EL VALLE DEPORTIVO

Pedro Eric Fuentes López

La vida es un camino a largo plazo, en la que tú eres maestro y alumno; unas veces te toca enseñar, pero todos los días te toca aprender. Anónimo

Alguna vez, en Ixtapan de la Sal, acá en el Estado de México, se tuvo la sede para llevar al cabo la reunión del Sistema Nacional del Deporte -SINADE- en la cual participaron todos los actores del país, con la firme y categórica intención de planificar, dar seguimiento y evaluar, las acciones necesarias en el deporte mexicano, no sólo en el ámbito de alto rendimiento -que supone es lo más “atractivo”- sino también el deporte social, que es el de mayor impacto y demanda y que, por tanto, tiene un punto de quiebre esencial en las aspiraciones de cientos y miles de deportistas y atletas en territorio nacional. Además, abarca áreas como las olimpiadas nacionales, el deporte universitario y, en general, todo lo relacionado con la actividad física en México y motivo de orgullo, satisfacción, llevar a otros niveles de punta a la Cultura Física, pero, sobre todo, acercarla a la población mediante programas de inclusión, equidad, y aquellas variantes que sabemos deben permear para un buen desarrollo y mejor actuar. Descrito lo anterior, el domingo pasado en Acapulco, Guerrero, dio inicio la reunión de este 2025 del SINADE, que dicho sea de paso, por ley, concentra a las figuras más representativas -insisto- para el desarrollo del deporte en nuestro país, además de que debe realizar reuniones periódicas cada año para ejercer un detallado y minucioso estudio y rendición de cuentas, en la incansable búsqueda de alternativas para el crecimiento, impulso, seguimiento y más, del deporte mexicano.

Muchos ni conocen y mucho menos saben lo que significa o significará, planificar, garantizar y llevar una real operatividad en la política deportiva del país, para ello, es vital la participación, incorporación y visión efectiva de la CONADE como cabeza del Sistema Nacional del Deporte, tanto así como la colaboración de todas las federaciones nacionales, asociaciones civiles como el Comité Olímpico Mexicano, el Consejo Nacional del Deporte Estudiantil y otras instituciones que promueven la actividad física a nivel nacional, porque con ello, al menos y de un solo tijerazo, podremos aspirar a una mejora sustancial y efectiva para que se trabaje de manera seria y se redefina con claridad qué se quiere para el deporte social, qué se busca en el deporte de alto rendimiento y cuáles son los objetivos en el deporte estudiantil. También es fundamental establecer criterios transparentes para la asignación de apoyos y becas a los deportistas.

Hoy se aspira a que en verdad, como en aquellos ayeres, se deje de visualizar como un formato para convivir, sociabilizar y hasta para amarrar intereses ajenos y/o huesos políticos y sociales, como era el paso de la administración pasada, misma que fue rebasada en todo sentido y no le daban la real dimensión a la promoción, difusión, planeación, recuperación y reposicionamiento al verdadero desarrollo deportivo de México, ahora mismo, espero y seguro que ustedes también que las reales autoridades deportivas -no aquellas de escritorio únicamente y de fotografía al pie de la oficina- entiendan que este evento es uno de los más importantes porque de ahí se desprende y concluyen los argumentos y viabilidad del rumbo de trabajo constante que debe seguirse en nuestra nación, para ampliar el horizonte deportivo desde casa, hasta llegar al alto rendimiento y dar un repaso en la característica del provisorio progreso hacia el profesionalismo, según sea el caso y la disciplina, por cierto, un punto que han dejado de lado porque según eso es harina de otro costal, empero, el punto está en la agenda y ojalá, neta que en verdad haya una verdadera organización y un seguimiento efectivo de las acciones en el deporte nacional.

Basta ya de palabrería barata, de fotos al sol, de lucir las guayaberas y sandalias más caras, de las gafas de marca y otras “cositas” es momento, de establecer alianzas, cerrar círculos, amarrar trabajos constantes, establecer estrategias sólidas y reales, coordinar esfuerzos entre los distintos niveles de gobierno y organismos deportivos, y sigo y seguiré insistiendo en que, asegurar el cumplimiento de los objetivos en materia de cultura física y deporte nos llevará a una nueva ventana de oportunidades para todos, no tan sólo para unos cuantos y sacar al deporte del fango. El camino ya comenzó y seguro que vendrá lo mejor.

Pásenla bien!!!