GRILLANDO

Ayer platicaba con mis alumnos sobre lo importante que es para nuestro querido México que la gente buena asuma su papel y haga lo que corresponde para que podamos salir adelante, lo anterior, porque soy un convencido de que en este país aún es mayoría la gente trabajadora, buena y honesta. 

Incluso, también lo hablaba en el desayuno universitario con mis amigos comunicadores RICARDO JOYA y JUAN PORTILLA, a los que les explicaba mi decepción de tantos políticos que al ejercer el poder prefirieron la vanidad y la codicia del dinero a la gloria de trascender en la historia por sus acciones a favor de constituir un municipio, una entidad o un país más dignos para todos. 

Sin embargo, cuando llegué a mi oficina y checaba los medios de comunicación, me dio gusto ver que era tendencia la nota de ARIZBETH DIONISIO AMBROSIO, una policía de la Ciudad de México que se sumó a las brigadas de apoyo en Acapulco y que trascendió después de que se hiciera viral la escena en la que amamantó a un bebé de cuatro meses que tenía más de dos días sin probar alimento.

Por esta razón, ayer la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México dio a conocer que la policía ARIZBETH había sido reconocida y ascendida, algo que se me hace un mensaje importante, pues más que nunca nuestra nación demanda de servidores públicos sensibles, humanos y con la capacidad de ser solidarios, más en los momentos complicados.  

Más que hacer famosos a ocurrentes del internet, hablemos de las buenas acciones, de las historias positivas, de la solidaridad, la fraternidad y de los valores que debemos impulsar, pues como lo digo al principio de este espacio, estoy convencido de que aún son más las y los mexicanos buenos, aquellos que en sus manos tienen la oportunidad de cambiar a nuestra nación a través de sus acciones para que podamos vivir en un lugar más justo y digno para todos.

LA GRÁFICA DE HOY 

Del fotógrafo JAIME ARRIAGA, es para denunciar una vez más a estos cafres del transporte público en el Valle de Toluca que siguen haciendo su desmadre y poniendo en riesgo a todos, algo que no me cansaré de escribir hasta que se ponga orden. 

Como podemos ver en estas fotografías, este inconsciente tras el volante no solo se metió por calles donde tiene prohibido circular, sino que lo hace en sentido contrario, lo anterior para evitar el tráfico de la avenida Alfredo Del Mazo y así ser un peligro para todos los que viven en la colonia Científicos.  

Algo similar pasa en Heriberto Enríquez esquina con Tollocan, donde de plano se avientan en sentido contrario, echan sus fierros viejos a la gente y no les importa que puedan generar un accidente y mucho menos el caos que ocasionan, algo que los concesionarios saben perfectamente, pero que siguen ignorando porque están acostumbrados a soltar su lanita y que nadie les diga nada. 

Así que ahí le dejamos estas fotografías a la policía de tránsito para que pongan orden y a la Secretaría de Movilidad que esperamos empiece a sancionar a estos cafres, que cancele concesiones, que castigue a los que provoquen muertes o accidentes y así podamos recuperar el orden en nuestras calles y avenidas que en gran medida se ha perdido por culpa de estos camioneros y taxis irregulares. 

GRILLANDO

Y VA DE CUENTO 

Mientras bebían un tequila en la cantina La Luz, el periodista RAÚL MANDUJANO platicó la primera vez que tuvo sexo diciendo lo siguiente: Sucedió cuando tenía como 15 años y fui a comprar un paquete de condones. 

La empleada de la farmacia era bonita y se dio cuenta de que yo era novato en esas cuestiones. 

Me entregó el paquete y me preguntó si sabía cómo usarlos. Le contesté con sinceridad que no, así es que ella abrió el paquete, tomó uno de los condones y se lo puso en el pulgar…. “Se coloca así y asegúrate siempre de que quede ajustado”, me dijo. Yo, obviamente, lucía confundido. 

Ella revisó la farmacia, que estaba vacía, por lo que me dijo: Espérate un minuto. Se dirigió a la puerta y cerró con llave. 

Tomándome de la mano, me llevó a la bodega, se desbotonó la blusa y se la quitó. Se desabrochó el sostén y lo dejó de lado. Me preguntó: ¿Te sientes excitado? 

La verdad es que era tan bobo, que todo lo que pude hacer fue asentir con la cabeza. 

Me dijo que era hora de ponerme el condón y mientras lo hacía, ella se quitó la falda, las pantaletas y se acostó en el escritorio. “Ándale”, me dijo. “No tenemos mucho tiempo”. 

Fue fantástico, desafortunadamente no duré mucho y en unos cuantos minutos, todo había terminado, por lo que ella se me quedó viendo con el ceño fruncido y pregunto: ¿Te pusiste el condón verdad? 

– ¡Claro!, le dije, mientras triunfalmente le enseñaba mi pulgar con el condón… 

HASTA mañana con más GRILLANDO. Comentarios en Twitter en @pepenader y en [email protected]  

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