TURISMO Y PAZ
- Daniel Valdez García
- 5 agosto, 2024
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Sacerdote Daniel Valdez García 5 de agosto de 2024
(PARTE X de XII)
- TURISMO PARA UNA CULTURA DE PAZ
Ya se ha dicho que la movilidad humana motivada por el turismo favorece el encuentro entre los pueblos, encuentro de culturas y el intercambio de valores; el turismo es un potencial para lograr la paz. Además que estos viajes favorecen el desarrollo económico, social y político. Podemos asegurar que el turismo no es solo un generador de paz sino un beneficiario de la paz.
Dejemos claro que la cultura de paz no es la ausencia de conflicto, sino contar con las herramientas y estrategias para la solución de conflictos y tensiones.
El turismo solo es posible donde reina la paz, el turismo es factor de desarrollo humano integral y debe evitarse toda apariencia mercantilista que reduce las relaciones a amos/sirvientes. Los modelos turísticos por regiones deben tener como filtro el bien social, el bien común. De otra manera, se faculta la injusticia y se favorecen las diferencias que generan divisiones y conflictos incluso armados. Al respecto hay que plantear serios interrogantes sobre la guerra entre Ucrania-Rusia; Israel-Palestina, los conflictos en África, Venezuela, Nicaragua, Colombia y México, entre otros.
Hablar del turismo como fuente de establecimiento de paz no es sólo de treguas, sino que trasciende las realidades humanas. Es indudable que los proyectos turísticos gestionados adecuadamente pueden contribuir a la consolidación de la paz y no sólo ser beneficiarios de la paz, pues al disminuir algunas causas estructurales asociadas con la violencia se favorece el desarrollo integral de la comunidad y del visitante.
Veamos a groso modo la teoría de la paz positiva de Galtung proporciona una excelente explicación de cómo el turismo puede resultar útil. A diferencia de la teoría liberal de la paz, la teoría de la paz positiva no propone imponer un sistema político o económico particular al país anfitrión[1]. A nivel estructural, la paz positiva favorece la creación de bases económicas autosostenibles. A nivel cultural, la teoría promueve la equidad con asociaciones saludables entre personas y comunidades. La teoría, pues, aboga por asociaciones globales mediante la eliminación de todas las formas de violencia en lugar de la imposición de un sistema de los países desarrollados a los países en desarrollo, porque es mínimo el número de viajeros de los países pobres hacia los países desarrollados, los costes son muy altos. Se trata pues de una paz positiva y no sólo de eliminar la violencia[2].
[1] GALTUNG, Johan (1996) Paz por medios pacíficos: paz y conflicto, desarrollo y civilización. Londres: Publicaciones SAGE.
[2] Opera cit.