Tecnología financiera, la aliada clave de las empresas durante el Hot Sale 

Ciudad de México.- Con la llegada de la temporada de descuentos, la atención está puesta en las campañas de marketing y las ofertas especiales. Sin embargo, en medio de la preparación por atraer nuevos clientes, muchas empresas podrían estar descuidando un elemento importante para el éxito de sus estrategias: la preparación de su infraestructura de pagos.

El crecimiento de la temporada de descuentos es un hecho. Según la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), las ventas durante este evento superaron los 29,000 millones de pesos en 2024, con un aumento del 28% respecto al año anterior. Más de 12 millones de consumidores participaron en las últimas ediciones, generando más de 220 millones de visitas a tiendas en línea. Estos datos reflejan no solo el atractivo para el mercado mexicano, sino también la creciente expectativa de una experiencia de compra digital que sea rápida, segura y sin fricciones.

En este contexto, Fiserv, un proveedor líder mundial en tecnología de pagos y soluciones financieras, señala un aspecto crucial: si los sistemas de pago no están preparados para soportar un gran volumen de tráfico, las consecuencias pueden ser significativas. Entre ellas, se encuentran las fallas en las autorizaciones de transacciones, tiempos de espera prolongados en las plataformas de checkout, errores de procesamiento y una mayor exposición a posibles fraudes. De acuerdo con Baymard Institute, cada segundo de demora en el proceso de pago incrementa hasta en 7% la probabilidad de abandono del carrito, lo que representa una pérdida directa de ingresos y oportunidades de ventas.

“En temporadas de venta con alta demanda, una infraestructura de pagos robusta es una necesidad estratégica. Cada interacción en el proceso de compra debe ser rápida, ágil, segura y sin fricciones. Cuando los sistemas no están preparados, las marcas no solo pierden ventas, también ponen en riesgo la confianza de sus clientes, que hoy valoran tanto la experiencia como el producto mismo”, afirma Sergio Villarruel, Director General de Fiserv México.

El impacto de una infraestructura deficiente va más allá de la pérdida inmediata de ventas. La experiencia de compra se convierte en un factor decisivo en la percepción de marca y en la lealtad del cliente. Transacciones fallidas o inseguras pueden traducirse en una desconfianza difícil de revertir, especialmente en consumidores cada vez más informados y exigentes, que buscan no solo buenas ofertas, sino también facilidad, rapidez y protección de sus datos personales en todo momento.

Para hacer frente a estos retos, Fiserv comparte algunas recomendaciones que las empresas deben considerar e implementar de forma preventiva:     

● Realizar pruebas de carga para simular escenarios con alto volumen de tráfico.

● Fortalecer la prevención de fraudes con sistemas de inteligencia artificial y monitoreo en tiempo real.

● Diversificar métodos de pago: tarjetas, wallets, transferencias SPEI y “compra ahora, paga después” (BNPL).

● Reducir los pasos en el checkout y mejorar la experiencia móvil.

La importancia de preparar una infraestructura de pagos robusta, no radica únicamente en evitar fallas técnicas, sino en capitalizar todo el esfuerzo invertido en marketing, inventario y atención al cliente. La infraestructura de pagos actúa como el último eslabón en la cadena de conversión; cualquier punto de fricción en este proceso puede traducirse en resultados en bajos resultados.

En un entorno donde la competencia es intensa y los consumidores son cada vez más sofisticados, garantizar transacciones ágiles, seguras y sin fricciones se convierte en una prioridad estratégica. Estar preparados para sostener altos volúmenes de operaciones durante eventos como las temporadas de descuentos, no solo protege la rentabilidad del negocio, sino que también consolida la confianza del consumidor a largo plazo, en un mercado que premia a quienes ofrecen no solo precio, sino también una experiencia superior.