GRILLANDO

Uno de los retos que tenemos las y los periodistas o comunicadores, es ser objetivos cuando informamos, algo que no es sencillo, pues al final somos seres humanos, que como cualquier otro, respondemos a emociones y aspectos personales, sin embargo, cuando se trata de informar a la sociedad, estamos obligados a desprendernos de cualquier emoción o ideología para llevar las noticias de forma objetiva.  

Lo malo, es que en estas épocas nuestro país vive una de las crisis más grandes en cuestión de Libertad de Expresión y Derechos de los Periodistas, ya que somos una de las naciones donde más agresiones y asesinatos se registran en el mundo, todo emanado de un poder al que no le gusta la verdad, un crimen voraz y a gente corrupta que desea que nada se sepa para seguir saqueando y jodiendo al pueblo.  

Por ello, me parece desafortunado que las y los gobernadores de Morena, junto con el Jefe de gobierno de la Ciudad de México, hayan emitido un desplegado donde hacen un llamado a los medios de comunicación para que no infundan el miedo en la sociedad, como si los periodistas fueran los culpables de la impunidad con la que opera el crimen organizado, de los asesinatos que se registran diario, de los secuestros o miles de desaparecidos, algo que obviamente no nos gusta informar, pero que lo tenemos que hacer porque tampoco se puede tapar el sol con un solo dedo.  

Los ataques a la prensa continúan desde el poder gubernamental y eso es una realidad que aunque nos duela y afecte, tenemos que asumir para saber dónde estamos parados y por ello es que no queda otra más que seguir trabajando de forma profesional, honesta, veraz y objetiva para que la sociedad esté bien informada de lo que sucede todos los días.  

El miedo no lo infunden las y los periodistas, el miedo y el terror se ha generado por el crimen organizado que de la mano de los corruptos opera de forma impune, lacera al pueblo mexicano y nos roba aspectos elementales como son la seguridad, la tranquilidad y la paz, aquellos que constitucionalmente deberían garantizar nuestras autoridades en lugar de estarle echando la culpa a la prensa de sus graves errores, omisiones y corruptelas.  

LA GRÁFICA DE HOY  

Del fotógrafo JAIME ARRIAGA, es de una bella estampa de charrería que se pudo observar en el marco de la Feria Patronal Santiago Temoaya 2023, que se realiza hasta el 6 de agosto y donde los habitantes de la región han podido disfrutar de diversos eventos.  

Sin embargo, esta charreada sacó gritos de emoción este fin de semana cuando charros y escaramuzas realizaron varias destrezas ecuestres y que son parte de una de las tradiciones más importantes que tenemos en México.  

Así que un reconocimiento a la Asociación de Charros Temoaya, Rancho la Providencia y charros de esta región, que protagonizaron este espectáculo ecuestre y con ello pintaron de color la feria del municipio, una tradición que debe cuidarse y preservarse, ya que de forma preocupante se ha ido debilitando a pesar de ser un símbolo importante de nuestra cultura e idiosincrasia.  

GRILLANDO 2

Y VA DE CUENTO  

Estaba un borracho, de nombre HUGO PLIEGO, caminando tranquilamente en la calle y de repente se encuentra un muerto tirado debajo de una caseta telefónica y decide llamar a la policía.  

– Buenas noches, usted está hablando a la estación de policías, ¿cuál es su problema?  

– He encontrado a un muerto.  

– Está seguro de que está muerto.  

– Sí, señor estoy seguro.  

– Muy bien, en que calle se encuentra.  

– Espéreme, le vuelvo a llamar ahorita.  

Entonces HUGO se dirige a ver el nombre de la calle y apresurado regresa al teléfono y vuelve a marcar.  

– Buenas noches usted está hablando a la estación de policías, ¿cuál es su problema?  

– Soy el del muerto.  

– Ah, sí señor, ¿cuál es la calle?  

– Es… A ver, déjeme volver a ir a ver.  

Vuelve a ir a ver el nombre de la calle y esta vez lo va repitiendo en su mente.  

Buenas noches, usted está hablando a la estación de policías, ¿cuál es su problema?  

– Soy yo, el del muerto.  

– ¿Cómo se llama la calle?  

– Ah, es… Otra vez se me olvidó.  

Va varias veces y siempre a la hora de marcar se le olvida el nombre de la calle. Hasta que por la décima vez habla.  

– Buenas noches, usted está hablando a la estación de policías, ¿cuál es su problema?  

– El del muerto.  

– Ah, otra vez usted, señor, ahora sí dígame como se llama la calle.  

– Libertad.  

– ¿Pero por qué no lo dijo antes si no está tan difícil?  

– ¡Es que el nombre de la otra estaba tan difícil que mejor moví al muerto!  

HASTA mañana con más GRILLANDO. Comentarios en Twitter en @pepenader y en [email protected] 

GRILLANDO