“La vergüenza debe cambiar de bando”
- Elva María Maya Marquez
- 28 enero, 2025
- Columnas
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Qué debe pasar por la mente de una mujer de 23 años para que encuentre retador sostener relaciones sexuales con 100 hombres en 24 horas. Qué pensar de un hombre que por alrededor de 10 años estuvo drogando a su esposa para que más de 70 hombres la violaran mientras él grababa ¿Cuál es la reflexión que se debe hacer de estos casos?
Lily Phillips, mujer originaria de Inglaterra, decidió abandonar la universidad e iniciar su carrera como creadora de contenido para la plataforma “OnlyFans”, la cual permite monetizar su trabajo directamente por parte de sus seguidores mediante suscripciones mensuales o pagos por visualización.
Lo que convirtió a esta joven en noticia internacional, fue que la modelo de “OnlyFans” se puso un reto que consistió en mantener relaciones sexuales con 100 hombres en 24 horas y al cual nombro “I slept with 100 men in a day” (“Me acosté con 100 hombres en un día”), realizado el 18 de noviembre de 2024.
La modelo reveló que entre el listado hubo desde estudiantes hasta jubilados, incluidos dos que volaron desde Estados Unidos y de diferentes países europeos. Es difícil saber si esto forma parte del “empoderamiento femenino”. Falta de regulación de lo que sucede en el ecosistema virtual o bien, la mujer cumpliendo el rol socialmente establecido al satisfacer deseos estéticos y sexuales del sector masculino, donde Lily asume que es libre de poner precio a su cuerpo, ofrecerlo al mercado y mientras existan personas dispuestas a pagar, es una transacción más. Los reflectores se colocaron en la joven, pero qué decir de los 100 hombres que estuvieron dispuestos a pagar, hacer fila y viajar para ser parte del reto ¿Qué opinión les merecen?
El otro caso es de Gisèle Pelicot, mujer francesa de 72 años que fue violada por su ahora exesposo; Dominique Pelicot, por lo menos durante nueve años (2011-2020). El hombre de 71 años contactó a otros hombres por internet para que también la violaran en Mazan, pueblo de Francia donde vivía la pareja. Ella no se daba cuenta, su exesposo le suministró medicamentos para dormir (sumisión química). Se estima que al menos 70 hombres la violaron, alrededor de 50 fueron identificados y comparecieron ante la justicia.
Fue el 12 de septiembre de 2020 cuándo los guardias de un supermercado notaron el comportamiento extraño de un hombre que paseaba por los pasillos con un teléfono móvil. Utilizaba el dispositivo para grabar por debajo de las faldas de las clientas. Fue entonces cuando los guardias al darse cuenta actuaron. La confiscación del teléfono y otros dispositivos electrónicos, hicieron que los investigadores hallaran grabaciones y pruebas de los casos de violación en contra de su esposa.
Por lo anterior, el pasado 19 de diciembre, el exmarido de Gisèle recibió la pena más severa, 20 años por el delito de violación agravada, sin embargo, otros acusados recibieron penas de 3 años y 6 de ellos quedaron en libertad al cumplir su condena. Esto, porque el caso inicia en 2020, pero la resolución del juez fue en diciembre pasado.
Lo que vivió esta mujer es aterrador, aún con ello, las críticas no se hicieron esperar al tacharla de exhibicionista por permitir que los medios de comunicación estuvieran presentes en las audiencias. También hubo quienes pusieron en duda que ella no se diera cuenta y más que víctima, la señalaban como cómplice.
¿Y qué hay de ellos? al menos 70 hombres que violaron a Gisèle. Algunos señalaron que no fue violación, pues tenían la autorización de su esposo y la pregunta es ¿A ninguno de estos hombres se le ocurrió que la mujer en cuestión era la que debía dar el consentimiento y no su esposo? ¿No encontraron “algo” extraño en sostener relaciones con una mujer inconsciente? ¿Ninguno pensó que aquello que estaban haciendo era un delito?
Aunque parecen casos distintos el de Lily Phillips y Gisèle Pelicot, comparten elementos que nos deben ayudar a reflexionar sobre la sociedad que somos. La mujer se continúa percibiendo como un objeto sexual, un producto más por el que se puede pagar, no importa en qué condiciones, el dinero lo puede todo. Por otra parte, que papel juegan las redes sociales ¿Todo está permitido? Cambiemos el enfoque, pensemos en la responsabilidad de los hombres que han participado en los hechos anteriormente descritos, y cómo dijo Gisèle Pelicot: “La vergüenza debe cambiar de bando”.