EMERGENCIAS Y URGENCIAS 46

20 de febrero de 2025

Sacerdote Daniel Valdez García

Queridos hermanos y hermanas,

En el pasaje del Evangelio según San Marcos 8, 27-33, se relata un momento en que Jesús y sus discípulos se dirigían a los poblados de Cesarea de Filipo. Durante el camino, Jesús les preguntó: “¿Quién dice la gente que soy yo?” Ellos respondieron: “Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que eres uno de los profetas”. Entonces, Jesús les preguntó: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Pedro respondió: “Tú eres el Mesías”. Jesús les prohibió contarle esto a nadie.

Luego, Jesús les explicó claramente que era necesario que el Hijo del hombre sufriera mucho, fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y fuera entregado a la muerte para resucitar al tercer día. Al expresar esto con claridad, Pedro intentó disuadirlo. Pero Jesús, mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro con firmeza: “¡Apártate de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres”.

La confesión de fe de Pedro marca el punto culminante de la revelación gradual de Jesús a sus discípulos. En este contexto, se introduce el tema del «Mesías sufriente», un concepto que se aclara a través de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y que se conecta con profecías profundas (cf. Isaías 42 y 53). La pregunta que Jesús formuló a sus discípulos continúa abierta hoy, requiriendo de nosotros, los creyentes, una respuesta adecuada y comprometida.

Hablaremos ahora sobre los trastornos de personalidad. Estos son un grupo de afecciones mentales caracterizadas por patrones prolongados de comportamientos, emociones y pensamientos que difieren significativamente de las expectativas culturales de una persona. Estos comportamientos pueden interferir significativamente con la capacidad para relacionarse con otros, trabajar y funcionar en distintos contextos.

Las causas exactas de los trastornos de personalidad son desconocidas, pero se cree que tanto los factores genéticos como los ambientales desempeñan un papel en su desarrollo.

Los profesionales de la salud mental los clasifican en los siguientes grupos:

  • Grupo A: Comportamientos extraños o excéntricos.
  • Grupo B: Comportamientos dramáticos o erráticos.
  • Grupo C: Comportamientos ansiosos o temerosos.

Estos trastornos incluyen condiciones como el trastorno de personalidad paranoide, esquizoide, esquizotípico, antisocial, y limítrofe, entre otros. Los síntomas varían según el tipo de trastorno, pero, en general, involucran sentimientos, pensamientos y comportamientos inadaptados a múltiples escenarios. Suelen comenzar en la adolescencia y pueden generar problemas laborales y sociales, variando en gravedad de leve a severa.

Este relato sobre Jesús preguntando quién dicen las personas que es, también se encuentra en los evangelios de Mateo y Lucas. Por ejemplo, Mateo presenta a Herodes especulando que Jesús es Juan el Bautista resucitado, mientras que Lucas describe a Herodes curioso por ver a Jesús, tras escuchar diversas opiniones de su identidad.

Complicaciones posibles de los trastornos de personalidad incluyen problemas interpersonales, dificultades en el trabajo o estudios, otros trastornos mentales, intentos de suicidio, abuso de drogas y alcohol, así como trastornos de estado de ánimo y ansiedad.

La referencia a personajes bíblicos como Herodes el Grande y su hijo Herodes Antipas resalta alteraciones de personalidad difíciles; el primero, como rey, mostró rasgos de narcisismo obsesivo y paranoico; y el segundo, tenía trastorno delirante, ambicioso y fácil de manipular por parte de Herodías, además otro reflejó de su perfil desviado fue el ser responsable de la muerte de Juan el Bautista y de Santiago, hermano de Juan.



Amén, amén, Santísima Trinidad.