La nobel de economía 2023: una verdadera feminista
- Julián Chávez Trueba
- 8 noviembre, 2023
- Columnas
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La muerte de la pensadora griega Hipatia, (355-415 d. C.), marcó el fin de la época clásica del conocimiento, dando paso al obscurantismo por el auge de la tradición católica. Ella era la cabeza de la escuela neo platónica de Alejandría, una reconocida pensadora de la época y un personaje que sin duda alguna fue reivindicador de la figura femenina en la historia.
Los lectores estarán diciendo que de repente se volvió muy histórica esta columna de opinión, pero no, simplemente es interesante colocar en perspectiva cómo desde tiempos clásicos, las mujeres siempre han formado un punto de inflexión en nuestras vidas mediante un impacto universal.
Hoy, nuevamente existe un impacto femenino en la cultura mundial, al ser merecedora del premio Nobel de Economía, Claudia Goldin, por su trabajo del mercado laboral de las mujeres, en el que indica que después de la revolución industrial, el empleo de las mujeres casadas empezó a ser menos frecuente, mientras que a partir del sigo XX, con la aparición de los servicios o mercado terciario, volvió a ser mucho más habitual. Esto le dio una dirección a su investigación ya que comprendió que la brecha salarial se observaba mayormente entre las mujeres casadas en comparativa con las solteras, esto quiere decir que existe un diferenciador importante que no se estaba identificando: la decisión de las mujeres.
Goldin establece en su trabajo que la brecha salarial fue presentada en el siglo XX, mayormente por las diferencias normativas entre los derechos de los hombres y las mujeres, que ponderaban de mejor forma el trabajo de hombres; esta brecha salarial fue disminuyendo entre las mujeres solteras por la presencia de pastillas anticonceptivas y la decisión de mantenerse solteras sin hijos, circunstancia que fue incluso adoptada por las leyes que impedían el trabajo a mujeres con hijos, por ejemplo.
Para Goldin esto quiso decir que una vez que la legislación contemplara la igualdad entre hombres y mujeres, la brecha salarial se conserva por las decisiones que tomaban las mujeres. El estudio de esta circunstancia dio con la razón de esta diferencia: las mujeres son más propensas a preferir pasar más tiempo en el hogar que en el trabajo, a diferencia de los hombres, que prefieren pasar más tiempo en el trabajo que en el hogar. En este sentido, en presencia de una igualdad de derechos, la brecha salarial depende de las decisiones que se tomen de manera diferenciadas entre los géneros.
Esto es bastante revelador, puesto que la cuarta ola del feminismo establece que la brecha salarial es vigente por el sistema patriarcal que no permite a la mujer desarrollarse, lo cual es según esta investigación ganadora de Premio Nobel, una rotunda falacia, ya que no hay una brecha salarial formada por un sistema opositor, sino que son las propias decisiones de las mujeres las que hacen que no pretendan un salario mayúsculo, situación que hace a la mujer estar nuevamente en el centro de nuestra sociedad.
En respuesta a la investigación presentada, la realidad confirma de mala manera la toma de decisiones hechas por las mujeres, ya que las mujeres más acaudaladas del mundo no son ricas por el trabajo que han desarrollado desde pequeñas con un esfuerzo sobre humano como la historia de Trump, sino que cuentan son dinero por haber sido esposas e hijas de los hombres más adinerados del mundo, como la hija de los dueños de Walmart, ex esposa de Jeff Bezos o la nieta de los dueños de Mars, tres de las mujeres más ricas del mundo.
Cabe señalar que estas mujeres viven actualmente y son nativas de Estados Unidos, lugar en el que fue realizada la investigación de Claudia Goldin, lo que confirma que la mujer adquiere su riqueza a través de su familia, no por el trabajo sino por su decisión; mediante el trabajo la mujer adquiere el reconocimiento de su sociedad como lo hizo Claudia Goldin, situación que confirma que no hay más brecha salarial ni laboral, que la que la propia mujer se imponga.