El doble error de los fideicomisos de la PJF

Ya tenemos una semana sin juzgados federales, sin que las personas puedan solicitar un amparo directo o sin que puedan solicitarse juicios en favor de la justicia federal, todo porque los trabajadores del Poder Judicial Federal, se encuentran en paro de manera indefinida, en tanto no eliminen la idea de desaparecer los fideicomisos que son parte del recurso económico de los trabajadores.

Siempre es bueno revisar en qué se está gastando el dinero, siempre es bueno hacer un corte y redefinir las prioridades, ajustar y contraer el gasto, contar con nuevos servicios o bienes y definir nuevas necesidades, pero sólo cuando se tiene una visión clara y precisa de lo que se quiere comprar con ese ajuste presupuestal, no ahora que cada indicación pareciera berrinche presidencial.

Sin conceder, fuera cierto que esos fideicomisos no impactan al bolsillo de los trabajadores y que el monto que se pretende quitar, elimina los lujos con los que cuentan los funcionarios del poder judicial, no son razones suficientes para poder quitar un presupuesto, ya que en este gobierno que no cuenta con una directriz, sin un proyecto magno, sin una idea clara de lo que se pretende, el acto de desaparecer un fideicomiso implica que ese dinero se gastará en otro berrinche o en votos o tal vez otra razón ¿cuál? No se ha dicho claramente.

Es decir, que dentro de la narrativa que ha expuesto el presidente Andrés Manuel López Obrador, sus senadores y simpatizantes, no se indica el destino que tendrán los dineros, no se trata de un proyecto o un beneficio real y tangible para la sociedad.

Algún lector aquí dirá que AMLO ya indicó que será para becas y apoyos a la población, lo cual es cierto pero ¿cuántos? ¿de qué calidades? ¿cuál será el monto recibido? Son preguntas que no se contestan el día de hoy en las páginas electrónicas de gobierno que permanecen en total opacidad.

Ahora, con el simple hecho de leer el nombre de los fideicomisos se puede inferir que se tratan de prestaciones en favor de la vida de miles de familias que dependen de ese salario y de ese ingreso, entonces infiriendo un poco, no puede eliminarse un derecho, aunque hubiera nacido de un privilegio, puesto que se ha convertido en un agregado a la esfera de los derechos laborales.

Los maestros pueden pedir un año de paga sin ir a trabajar por razón de una investigación que pueden hacer en territorio nacional o en el extranjero, y no veo a los morenistas quemándose las vestiduras para eliminar ese derecho sindical.  Tampoco veo a los morenistas o al presidente solicitando una rendición clara de la dieta legislativa, que muchos de los ingresos que perciben deberían ser en eventos o apoyos sociales que no se dan ¿por qué ensañarse con el poder judicial?

El planteamiento simplista indica que se trata de una afrenta a manera de venganza; en el PJF no han dejado pasar los atropellos que ha querido imponer el gobierno federal, entonces al no apoyar las políticas públicas de AMLO, ahora toca cobrar ese “no” favor otorgado afectando a todos por igual ¿no?.

El planteamiento profundo señala que el debilitar al poder judicial federal, deslegitima ante la sociedad, la calidad del mismo. AMLO sabe que no va a pasar en la cámara de senadores un proyecto así, pero en dado caso sí pasara, entonces se vendrían los miles de escritos pidiendo amparo que tendrían que ser resueltos por el mismo poder judicial federal, lo que presume que serán atendidos favorablemente. Esto nuevamente es una circunstancia que habrá sido provocada por AMLO y que será un discurso de odio en contra de la legitimidad del poder judicial.

Pero ¿para qué deslegitimar el poder judicial? Pues porque serán ellos los que posiblemente indiquen sobre la legalidad del proceso electoral que se viene para el siguiente año. Así ya se tiene un culpable de que no se hayan cumplidos todos los compromisos.

Aparentemente esta jugada sí esta pensada de manera profunda, sin embargo, dudo mucho que con ello logre deslegitimar a uno de los poderes, más bien logrará que todo el gremio de abogados, (si es que tuviera algún simpatizante ahí) encuentre en AMLO una razón más para tildarlo de tirano.

Así que ya se presentan estos dos errores que le van a costar mucho a AMLO de cara a las elecciones presidenciales del siguiente año, primero por hacer enojar a un gremio y el otro porque no se va a deslegitimizar. Ya, de por sí, Sheinbaum se encuentra en apuros para no perder la línea presidencial en sus discursos, sin perder credibilidad en el camino, sin duda debe ser difícil permanecer de pie en medio de las olas.