DESLIGAR LA POLÍTICA Y EL AGUA

La gestión del agua es un tema que va más allá de los intereses políticos, ideológicos o de cualquier cambio gubernamental. A pesar de la importancia fundamental que tiene este recurso para el desarrollo de las sociedades, la política del agua sigue siendo vista, en muchos casos, como un tema que debe responder a los intereses y prioridades de los gobiernos en turno. Esta visión ha hecho que muchos de los planes y programas destinados a mejorar la situación hídrica en México queden estancados o desvirtuados con cada cambio de administración, poniendo en riesgo la continuidad de acciones clave para asegurar el acceso al agua para todos.

Recientemente, la renuncia de Pedro Moctezuma Barragán como Secretario del Agua del Estado de México ha evidenciado un patrón que no solo afecta a esta entidad, sino a todo el país: la fragilidad de los proyectos relacionados con la gestión hídrica ante los cambios políticos. Este tipo de situaciones nos invita a reflexionar sobre la necesidad urgente de desvincular la política del agua, de manera que los avances en esta materia no dependan de los vaivenes electorales o de la voluntad de un funcionario o partido político, sino que estén respaldados por un enfoque técnico y de largo plazo.

La situación del agua en el Estado de México, por ejemplo, es crítica. Con una población en constante crecimiento, el estrés hídrico es cada vez mayor, y los esfuerzos por garantizar el acceso al agua y su distribución justa se ven frenados por la falta de continuidad en las políticas públicas. Esto no solo afecta a los ciudadanos, sino también al medio ambiente y la economía de la región. Planes como el Plan Hídrico, aún pendiente su publicación, que buscan establecer un marco normativo y técnico para la gestión del agua, no deben quedar en el aire simplemente porque un cambio de administración desestime el trabajo previo.

Para lograr una verdadera mejora en la situación del agua, es fundamental que las políticas no dependan de las preferencias de los actores políticos. Esto implica que, al momento de diseñar políticas públicas en la materia, se debe dejar de lado la lógica de “quien gana, impone”. El agua es un bien común que debe estar por encima de cualquier rivalidad partidaria. En este sentido, la construcción de una visión conjunta y amplia, que abarque no solo al gobierno, sino también a la sociedad civil, a las comunidades, a los científicos y a las organizaciones no gubernamentales, se vuelve indispensable.

Uno de los mayores retos en este sentido es la gobernanza del agua. El modelo actual, en el que los intereses políticos del momento dictan las acciones a seguir, ha demostrado su ineficacia. En lugar de depender de un secretario o un conjunto de funcionarios, lo que se necesita es un sistema robusto de gobernanza que se encargue de coordinar esfuerzos entre los diversos niveles de gobierno y los actores sociales. Este sistema debe garantizar que las decisiones sean tomadas de manera técnica y basada en evidencia, con un enfoque que trascienda los periodos electorales y que tenga un horizonte a largo plazo.

Si bien la política no debe desvincularse completamente del agua, ya que la toma de decisiones también involucra la participación democrática, sí es crucial que los cambios políticos no conlleven el olvido de los avances en la gestión hídrica. El agua debe ser un tema de Estado, un asunto prioritario que no esté sujeto a los altibajos de las elecciones. Solo así se podrá garantizar que las políticas, programas y acciones en materia de agua sigan avanzando, sin importar quién ocupe el cargo de turno.

En conclusión, desligar la política del agua es una necesidad urgente para asegurar la sostenibilidad de este recurso esencial. La continuidad de las políticas públicas en materia hídrica no puede depender de los caprichos de los gobiernos ni de los cambios partidistas, sino de un compromiso de largo plazo que garantice la seguridad hídrica para las generaciones presentes y futuras.

PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE

Reitero lo dicho en este espacio: hablemos del agua. Hagamos que el agua sea un tema cotidiano en y no demos por sentado que siempre tendremos acceso a la misma y organicemos para mejorar la gestión del agua. Recuerden #SalvemosOjuelos.

Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram @mejiapedrero Twitter @cuencalerma o por Facebook.