GRILLANDO

El domingo que tuvimos el programa sobre el Toluca de nombre “Entre Diablos”, nuestro compañero HÉCTOR BLAKE nos platicaba de su experiencia laboral en Taiwán y me quedó presente una frase que dijo respecto a que en México estábamos a más de 100 años de ellos en todos los sentidos, en el político, económico, social, educativo y no se diga en el tecnológico, una realidad que habla sobre vivir en primer y tercer mundo.

Siempre he manifestado que la vida en Latinoamérica, como en otras regiones del mundo, no es sencilla, al contrario, es un reto que nos impulsa a dar nuestro mayor esfuerzo para salir adelante y llevar el sustento a nuestras familias todos los días, más que en otras regiones del mundo, por lo que aquí hay que trabajar doble para salir adelante y fincar un patrimonio.

Pero en México, el flagelo de la inseguridad y del poder criminal nos sigue condenando, algo que es evidente por todo lo que vivimos diariamente y que precisamente pude confirmar con el relato de mi estimada amiga y extraordinaria estilista ESTHER, quien me platicó su amarga experiencia en el Walmart de la terminal de Toluca, donde a plena luz del día estacionó su auto y al salir se llevó la sorpresa de que ya no estaba, un robo descarado ante la mirada y complicidad de los que están en ese estacionamiento.

Además del golpe de que te han arrebatado tu patrimonio, hay que sumarle la mala atención en las oficinas de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México en la Agencia Especializada para el Robo de Vehículos, más conocida como OCRA de Toluca, donde los “funcionarios” te ponen su clásica jeta y  prácticamente te dicen que te hacen el favor de levantar el acta, pero que lo más seguro es que el coche ya fue desvalijado, es decir, que entonces de nada sirve denunciar el robo de vehículo, pues la propia autoridad te dice que ya valió madre, ya que una vez más ganaron los criminales gracias a la impunidad y si inoperatividad.

Cabe destacar, que al caso de ESTHER se suman el de otras personas que en las últimas semanas han corrido la misma suerte en el Waltmart de la terminal de Toluca, así que tengan cuidado de ir a esta plaza donde evidentemente los criminales operan con luz verde, algo que también está pasando en otros centros comerciales como el de Zinacantepec o en Galerías Metepec.

Qué maldito coraje, trabajar tanto para tener un auto y que con la mano en la cintura los criminales hagan de las suyas, una constante que según las autoridades había disminuido, pero que en los hechos sigue siendo una constante y que en lo personal solo explico con la complicidad de aquellos que en lugar de ser socios de los criminales, deberían estar protegiendo y garantizando la seguridad del pueblo.

LA GRÁFICA DE HOY

Del fotógrafo JAIME ARRIAGA, es del desprendimiento del aplanado de la pared de la iglesia de la Santa Veracruz en pleno centro de la ciudad de Toluca, mismo que representa un riesgo para los peatones, por lo que las autoridades han colocado cintas preventivas sobre la banqueta que está en avenida Independencia.

Lo malo, es que ahora la gente debe caminar por la calle y por el segundo carril de esta concurrida avenida, esto gracias a los automovilistas irresponsables que se estacionan en un lugar prohibido y donde incluso vemos camionetas de los legisladores mal estacionadas, un riesgo para quienes transitan por este lugar.

Así que un llamado a las autoridades municipales para que tomen cartas en el asunto, a las autoridades eclesiásticas que deben llamar al INAH para resanar las paredes y a los ciudadanos y legisladores para que dejen libre el primer carril de la avenida Independencia y la gente no tenga que estar caminando entre los autos, poniéndose en riesgo, algo que esperemos no sea cosa de meses o años sino de días, ya que como lo menciono anteriormente, es una zona en donde hay un alto flujo de peatones a lo largo del día.

Y VA DE CUENTO

Estaba un argentino en un restaurante y de pronto alguien le dice: ¡Pepe, tu mujer te está engañando!

El argentino ni tardo ni perezoso, sale del restaurante, se sube en una bicicleta y se dirige a su casa, pero con tan mala suerte, que antes de llegar a la primera esquina, se estrella contra un poste y cae de cara sobre el pavimento, donde exclama todo atarantado: ¡Si seré idiota, ni me llamo Pepe, yo me llamó PIRINGO, ni casado estoy y no sé andar en bicicleta!

HASTA mañana con más GRILLANDO. Comentarios en Twitter en @pepenader y en [email protected]