
EMERGENCIAS Y URGENCIAS 49
- Daniel Valdez García
- 23 febrero, 2025
- Columnas
- 0 Comments
23 de febrero de 2025
Sacerdote Daniel Valdez García
Queridos hermanos y hermanas, Nos encontramos en el séptimo Domingo del Tiempo Ordinario, a tan solo 10 días de iniciar la Cuaresma, un tiempo de sanación que nos prepara para celebrar la Pascua, revitalizados en Cristo Resucitado. Hoy pongo a su consideración la propuesta de reflexión número 49, con la temática “Emergencias y Urgencias” para hablar de Cristo en su relación con la Medicina, y sobre los mexicanismos en las enfermedades.
Desde los inicios del cristianismo y la predicación de Cristo, se ha establecido una relación evidente entre él y la Medicina. Esta relación se puede entender en cinco aspectos: Metafórico, Taumatúrgico, Ético, Doctrinal y Técnico. Exploraremos cada aspecto de forma clara y directa.
Primero. En el aspecto Metafórico, Cristo se describe a sí mismo como un “médico” (Mt. 9, 12; Mc. 2, 17; Lc. 5, 31; 1 P2 2, 24), y esta metáfora es utilizada entre los primeros escritores cristianos: Ignacio de Antioquía, Tertuliano, Cipriano de Cartago, Clemente de Alejandría, Orígenes. Este simbolismo plantea dos consecuencias: la interpretación pagana de cristianismo como una “religión para enfermos” y la consideración doctrinal temprana de la penitencia conforme a los esquema de curar al enfermo.
Segundo. El aspecto Taumatúrgico aborda las curaciones milagrosas relatadas en los textos neotestamentarios. Estos relatos plantean desafíos religiosos, históricos y teológicos que corresponden a la Nosología, la ciencia encargada de describir y clasificar las enfermedades.
Tercero. El aspecto Ético es crucial, destacando dos conceptos cristianos revolucionarios: la intimidad personal y una concepción trascendente del amor al prójimo, esencialmente trascendente (cf. Mt. 5, 21-28). Esto enfatiza el deber religioso de ayudar al enfermo y ofrecer asistencia médica y caritativa, como hicieron los médicos cristianos durante la peste del siglo III.
Cuarto. En términos Doctrinales, se observan tres líneas principales: la influencia del pensamiento médico clásico, la exposición elemental con fines educativos en escritos apologéticos y una incipiente concepción cristiana de la enfermedad. Cito a San Gregorio de Niza Gregorio de Nisa: “El obispo debe ser para los pecadores, dice aquél, «como un médico experto y compasivo» (Didascalia Apostolorum II, 20, 10).
Quinto. El aspecto Técnico ve la medicina como un “arte” griego adoptado por el cristianismo primitivo. Algunos, como Taciano, se oponían a su uso (cf. Orat. ad Graecos, 20).. Sin embargo, otros como San Justino, defendieron el arte de curar (II Apol., XIII). Será otro griego, el alejandrino Orígenes, quien en lo tocante a la medicina abra más claramente el camino de esa actitud salvadora y asuntiva (cf. Contra Celsum, III, 25 y 13). Ya con el Edicto de Milán, se da el reconocimiento al cristianismo, y con la división del imperio vendrá la adopción del arte de curar -ars medica en la Europa de Occidente, tékhnē iatrikē en Bizancio- que presiden los nombres egregios de los médicos Hipócrates y Galeno. En el 309, el Papa Eusebio, fue el primer médico en ser Sumo Pontífice, y aprobó el recurso de la medicina a los cristianos, los otros tres sabios de la medicina que fueron Papas son: León I, Víctor III y Juan XXI.
Reflexionemos sobre el pasaje del Evangelio según san Lucas, el “amado médico” 6, 27-38, donde Jesús instruye a amar a los enemigos y ser generosos, rompiendo el ciclo de retribución. Este pasaje es una guía de cómo responder cristianamente a las adversidades cotidianas.
En México, se estima que el 27% de la población, unos 40 millones de personas, viven con dolor crónico. Además, existen varias expresiones para describir diferentes tipos de dolor y malestar que reflejan los desafíos de salud más cotidianos. Ejemplos de padecimientos dichos coloquialmente son: El “dolor de caballo”, es un mexicanismo para referirse al dolor abdominal transitorio asociado al ejercicio (DATAE). Es un dolor intenso y repentino que surge en el abdomen. Hay en México otros dolores y enfermedades llamadas coloquialmente que no están en ningún manual de medicina, otros ejemplos son “Dolor de suegra” es un dolor de codo que duele mucho. “Dolor en las espinillas” suele ser síndrome por sobrecarga de la parte media de la tibia. “Dolor de panza” es un dolor abdominal por flatulencias o distensión. El famoso “empacho” es un problema causado por comer en exceso o la dificultad de digerir algunos alimentos. Otras padecimientos coloquiales son: Achicopalarse o Agüitarse, es estar deprimido; Chichón, es una protuberancia que aparece tras darse un golpe en la cabeza; Chochear es envejecer con ciertos problemas de memoria; se les sube el muerto, es la parálisis del sueño; Tramafat es un estado de ansiedad que se confunde con infarto.
El mensaje del Evangelio de hoy es claro: debemos ser generosos y romper el círculo vicioso de la retaliación. Este relato es un “manual de emergencia” tanto para tiempos de crisis como para el día a día, sugiriendo una manera cristiana de enfrentar las adversidades; no dejar que las debilidades o las malas jugadas de los otros nos agrien el humor; que no se nos caliente la cabeza (y la sangre) por lo que digan de nosotros, incluso si no es verdad.
Es importante no solamente hablar, sino también actuar, por ese motivo, y se llevó a cabo en nuestra comunidad parroquial, el primer curso de primeros auxilios con todos los coordinadores de la pastoral, luego tendremos la brigada de capacitación para atención de niños con Catequesis; con jóvenes, con la pastoral juvenil; y con los adultos, la pastoral familiar. Conscientes de nuestra necesidad de corregir nuestro pensamiento y reconocer nuestras debilidades, nos preparamos para confesar nuestra fe y orar en este ambiente de paz litúrgica.
Amén, amén, Santísima Trinidad.