera solo agarra de pretexto el futbol para hacer su desmadre y joder a los demás por su falta de educación y respeto.

Y VA DE CUENTO
Un heladero, de nombre RENÉ PLIEGO, estaba cansado de darle a la bicicleta por lo que se para en una esquina y en ese momento llega un tipo en un auto deportivo. El heladero le dice:
Señor, ¿Me podría dar un aventón por favor?
El tipo del auto, de nombre RICARDO AÑOVEROS, le dice: Bueno, pero amarra el carrito de helados con una cuerda a la parte de atrás del carro.
RENÉ le comenta: Cuando yo le toque una corneta es para que frene, y cuando le toque dos cornetas es para que pare.
El tipo del auto dice: Me parece muy bien.
Van por la avenida y RICARDO le dio rápido, por lo que el heladero le tocó una corneta y bajó la velocidad. Todo iba bien hasta que, al parar en una esquina, otro auto se le detiene a su lado y le hace señas para hacer una competencia. Los dos autos arrancaron a toda velocidad y cuando iban a 200 km/hora, pasaron por una esquina donde estaban dos señores, por lo que uno le dice al otro: ¿Viste lo rápido que iban esos carros?
Y el otro dice: Eso no es nada, ¡no viste el carrito de helados que le estaba tocando corneta para pasárselos!
HASTA mañana con más GRILLANDO. Comentarios en “X” en @pepenader o en [email protected]