Circo, maroma y Lorenzo Córdova

Cuenta la leyenda que hay dos temas de los cuales por sobre todas las cosas y por los siglos de los siglos no se debe hablar; política y religión (aunque desde mi punto de vista también puede entrar el futbol), pues ambos tocan la parte sensible de las personas al poner en juego posturas personales y dejando ver su inclinación hacia ciertas ideologías.
Sin embargo, no hay de otra, debemos hablar de estos temas y cada vez más, pues la política está inmersa en nuestra vida diaria. Dentro de este esquema se sitúan los organismos electorales, en este caso; el Instituto Nacional Electoral (INE), encabezado por quien cada vez le hace más honor a su nombre; “Lorenzo”, Lorenzo Córdova Vianello, el actual Consejero Presidente que desde el 15 de diciembre de 2011, es consejero del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), y desde el 3 de abril de 2014, en esta transición de IFE a INE, tomó posesión como presidente por nueve años, más de 10 años en un organismo que ha generado innumerables dudas sobre su aparente autonomía, pues los fraudes electorales han estado ahí, a la vista de todos y nada se ha hecho, pero si defendiera los procesos electorales como defiende su sueldo, tal vez podríamos pensar en una democracia más consolidada y más confiable.
Ahora bien, si deseas conocer a alguien solo hay que darle “poder”, o por lo menos eso es o que dicen, y el hecho de que Lorenzo Córdova lleve tanto tiempo como la máxima autoridad del órgano electoral, tal vez lo ha llevado a perder el piso, pues en algunos videos que llega a compartir o entrevistas que otorga a determinados medios, se le nota demasiado alterado, enfadado, hecho una fiera, y no precisamente al proteger los intereses ciudadanos, sino defendiendo esa vida tan cómoda que le brinda el INE, pues de acuerdo con una investigación de la periodista Nancy Flores (agosto, 2022), son 123 los servidores públicos adscritos al Instituto Nacional Electoral quienes ganan más que el presidente de la República, López Obrador. Mientras este último tiene un sueldo de 167 mil 617 pesos mensuales brutos, a cada uno de los 11 consejeros electorales el erario de la nación les paga 262 mil 634 pesos cada mes. Además de ellos, seis coordinadores, 64 directores, dos jefes de oficina, cinco secretarios y tres titulares de unidad superan las percepciones del primer mandatario.
Por lo anterior, es necesaria una reforma al instituto electoral y que Lorenzo Córdova de paso a alguien más (esto sucederá en abril de 2023), pues en los últimos años más que ser el árbitro electoral, decidió ser jugador y hasta porrista de algunos grupos de oposición. El consejero presidente ha dejado de representarnos y en realidad no sabemos si algún día lo hizo, pero como afortunadamente él no es la encarnación de la democracia como se siente o lo quiere hacer ver, y aun podemos tratar de hacer los ajustes pertinentes para eliminar tantos vicios que se arrastran de manera histórica, vale la pena intentarlo.
El protagonismo del consejero presidente ya fue demasiado, cayó en los excesos y es lo que debe incentivar una reforma al INE, que no significa la destrucción del mismo. Si queremos intentar algún cambio y algunas mejoras, por supuesto que se debe de tocar al INE, que para ser sinceros está bastante manoseado por las elites y los grupos de poder.
Lo sustancial no es estar a favor o en contra de la reforma que propone el presidente o del discurso de no tocar al INE, pues el presidente también abusa del espacio de las mañaneras y emite descalificaciones muy fuertes que no son al propio instituto, sino a Lorenzo Córdova, por lo cual, ambos deberían comportarse a la altura para entender cuál es el papel de cada uno para no hacer de diferencias personales un tema público en el que pretenden que los ciudadanos se decanten por uno o por otro, pues literalmente, no hay a cual irle.
Finalmente, que si el INE debe desaparecer, la respuesta es simple y categórica, no. Que si el planteamiento de las modificaciones al INE se hace de manera tendenciosa, sí, porque el presidente jamás ha hablado de su desaparición, pero sí de algunos cambios. Que sí el tiempo de Lorenzo Córdova llegó a su fin, desde hace mucho. Que si debe tomarse un té (o varios) para calmar su ira y no perder la compostura, también, pero ahora viene la parte difícil, de realizarse la reforma al INE, la cual cuenta con amplio respaldo ciudadano tal como lo señalan las encuestas realizadas por el propio instituto, las cuales no dio a conocer porque los resultados no le favorecían, ¿Cuáles son los cambios que se requieren o que nos hacen falta? La reforma que propone el presidente no puede pasar sin moverle una coma.
Por ello, más allá de andar organizando marchas que si bien están en su derecho de hacerlo; “en defensa del INE”, que suena más en defensa de “sus privilegios”, así deberían organizar un proyecto de reforma lo más objetivo posible, pues tanto se quejan de la polarización que llega a generar el presidente, que cuando estos grupos hacen lo mismo, no es tan grave, es más, hasta adornan el discurso, es por México.
De Lorenzo Córdova ya no podemos esperar algo más que el resguardo de los intereses que representa. La oposición es tan débil que a veces da tristeza y a veces un poco de lástima, pero lo que es un hecho es que necesitamos una reforma electoral acorde a nuestra realidad y a nuestras necesidades donde se aprenda del pasado fraudulento que tenemos y de esta repartición de consejeros entre los diferentes partidos para no volverlo a repetir.
La vida política del país es un asunto serio, el circo y maroma de Lorenzo Córdova, se irán, con la fortuna que ha acumulado durante todo este tiempo tiene la vida resuelta, y nosotros, que hay de los ciudadanos de a pie, pensemos más en el país que queremos y reflexionemos si realmente estamos haciendo algo para conseguirlo.