El Servicio Geológico de los Estados Unidos

Como profesional dedicado por décadas a la gestión hídrica y ambiental, reconozco que uno de los pilares fundamentales en nuestra disciplina es, sin duda, el Servicio Geológico de los Estados Unidos, mejor conocido como USGS (United States Geological Survey). Fundado en 1879 bajo un mandato del Congreso para clasificar tierras públicas y examinar su geología y recursos minerales, el USGS ha evolucionado hasta convertirse en la principal agencia científica del país del norte para el estudio del entorno natural, los riesgos geológicos y la gestión de recursos.

El USGS nació como una necesidad para inventariar y comprender el vasto territorio norteamericano, especialmente tras la expansión hacia el oeste. Sus primeros años estuvieron marcados por campañas de exploración, cartografía y levantamiento topográfico, esenciales para el desarrollo económico del país. Sin embargo, con el paso del tiempo, la agencia diversificó su campo de acción, adaptándose a nuevas prioridades sociales y ambientales. Actualmente, el USGS está estructurado en cuatro grandes áreas científicas: recursos energéticos y minerales, recursos hídricos, geografía y ciencia de la Tierra (geología, peligros naturales y geomática).

Uno de los aspectos más valiosos del USGS es su función como generador de datos científicos imparciales y accesibles al público. En mi experiencia trabajando en proyectos de remediación de sitios contaminados y evaluación de riesgos geológicos, he recurrido frecuentemente a sus mapas geológicos, modelos digitales de elevación, bases de datos hidrogeológicas y sistemas de monitoreo sísmico que en un principio fueron desarrollados por esa dependencia estadounidense. El USGS opera redes como la Red Sísmica Nacional Avanzada (ANSS), que proporciona datos en tiempo real sobre actividad sísmica, o el programa Landsat —en colaboración con la NASA— que, desde 1972, permite observar los cambios en la superficie terrestre mediante imágenes satelitales.

En el ámbito del agua, el USGS mantiene más de 8,000 estaciones de medición de caudal, esenciales para la gestión sostenible de los recursos hídricos y la prevención de inundaciones. Asimismo, su labor en la vigilancia de volcanes, subsidencia del suelo, calidad del agua subterránea y contaminación ambiental ha sido fundamental para la toma de decisiones a nivel federal, estatal y local.

La importancia del USGS va más allá de su función técnica. Su trascendencia radica en ser una institución que, desde el rigor científico, ha acompañado el crecimiento de su país, aportando evidencia para la formulación de políticas públicas, la protección del medio ambiente y la preparación frente a desastres naturales. Su enfoque no regulatorio le permite mantener una objetividad que genera confianza entre la comunidad científica, la industria y la ciudadanía.

En un mundo cada vez más impactado por el cambio climático, la urbanización acelerada y la sobreexplotación de recursos, la misión del USGS es más relevante que nunca. Su capacidad para integrar ciencia, tecnología y datos abiertos lo posiciona como un modelo a seguir para servicios geológicos en otros países. Como ingeniero, considero al USGS no solo como una fuente de información, sino como un aliado indispensable para comprender y preservar nuestro entorno natural.

PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE

En México tenemos al Servicio Geológico Mexicano, pero no tiene todo el cúmulo de actividades del USGS. En realidad, tenemos que conjuntar diversas actividades de la CONAGUA, SADER, INIFAP, INECC, IMTA y el INEGI para tratar de abarcar todo lo que hace el USGS, por lo que ya hablaremos de ellas. Recuerden #SalvemosOjuelos.

Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram @mejiapedrero Twitter @cuencalerma o por Facebook.