No nos olvidamos

Hoy no toca hablar de política, o tal vez sí, pero visto desde otro punto de apreciación: el arte.
Aparentemente a los ciudadanos mexicanos se nos olvidan todas las atrocidades que han hecho los políticos. Se nos olvida por ejemplo tantos enemigos que ha tenido o construido, nuestro presidente, que han ido desde los integrantes de la UNAM, los profesionistas y aspiracioncitas, hasta los medios de comunicación y últimamente el Dr. SIMI. Tal vez se nos haya olvidado que Ebrard tuvo que desaparecer en Europa después de haber entregado una línea 12 del Metro con innumerables fallas. Total, que tenemos fama de acordarnos de nada.
Pero bueno, existen quienes nos ayudan a recordar, de todo lo malo, de todo el lodo que se embarra en la política, pero de una forma sutil, elegante y sobre todo a través del arte.
El grupo mexicano de rock Molotov, tiene una canción que se llama “No nos olvidamos”, que relata con humor, con dolor y con un sentido de patriotismo, la sarta de infamias que han cometido cada uno de los presidentes de México, desde López Portillo hasta AMLO. Estos cuatro músicos hacen un recorrido muy vistoso con un rap rock, con matices de bossa nova y reggae, que los devuelven a la línea, un poco perdida, de la crítica ácida y áspera que tenían los temas de su primer disco.
Lo interesante aquí es que el tema sí genera una conciencia del estado político con el que cuenta nuestro México, por lo que a su vez, nos sitúa en un posición cómoda para poder tener una perspectiva general de lo que es la clase política nacional de cara a los próximos procesos electorales.
“Aquí se las apuntamos” dice parte del coro, como insinuando que muchas veces la gente no hace nada, pero va sumando a un saco que se llena de piedritas hasta reventarse, queda la pregunta ¿hasta cuándo aguantará ese saco?
La reflexión que nos deja este tema musical es que aparentemente no tenemos para donde voltear. Sin importar el partido político seleccionado, es una porquería, cada candidato por más prolijo que se presente, no deja de mentir y de decir verdades a medias, de ocultar datos y de ser corrupto. La diferencia en este punto es nuestra elección, que pareciera depender del azar, de escoger por el “menos peor”, por un corrupto conocido o por un economista frustrado.
Ojalá puedan disfrutar de este tema, que nos hace reflexionar de una forma agradable y triste al mismo tiempo, así como se presenta la vida, así como es la política de nuestros días.