GRILLANDO

José Elías Nader Mata
24 octubre, 2023
Columnas
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Durante toda mi vida he convivido con políticos a los que en su mayoría, ubico como personas obsesionadas por el poder y por el dinero, más que por el interés de servir dignamente a México, que indudablemente demanda de mejores gobernantes para salir adelante en todos los aspectos.

Por ello, es que la pasarela de políticos que hemos visto desfilar rumbo a las elecciones para definir la Presidencia de la República se me hace decepcionante en muchos sentidos, algo que ayer confirmé cuando leía que el gobernador de Nuevo León, SAMUEL GARCÍA pedía licencia a su cargo para ver si su partido Movimiento Ciudadano respalda su aspiración de ser candidato presidencial.

Ese muchacho que muchos conocimos por sus comentarios desafortunados y evidente ignorancia en muchos temas, se hizo gobernador de uno de los estados más importantes del país, eso sí, apoyado por su esposa y un equipo de trabajo que a través de las redes sociales logró generar un gran impacto, algo que lamentablemente no se ha visto reflejado en resultados para Nuevo León.

Sin embargo, pareciera que ahora podría fungir como un elemento especial de la elección del próximo año, aquel que sirva para generar distracción y principalmente dividir el voto opositor, en pocas palabras, en su persona nuestra democracia encuentra a un extraordinario patiño.

Constantemente me pregunto cuándo veremos a políticos realmente comprometidos con el pueblo mexicano, honestos, profesionales, inteligentes y principalmente con la capacidad de cambiar lo que está mal, no payasos a los que difícilmente se les cree el discurso, pues es evidente que su objetivo es muy diferente al de servir a la gente, algo que ojalá cambie en México o de lo contrario seguiremos con políticos influencers, llenos de ignorancia, soberbios e incapaces de construir una nación más justa y equitativa.

LA GRÁFICA DE HOY

Corresponde al cierre del Periférico Norte a la altura de Cuautitlán Izcalli, que se llevó acabo por parte de un diminuto grupo de personas que solicitaban a las autoridades revisaran el caso de un familiar que se encuentra recluido en un penal con auto de vinculación a proceso.

El tema, es que este cierre causó grandes afectaciones para miles de personas, inclusive ciudadanos desesperados agredieron a quienes habían cerrado esta importante vía de comunicación, y es que, se entiende el hartazgo, la desesperación y el coraje de que ahora por cualquier cosa, ya sea justa o no, el derecho del libre tránsito sea violentado por cualquiera.

Por ello, es que las autoridades deben ser firmes al momento de aplicar la ley y de utilizar la fuerza pública para dejar de permitir que nuestras calles, avenidas, carreteras o autopistas, sean la causa de chantaje de unos cuantos a los que evidentemente no les preocupa el bien común.

Algunos políticos y gobernantes le tienen miedo a que les llamen opresores, sin embargo, el mayor miedo debería ser la ingobernabilidad, aquella que emana precisamente de aspectos como estos, en los que no se respeta la Ley, se transgreden los derechos de las mayorías y se afecta de manera grave a la gente, que por su parte se tiene que preocupar por llegar a su trabajo y hacer sus actividades para salir adelante, algo que cuesta más trabajo cuando las autoridades no están haciendo lo que les corresponde.