Los “Vor V Zakone”, el azote de la mafia rusa
- José Edgar Marín Pérez
- 22 agosto, 2019
- Columnas
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Una de las preocupaciones de la seguridad internacional es el control de la delincuencia organizada, existen muchos grupos como las maras centroamericanas, los cárteles mexicanos y colombianos, las “barrio gangs” norteamericanas, la “cosa nostra” o “la camorra” italiana, los “yakuza japoneses”, pero quizás las más peligrosa es la “bratva” o mafia rusa, específicamente los temibles vor v zakone.
La mafia rusa es un fenómeno social digno de estudio, ya que a largo de los siglos XX y XXI ha sobrevivido al imperialismo zarista, al socialismo, la glasnost y perestroika, así como el resurgir republicano. La mafia es definida por como “una organización pragmática que se adapta a cualquier situación concreta y que no se detiene jamás ante cualquier tipo de constricción que limite o impida su actividad” (Celis, 2009, pág. 10), este grupo corporativo basa su actuar en acciones ilegales, o bien, al amparo de la corrupción pública.
Bajo este entendido, los “[…] (vory v zakone) hombres austeros que pasaron la mayor parte de su vida en la cárcel o los campos de trabajo soviéticos, donde reinaban entre su gente. Elegidos por su inteligencia, su sagacidad, su valentía, y sus valores tradicionales llegaron a convertirse, tras la caía del telón de acero, en jefes de organizaciones criminales transnacionales, ya no tan monacales ni austeros, cuyo título de ‘ladrón de ley’, en algún caso, no fue adquirido por sus hazañas sino por dinero, aunque siguen basando su funcionamiento en el respeto y la fidelidad absoluta a las reglas contenidas en su código criminal” (López Muñoz, 2015, pág. 4). Sus orígenes datan de los asaltantes de caminos, previo al inicio de la revolución bolchevique de 1917, conformando así el “voroskói mir” (mundo de ladrones), que fueran perseguidos por el gobierno leninista y posteriormente por el stalinista, siendo condenados a los Gulag (campos semejantes a los de concentración del régimen nazi). Así surgen los vor v zakone, hermandad organizada jerárquicamente y con un catálogo de principios que incluyen lealtad, secrecía, ayuda mutua, la renuncia a tener familia o descendencia y la adopción de la vida criminal como medio de subsistencia.
Los vor v zakone no sólo sobrevivieron a los gobiernos antes mencionados, o los de Krusvhev, Brézhnev, Andrópov, Cherchenko y Gorvachov, sino también a la guerra fría, coyuntura histórica que les permitió enquistarse en el gobierno (incluyendo la KGB), llegando a aquellas naciones que conformaban el Pacto de Varsovia. “[…] los Vor v Zakone estaban al mismo tiempo con y contra el Estado. Desde entonces hasta la actualidad, la mafia es un motor del Estado ruso, está inmersa en negocios tanto legales como ilegales […]” (de Miguel Arteaga, 2017, pág. 48). Bajo este tenor, la invasión soviética en Afganistán entre 1979 y 1989, fue la oportunidad para esta agrupación de inundar de heroína al mundo occidental.
Siguiendo este orden de ideas, actualmente “la mafia rusa es una fuerza expansionista y ha ido más allá del mero aprovechamiento de expatriados y emigrantes rusos en el extranjero, Hay una fuerte mafia con presencia en República Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia, pero ha ido más lejos. Bajo el brutal y efectivo vor v zakone, han tomado control de las pandillas rusas emigradas de Brighton Beach de Nueva York. Desde allí ha construido un una organización norteamericana que incluye cinco carteles principales, que comprende 200 pandillas, especialmente en Nueva York, Chicago, Los Ángeles, San Francisco, Denver y Miami. La mafia incluso ha establecido una serie de prefecturas nacionales en Canadá, Grecia, Austria, Alemania, Países bajos e Israel” (Weenink & van der Laan, 2007, pág. 58). Bajo esta tesitura, se han extendido no sólo en países de Europa oriental, sino que sus alcances llegan a otras latitudes, conformando alianzas con grupos delictivos americanos o de Oriente Medio.
Asimismo, otro de los peligros de los vor v zakone, es el amplio espectro de actividades que controlan, incluyendo la trata de personas con nexos en México, Ucrania o Turquía, la venta ilegal de armas para las guerrillas en África y Centro América, la compraventa de materiales radioactivos, lavado de dinero, control de apuestas en ciudades como las Vegas y Atlantic City, organización de eventos deportivos fraudulentos, venta de estupefacientes y el ciberterrorismo. Sin embargo, el control político y financiero que tienen en distintos gobiernos, es lo que les hace ser el poder detrás del poder, basta recordar que pesa sobre el gobierno ruso y este grupo criminal la acusación de infiltración en las últimas elecciones de Estados Unidos, por lo que 2020 amenaza con ser el año en que los vor v zakone estarán nuevamente bajo la mirada internacional.
Nota: Feliz cumpleaños In.
Twitter: @EdgarMaPe
Referencias:
Celis, A. (2009). ¿Qué es la mafia?, la historia del crimen organizado. Madrid: Libsa.
de Miguel Arteaga, M. B. (2017). Origen histórico y tradición en el crimen organizado ruso. Revista Veritas(10), 39-70.
López Muñoz, J. (2015). Criminalidad organizada. La mafia rusa y su estrategia de expansión. Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos(15), 1-15.
Weenink, A., & van der Laan, F. (2007). The search for the Russian Mafia. Central and Eastern European Criminals in the Netherlands, 1989–2005. Trends Organ Crim(10), 57-76.