Son tiempos de unidad, no de confrontación, exhorta Gómez López

Valle de Chalco Solidaridad, Méx.- “Son tiempos de unidad, no de confrontación”, dijo aquí el secretario del ayuntamiento, Eliseo Gómez López, quien invitó a servidores públicos y a la sociedad vallechalquense a unir esfuerzos para salir adelante y consolidar el progreso del municipio.
Y añadió: “Por supuesto que debemos levantar la voz para denunciar lo que no esté mal, pero siempre en un marco de respeto, conciliación y tolerancia”.
Cabe señalar que a la ceremonia conmemorativa no asistió el alcalde, Armando García Méndez, lo que generó un sinfín de comentarios. No obstante, Gómez López asumió la representatividad y continuó con su discurso, celebrado en la explanada Benito Juárez ante regidores, jefes de área, periodistas y unas 15 mil personas congregadas para disfrutar el desfile conmemorativo por el 109 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana.
Ahí, el funcionario subrayó con índice de fuego que hoy por hoy, la violencia se encuentra exacerbada en todo el mundo y genera un clima de incertidumbre. “Vemos con tristeza y preocupación que este panorama no beneficia a nadie; al contrario, solo crea inestabilidad y divisionismo”.
Por lo anterior, pidió a los niños y jóvenes reunidos en la plaza que no sigan el camino de la violencia. Asimismo, demandó a maestros, autoridades auxiliares y padres de familia que hagan conciencia y expliquen a la juventud que andar en malos pasos no conduce a nada. “Debemos terminar de una vez por todas con este lastre, haciendo votos para que no se imponga el sentimiento de inseguridad”.
Gómez López aprovechó el evento para hacer un reconocimiento público a Francisco Tenorio Contreras, el expresidente municipal asesinado por un sicario el pasado 27 de octubre.
A continuación, funcionarios y burócratas ataviados con vestimentas de la primera década del siglo pasado salieron de la plaza y desfilaron por diversas avenidas de la localidad, entre ellas Tezozómoc, Adolfo López Mateos, Antonio Díaz Covarrubias y Alfredo del Mazo, siempre acompañados por niños de los diversos planteles disfrazados de “revolucionarios” y “adelitas”.
Los pequeños tocaban trompetas o golpeaban tambores, jubilosos de salir a desfilar por las calles. Para ellos fue un día de fiesta inolvidable.