GRILLANDO

Hace poco, un exsecretario estatal me decía que constantemente le tiraba al gobierno, por lo que parecía que estaba enojado con el sistema, a lo que le respondí que en efecto estoy enojado no solo como periodista sino como mexicano, pues es injusto lo que le ha pasado a mi querido México desde hace décadas, inclusive desde que tengo uso de memoria he vivido en un país que ha estado en crisis, inseguro, con un alto índice de asesinatos y secuestros, con 57 millones de pobres que aumentan todos los sexenios y con una lacerante corrupción emanada de la codicia de una clase política que ha amasado grandes fortunas en lugar de servir al pueblo.  

Por ello, es que ayer escribía en este espacio que era desalentador ver al “Frente Amplio por México” conformado por el PRI, el PAN y el PRD, pues de plano no tiene un perfil que inspire confianza, son los mismos actores políticos de siempre y con ello le restan fuerza a la democracia de México, pues con sus malas decisiones lo único que hacen es fortalecer a Morena, que como también lo dije ayer, tampoco han hecho bien las cosas en el gobierno.  

Sin embargo, no faltó el “politiquillo” de poca monta que a través de redes sociales se molestó por la columna inventando que ya me había comprado Morena, comentario que solo refleja la estupidez y soberbia con la que se ha conducido la oposición en México desde hace años, oposición que sigue sin darse cuenta que lo han perdido casi todo, que les urge renovar liderazgos, quitar a los corruptos, a los malos líderes y trabajar en acercarse al pueblo que ignoraron durante años y que por ello dejó de creer en sus candidatos y propuestas.  

Dicen que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver y aunque se encabronen los “politiquillos”, actualmente la oposición de México está débil y enferma de soberbia, algo grave, pues ponen en riesgo la vida democrática de nuestra nación, aquella de que demanda diálogo, intercambio de ideas y principalmente un equilibrio político donde no reine una sola voz o ideología, pues ello nos podría llevar a un totalitarismo que lejos de solucionar la situación del país vendría a empeorarla como ha venido pasando desde hace tantas décadas, le duela a quien le duela, pues al final esa es la realidad de nuestro país.  

LA GRÁFICA DE HOY  

Es de las terribles explosiones que se registraron ayer en un polvorín en San Pedro de La Laguna, en Zumpango, y dos más en la zona de La Saucera, en Tultepec, una constante donde queda claro que los protocolos para manejar la pólvora siguen siendo ineficientes y principalmente causantes de tragedias.  

Ante estos hechos, los elementos de la Secretaría de Seguridad, Protección Civil, el Servicio de Urgencias del Estado de México y el Heroico Cuerpo de Bomberos, se dieron cita para atender las emergencias y los heridos que fueron trasladados a los hospitales, sin embargo, nuevamente queda latente el hecho de que debe existir mayor control en la operación de los polvorines, pues no olvidemos las tragedias que en el pasado han llenado de luto esta región del Estado de México.  

Así que es fundamental que las autoridades estatales y municipales trabajen en estos polvorines, es evidente que lo hecho hasta el momento no es suficiente y habrá que ser más precisos en el manejo de la pólvora, de lo contrario tardes explosivas como las de ayer seguirán siendo una constante trágica.  

GRILLANDO

Y VA DE CUENTO  

Un grupo de cubanos abandona la isla rumbo a Miami. A la mitad del viaje a un anciano de nombre JUAN CARLOS MATURANA le da un ataque cardíaco y pide como último deseo una bandera para despedirse de su querida Cuba.  

Los demás, sensibilizados, comienzan a buscar en bolsas, mochilas y en todos los lugares donde pudiese estar guardada una bandera de Cuba. Después de algún tiempo, se dieron cuenta de que no había ninguna bandera de Cuba con ellos.  

Una bella joven, viendo el sufrimiento del viejo MATURANA, dice que tiene un tatuaje con la bandera de Cuba en el trasero, por lo que, movida por el sentimiento de solidaridad, se ofreció para mostrarla.  

La chica se puso a un costado del moribundo, se bajó los pantalones y mostró el trasero con la bandera tatuada.  

En una situación inusitada, el viejo agarró a la chica y besó la bandera, emocionado, mientras gritaba: ¡Mi querida Cuba, me despido con recuerdos, mi vieja Habana, mi linda tierra!  

El viejo continuó con besos y más besos en la bandera, hasta que, en lágrimas, le dice a la chica: ¡Ahora ponte de frente, que quiero despedirme de Fidel!  

HASTA mañana con más GRILLANDO. Comentarios en Twitter en @pepenader y en [email protected]