ESPAÑA EN CONSULTAS

España continúa en funciones. La Moncloa busca un inquilino fijo que esté, a ser posible, los cuatro años habituales que marca la ley, pero de momento, todo sigue en el aire. El Rey ha comenzado una nueva ronda de consultas para ver si puede proponer otro candidato para formar Gobierno. Obviamente este candidato tiene nombre y apellido: Pedro Sánchez.

Un nombre y apellido que no está exento de polémica. De hecho, desde que se celebraron las elecciones generales el pasado mes de julio, se está hablando mucho en los últimos días de la amnistía que se supone que tiene preparada. Ésta es incompatible con la Constitución y hay muchas voces discordantes incluso en los “históricos” socialistas.

Es cierto que antes de llegar hasta este punto, fue el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, el que intentó ser elegido en el Congreso de los Diputados para convertirse en presidente del país. Su discurso fue comentado por todos por su elocuencia, de hecho, hay quienes hablan de que si hubiese dicho lo que dijo en la tribuna durante la campaña electoral, posiblemente le hubiera ido mejor en la urnas. Hay que reconocer que ganó las elecciones, pero no lo hizo como las encuestas vaticinaban. Unas elecciones hay que ganarlas para gobernar.

Al margen de los supuestos, el presente es el ahora que estamos viviendo en España. Todo pende de lo que el Rey, Felipe VI, diga tras concluir la segunda ronda de contactos. Ésta termina hoy y el futuro de España pasa por una investidura de Pedro Sánchez y sus “socios” o una repetición electoral.

Un clamor electoral que hace poco más de una semana se vio en la calle. El Partido Popular llamó a los ciudadanos a concentrarse en la Plaza Felipe II de Madrid. Hubo un lleno absoluto y en los discursos que los líderes populares pronunciaron no faltó la palabra libertad, la condena a la amnistía y, por supuesto, se reivindicó España como nación. Quedan cuatro días para que Barcelona sea el centro de atención con otra manifestación. Ésta se prevé multitudinaria también. La convoca la social civil que está harta de ver como la impunidad se ha afincado en el presidente del Gobierno en funciones. No todo vale y las personas han decidido salir a la calle. Un país no puede depender de un prófugo de la justicia. Es un hecho lógico y demasiado tiempo ha tardado la gente en echarse a la calle. Al margen de la amnistía hay muchos más asuntos por los que manifestarse. Basta con ver la situación económica en la que nos encontramos y escuchar a los expertos que vaticinan el complicado porvenir de los próximos meses.

Precisamente será en los próximos meses cuando veamos la realidad que tiene el país. Las personas mienten, pero los números no. Ahí está la realidad que, quizás, no quieran que veamos pero las cortinas de humo no son eternas.