NECESIDAD DE INTERVENCIÓN PÚBLICA EN EL AGUA

Es común escuchar en las conversaciones cotidianas las deficiencias del gobierno, su ineficacia en la solución de problemas, lo complejo de los trámites y desde luego, la corrupción. Algunas personas solo se encojen de hombros y dicen que tener un gobierno es un mal necesario, pero no realizan acciones para participar y coadyuvar para mejorarlo, manteniendo su apatía.
Recordemos que desde el inicio de los tiempos, todas las civilizaciones se han configurado con la presencia de líderes o personas en las que recae la toma de decisiones, designadas por mandato divino como los egipcios, monarquías, por imposición como en los imperios o dictaduras o por vía de la democracia, comprobándose que no es posible administrar un país con una reunión permanente en la que participen todos sus pobladores, por lo que es necesaria que los ciudadanos deleguen la toma de decisiones en representantes.
Estos representantes, aparte de ser elegidos por contar con diversas virtudes, en mi opinión deben de estar informados y apoyados por un equipo multidisciplinario para que la toma de decisiones sea lo más correcta posible. Recordemos que un líder, presidente de una nación, gobernador o presidente municipal, es tan fuerte como el equipo que le rodea y la franqueza y capacidad de su equipo es relevante.
En ese orden de ideas, los asuntos relacionados a la gestión integrada del recurso hídrico se han vuelto complejos y especializados, por lo que las autoridades no deben de soslayar la incorporación de personal con la preparación y experiencia necesaria que les apoye en la aplicación de las políticas públicas para mejorar o dar sustentabilidad al manejo del agua.
Por otro lado, las intervenciones públicas correctamente orientadas tienen por objeto resolver un problema o atender una necesidad, ambos de carácter público. Los recursos de los que dispone el Estado deben ser utilizados de manera eficiente y eficaz, con la finalidad de maximizar el impacto de las políticas públicas sobre esos problemas. En este sentido, una responsabilidad primordial de los gobiernos es utilizar el gasto público como un instrumento para mejorar las condiciones de la ciudadanía, máxime la reducción y condicionamiento riguroso de recursos para ser utilizados para infraestructura hidráulica.
Es por ello que, resulta vital que la agenda pública esté conformada por Políticas Públicas y Programas Presupuestarios que estén diseñados a partir de la identificación rigurosa de las situaciones que intentan transformar, sus causas y efectos, al igual que la población objetivo a la cual va dirigida. También es indispensable que las políticas y programas tengan claridad en los resultados esperados; que dispongan de los medios para lograr las metas establecidas; que cuenten con los elementos a través de los cuales operarán; que demuestren que son capaces de lograr el propósito para los que fueron creados; y que puedan identificar que sus resultados tienen el impacto esperado. La evaluación es una herramienta de política pública que hace una importante contribución para lograr todo esto.
Cuando en la gestión del agua solo participa el gobierno se facilita la evaluación, pero cuando intervienen los comités ciudadanos independientes, son necesarios esquemas de gobernanza y transparencia para una planeación, operación y evaluación participativa de las acciones desarrolladas en beneficio de la población. Lamentablemente, sin la intervención gubernamental, casi la totalidad del manejo ciudadano del agua termina en anarquía, opacidad, enriquecimiento de los responsables, ilegalidad y una nula visión de futuro para erradicar las deficiencias. La autoridad debe ser garante de la aplicación de leyes, aspectos técnicos correctos, transparencia e incluso de procesos democráticos para el funcionamiento de los comités ciudadanos independientes de agua potable.

PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE
Como dijera mi amigo, el arquitecto Jaime Romero Terrón, Jefe de la Unidad de Atención a la Infraestructura y Atención de Emergencias de la Comisión Nacional del Agua, terminó “la misma película de siempre” de los eventos de inundaciones en el Estado de México. Es necesario repasar lo sucedido para el desarrollo y operación de obras hidráulicas de salvaguarda y no repetir los errores. Recuerden #SalvemosOjuelos.
Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram @mejiapedrero Twitter @cuencalerma o por Facebook.