EL VALLE DEPORTIVO

Por: Pedro Eric Fuentes López

El cinismo es el sustituto del lisiado intelectual para la inteligencia. Russell Lynes

Realmente somos el hazme reír del mundo deportivo a todos niveles. Y cómo no serlo si padecemos, no una crisis, sino una megarchirrequeterrecontrasuper crítica, grave y desahuciada realidad que está a punto de verter todo lo fétido que se ha acumulado en los últimos 5 años. No se trata nada más de que México se encuentre en la situación socio-política económica, cultural y en todas las aristas, donde -infortunadamente- se incluye al deporte en primeras instancias, y es claro que el desafío para los próximos años -pero yaaaaa- será torcer este rumbo. Todos los cañones de las políticas públicas deportivas deberán apuntarse, encausarse y hacer efecto de sinergia en esta dirección. Pero seamos francos, hay varios factores que pueden dificultar el camino…si y sólo si lo seguimos permitiendo. Si bien el deterioro en el nivel de vida es evidente, el punto donde estamos hoy es el resultado de una trayectoria que lleva más de -por lo menos- 20 años. Como resultado, nos hemos ido adaptando y acostumbrando -a mí no me gusta la costumbre- y hemos aprendimos a tolerar a fuerzas el dolor económico, que es el factor número uno para que se evidencie toda causa de destrozos, de la mentada y real corrupción, de la aparición de los intocables, de perseguidores en busca de justificaciones sin ton ni son, o sea, una razón para probar algo sin nada; lo peor es que sin que llegue a generarse una expresión de políticas públicas -en cualquier área eh- lo suficientemente fuertes como para ajustar el derrotero en el que estamos, seguiremos en el maldito laberinto en que nos han mentido y engañado por tanto tiempo.

El deporte nunca ha sido la excepción y la prueba está con que a veces resulta que es el mejor aliado para la artimañas y disfraces de satisfacción, para colgarse los logros de quienes en competencia leal, ganan, para posar en las fotografías y vociferar cualquier tontería, para insistir en que son tiempos de cambio, aun cuando muchos sabes que eso es una auténtica falacia. Ante esta situación, los ejemplos son cada día más claros, fuertes, rotundos y concluyentes. En lugar de que el sistema deportivo en México sea un concepto de adaptación integral y gradual para todos, además de que es un derecho que se vierte desde principio en nuestra Constitución Política, más bien se ha convertido en una cacería de brujas por los pseudo funcionarios que habitan la cúpula, pero esto lo hacen con efectos dominó y colaterales muy sensibles, denostando que toda osadía, se paga caro, sumamente caro, o sea, se han encargado de ejemplificar que si no están -los deportistas, atletas y entrenadores, federaciones y más- de su lado, con ellos y con sus precarias e inservibles ideales, son enemigos públicos número 1 en el país y, por tanto, pagarán muchos por este desprecio y atreverse a otras cosas. Hoy, el desafío es grande y los riesgos son muchos, pero como alguna vez dijo Nicolás Maquiavelo: [nada grandioso fue jamás conseguido sin peligro]. Sin embargo, más allá de eso, incluso peleando y superando estos y otros desafíos, habrá que hacerle frente a lo que sigue, deberán combinarse entonces la sabiduría para conocer el lugar donde estamos pisando y habitando, la capacidad para persuadir a la mayoría de la sociedad deportiva sobre la necesidad de cambiar de rumbo antes de las confrontaciones, y por último la pericia técnica para diseñar y llevar adelante un plan estratégico integral deportivo exitoso.

Insisto que ésta es la peor crisis del sector deportivo en la historia de la nación, y será un parteaguas sobre cómo debe y tiene que funcionar esta noble labor en el futuro. Solo aquellos audaces, soñadores y constructores que tomen cartas en el asunto y logren mitigar las pérdidas, harán que se pueda salir adelante cuando vuelvan a la esencia real del deporte, la sociedad necesita estar activa físicamente, con opciones para la práctica de alguna disciplina, seguridad, salud y educación. Pero mientras sigan, por citar un caso, problemas sin resolver como el de la natación mexicana, donde quizás uno pensaría que ya sabíamos de los problemas que algunos deportistas y/o atletas han llegado a botear para costear y cubrir gastos porque no se les respalda, pues ahora, algunas sirenas mexicanas decidieron emprender -como recurso- una venta de trajes de baño para financiar su camino a París 2024 ante falta de apoyo de la Conade, porque la instancia suspendió el apoyo económico a las deportistas, por lo que las nadadoras mexicanas han comenzado a vender trajes de baño con imágenes de la mariposa monarca para “juntar” recursos para sus próximas competencias internacionales y su participación en la justa veraniega del próximo año.

Así pues, mientras Ana Gabriela Guevara, siga con esa línea de decir que le vale madre lo que se diga de ella y su pseudo gestión, por el momento no queda más que esperar y ver cómo se resolverá todo esto. Ufffff.