SIN TON NI SON
- Francisco Javier Escamilla
- 20 junio, 2019
- Columnas
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La Capilla Sixtina, ubicada en el Palacio del Vaticano, se le conoce mundialmente por las pinturas que el gran artista italiano, Miguel Ángel, realizó en su techo durante el período 1508 a 1512. Las paredes no fueron pintadas por Miguel Ángel sino por varios pintores del Renacimiento, entre lo0s que destacan Pietro Perugino, Sandro Boticelli, y Luca Signorelli. Debajo de estos frescos existieron tapices que cubrían la totalidad de la pared, diseñados por Rafael.
El nombre de “Sixtina” proviene del primer dueño de la capilla, que fue el papa Sixto IV. Esta capilla se construyó entre 1475 y 1483, con la particularidad de haberse considerado las proporciones del Templo de Salomón, descritas en el Antiguo Testamento. En el año 1507, el entonces papa Julio II solicitó a Miguel Ángel que decorara el techo con una nueva pintura, para sustituir el decorado de las cúpulas que consistía en una pintura de un cielo estrellado, realizada por Pier Matteo d’Amelia. En virtud de que Miguel Ángel era más escultor que pintor, no se mostró muy entusiasmado con la idea, pero su capacidad artística lo llevó a crear un mosaico pictórico que contiene más de trescientas figuras con escenas actualmente conocidas en todo el mundo y que representan la creación, la caída y la redención de la humanidad. Se cree que para lograr esa enorme obra recibió la ayuda de un consejero teológico y de asistentes pintores de nombres desconocidos. Miguel Ángel también escribió poesía y en sus poemas llegó a describir lo incomodo que resultaba tener que pintar en una posición inclinada, alcanzando la altura del techo mediante andamios.
Las escenas del techo se conforman de nueve escenas del Génesis: tres dedicadas a la Creación, tres a la historia de Adán y Eva y tres a Noé. Se sabe que Miguel Ángel las pintó en orden inverso, con la finalidad de ir adquiriendo destreza para poder pintar a Dios y representarlo dignamente. En el marco arquitectónico que divide las escenas se aprecian hombres desnudos conocidos como “ignudi”. Desnudos de menor tamaño aparecen con textos bíblicos sobre los medallones de bronce que complementan la totalidad del techo. En las cuatro cúpulas de las esquinas de la Capilla se representan escenas de la salvación de los israelitas.
En la parte inferior del techo se ubican siete profetas, de enorme tamaño, además de cuatro sibilas paganas (videntes femeninas de la mitología romana que terminaron por ser adoptadas por la tradición cristiana). Debajo de ellas hay 16 cristaleras con la representación de los ancestros de Cristo.
Se puede observar que donde aparece representado Dios no es en el centro geométrico del techo de la Capilla Sixtina, su ubicación obedece a que Miguel Ángel se aseguró de realizar esta pintura justamente por encima del área reservada para los Cardenales.
El escritor y pensador alemán del siglo XVIII, Johann Wolfgang von Goethe, después de visitar esta capilla, en un viaje por el Vaticano, escribió: “si uno no ha visto la Capilla Sixtina, entonces no puedes tener una idea clara de lo que un hombre es capaz de hacer”.
Ya tuvimos la oportunidad de tener a la Capilla Sixtina en nuestra propia ciudad, espero que no te hayas perdido la ocasión de admirarla.
Comentarios: [email protected] Twitter: @_copitoo