Transmiten pueblos originarios su cosmovisión del Día de Muertos

Toluca, Méx.- El Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas (CEDIPIEM), organismo sectorizado a la Secretaría de Desarrollo Social, encabezó la exposición de ofrendas alusivas al Día de Muertos, que contó con la participación de los representantes de los pueblos originarios situados en la entidad.
Durante el evento, se destacó que el Gobernador Alfredo Del Mazo Maza tiene el compromiso de trabajar para preservar la multiculturalidad que existe, debido a que es parte fundamental de la identidad nacional y estatal.
En la Plaza José María González Arratia, ubicada en el centro histórico de la capital mexiquense, se efectuó este evento, en el cual se compartió la cosmovisión y costumbres sobre esta festividad, además de señalar que es una prioridad mantener espacios que promuevan las tradiciones que están vigentes entre las comunidades.
En México, el Día de Muertos cuenta con variaciones entre estados, municipios e incluso localidades, sin embargo, es una conmemoración al recuerdo de los que ya partieron y su valor es imprescindible para preservar las costumbres que nos identifican como nación.
En 2003 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró el Día de Muertos como patrimonio inmaterial de la humanidad, ya que su origen data desde la época prehispánica, cuando el culto a la muerte era parte de sus creencias, porque al morir una persona, sus familiares lo sepultaban envuelto en un petate y organizaban un festín para guiar su camino hacia el Mictlán.
Actualmente, la práctica se conforma de la mezcla de la conmemoración que realizaban los pueblos indígenas dentro del territorio nacional y de los rituales religiosos que trajeron los españoles durante la conquista.
En el altar que se coloca para los fieles difuntos deben estar presentes los cuatro elementos de la naturaleza: el agua, que representa la fuente de vida; la tierra, simbolizada por flores y frutas que ayudan a mostrar el camino de vuelta a sus hogares; el aire, a través del papel picado, anuncia que los difuntos han llegado, y el fuego se muestra a través de velas que iluminan el regreso.
Otros elementos importantes en los altares son las calaveras, retratos de las personas que trascendieron, la sal, el copal, el pan simbólico de la época y objetos personales de los que ya no están.