GRILLANDO
- José Elías Nader Mata
- 23 septiembre, 2024
- Columnas
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Era una tarde soleada, cuando escalábamos el Tepozteco y uno de mis amigos, me preguntó que si no me daba miedo caer, por lo que recuerdo que le respondí que ese tipo de actividades lejos de darme miedo me llenaban de adrenalina, esa sustancia especial que hacía vibrar mi cuerpo, así que solo le compartí que a lo único que le tenía miedo en la vida era a perder a mis padres, incluso lo peor que me podía pasar es que falleciera alguno de ellos estando yo presente.
Y como la vida está llena de misterios, años después el destino me pondría esa prueba precisamente un 24 de septiembre del 2009, cuando me tocó despedir a mi padre, don PEPE NADER ACHKAR, uno de los momentos más complicados que he vivido y que en ese huracán de emociones pareciera que fue ayer.
Mi padre había entrado al hospital por una simple infección estomacal, por lo que los doctores nos comentaron que al día siguiente saldría del hospital, que irónicamente años atrás, fue el lugar donde estuvo el periódico El Rumbo, donde paso muchos años de su vida profesional ejerciendo el periodismo.
Ante esta situación esa noche decidimos que nos quedaríamos a realizar la guardia mi sobrino SERGIO y yo, por lo que después de despedir a la familia, estuvimos a un lado de su cama donde recuerdo que nuestra última plática fue sobre unos cobros que tenía que hacer en el periódico y principalmente, sobre el partido que esa noche de miércoles había jugado nuestro querido Toluca, por lo que después lo dejé dormir y le dije a mi sobrino que bajaría a cenar, pues a lo largo del día no había podido comer.
Como a los quince minutos recibí una llamada de mi sobrino que exaltado me decía que a mi papá le estaba dando un infarto, por lo que subí de inmediato y en efecto fuimos testigos de cómo los doctores hicieron todo lo posible por salvar su vida, sin embargo, el infarto había sido fulminante y mi padre quedaba recostado en su cama respirando de forma artificial.
Del lado derecho estaba mi sobrino, del izquierdo estaba yo tomándole la mano y a las 4:20 de la madrugada le dije a mi sobrino que se despidiera de su abuelo, algo que no entendía, pero le explique que estaba por partir y debíamos despedirnos, en algo que sentí por lo que le tomé más fuerte su mano, le di gracias por todo y le pedía a Dios que su trascendencia a otro plano fuera llena de bendiciones, le reiteré que no se preocupara y que mientras existiera el periódico El Valle a su familia no le iba a hacer falta nada… En ese momento, los aparatos que tomaban su pulso anunciaban la muerte de mi padre, por lo que nuevamente llegaron los doctores para confirmar que se nos había adelantado mientras las lágrimas nos invadían.
Recuerdo lo difícil que fue despedirnos, hablarle a la familia para darle la terrible noticia y preparar los servicios funerarios para despedir en medio de sus familiares, seres queridos y amigos, a quien siempre buscó aportar algo positivo a la sociedad, ya fuera a través del periodismo, el deporte o el humanismo, pues siempre extendió la mano a quien se lo pidió.
Ese día mi amigo HUGO MAURICIO GARCÍA me regalaba un relato del Libro Tibetano de los Muertos, donde me explicaba que el hecho de que mi padre hubiera fallecido el día de mi cumpleaños era una enorme bendición, pues representaba un pacto de amor eterno, algo que así lo quise entender, ya que a lo largo de los últimos años de su vida fuimos muy cercanos al estar todos los días juntos en el periódico.
Y desde que don PEPE partió, han pasado 15 años donde de la mano de mi hermano SERGIO, mis sobrinos SERGIO y ROBERTO, y un gran equipo de trabajo, hemos podido salir adelante para continuar con su legado periodístico y humano, pues como él lo hizo, a través del periódico El Valle diariamente informamos con pasión, profesionalismo, veracidad y honestidad.
Así que a 15 años de la partida de don PEPE, le recordamos con cariño, yo lo hago todos los días, por ello tengo su fotografía en mi escritorio, para que con su luz divina nos siga guiando para salir adelante, más en esta profesión tan complicada donde por decir la verdad y hacer lo correcto hay gente mala que busca la forma de dañarte, sin embargo, la fe siempre ha estado en nuestros corazones y se suma al esfuerzo honesto que hacemos diariamente para seguir siendo uno de los principales medios de comunicación del Estado de México.
LA GRÁFICA DE HOY
Del fotógrafo JAIME ARRIAGA, es de la inauguración del Foro Internacional de Transparencia y Justicia Abierta 2024, que encabezó el titular del Poder Judicial del Estado de México, RICARDO SODI CUELLAR, quien hizo un llamado a fortalecer el acceso a la justicia en México, destacando la transparencia y la comunicación abierta como pilares inquebrantables de la democracia.
Teniendo como marco el aula magna “Mgdo. Lic. Gustavo A. Barrera Graf” de la Escuela Judicial, SODI habló sobre que el Poder Judicial del Estado de México, enfrenta desafíos complejos, como la alta carga de trabajo de los jueces, especialmente en materia familiar, donde manejan hasta cuatro mil casos por año y enfatizó la importancia de garantizar una justicia predecible y accesible.
De esta forma, este foro adquiere importancia ante la imperante necesidad de que la impartición de la justicia sea eficiente y equitativa, por lo que se debe seguir puliendo un sistema para que los ciudadanos entreguen su confianza en aquellos que tiene el futuro de sus vidas o de sus seres queridos en la mano.
Así que seguiremos pendientes del Foro Internacional de Transparencia y Justicia Abierta, confiando en el trabajo profesional del Poder Judicial mexiquense para que, a través de estas herramientas, la justicia en nuestra entidad siga dando pasos hacia adelante en beneficio de todas y todos los mexiquenses.
Y VA DE CUENTO
Un joven, de nombre ESTEBANCITO OLÍN, muere de una congestión alcohólica y al llegar al cielo vio una enorme pared llena de relojes detrás de San Pedro, por lo que preguntó: ¿Qué son todos esos relojes?
San Pedro contestó: Son los relojes de las mentiras, todo el mundo en la tierra tiene uno; cada vez que mientes, las manecillas se mueven.
–¡Oh!, ¿y de quién es ese reloj?, preguntó ESTEBAN.
A lo que responde San Pedro: Es de la Madre Teresa; las manecillas nunca se han movido: ella nunca mintió.
– ¡Increíble!, dijo ESTEBANCITO. ¿Y ese otro?
–Es de Abraham Lincoln, las manecillas sólo se han movido dos veces, lo que nos indica que Abraham sólo dijo dos mentiras en toda su vida.
–¿Y dónde está el reloj de ENRIQUE PEÑA?
San Pedro le respondió: ¡Ah! Ése… Lo estamos usando como ventilador de techo…
HASTA mañana con más GRILLANDO. Comentarios en “X” en @pepenader y en [email protected]