POLÍTICA AMBIENTAL

LA TRADICIÓN DE LAS CABAÑUELAS

Una de las prácticas tradicionales realizada durante los primeros días de cada año tanto en mis abuelos paternos de Metepec, como los maternos de Jalapa, Tabasco, era observar el tiempo durante todo el mes de enero, práctica conocida como las “cabañuelas”. Ambas familias se dedicaban primordialmente a la agricultura y es por ello, la importancia de tratar de conocer el temporal de lluvias.

Resulta curioso que en dos lugares tanto geográfica como climatológicamente diferentes, se tenga dicha costumbre y según mis abuelos, era bastante efectiva, a pesar del cambio climático.

Las “cabañuelas” son una forma tradicional de predecir el tiempo atmosférico durante un año, especialmente en algunas regiones de España y América Latina. Esta práctica se basa en la observación de ciertos patrones climáticos durante los primeros días de enero.

En general, las cabañuelas consisten en hacer pronósticos meteorológicos para cada mes del año basándose en el clima observado durante los primeros días de enero. Las personas que practican las cabañuelas suelen prestar atención a factores como la dirección y velocidad del viento, la temperatura, la presión atmosférica y otros elementos climáticos durante ese período inicial del año.

Es importante destacar que las cabañuelas no son un método científico respaldado por la meteorología moderna. Se considera más una tradición popular o folclórica, y sus resultados no son necesariamente precisos. Aunque algunas personas creen en la validez de las cabañuelas como método de predicción del tiempo, es crucial recordar que la meteorología actual se basa en métodos científicos y tecnología avanzada para realizar pronósticos más precisos y confiables.

Algunas interpretaciones comunes asociadas con los días de enero:

Día por mes: Algunas personas asignan un día de enero a representar cada mes del año. Por ejemplo, el 1 de enero podría simbolizar enero, el 2 de enero febrero, y así sucesivamente. Las condiciones meteorológicas observadas en cada uno de estos días se consideran indicativas del clima que se espera en el mes correspondiente.

Primera quincena y segunda quincena: Otro enfoque común es dividir enero en dos partes: la primera quincena y la segunda quincena. Las condiciones meteorológicas durante la primera quincena se asocian con los primeros seis meses del año, mientras que la segunda quincena se relaciona con los últimos seis meses.

Asociaciones específicas: Además de la asignación directa de días a meses, las cabañuelas a menudo involucran asociaciones específicas. Por ejemplo, se cree que un día soleado en enero podría indicar un mes soleado más adelante, mientras que un día lluvioso podría anticipar un mes más húmedo.

En mi caso personal, los primeros doce días de enero representan cada mes. A partir del día 13, son también los meses, pero en retroceso, es decir, 13 de enero representa diciembre, 14 de enero es noviembre y así sucesivamente. A partir del 25 de diciembre se cuentan los meses por medios días, así el 25 es enero y febrero, y el 26 de enero es marzo y abril.

Finalmente, el 31 de diciembre es por horas. De las 0 a las 12, de enero a diciembre y de 13 a 24, de diciembre a enero.

 

PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE

Aun tengo muy vívido el recuerdo de mis abuelos haciendo anotaciones en el calendario sobre las cabañuelas, sus enseñanzas sobre las nubes y a reconocer cambios en el comportamiento de aves, insectos y animales de granja para tratar de predecir el clima. Checa en mis redes sociales el seguimiento que doy a las cabañuelas y sus conclusiones. Recuerden #SalvemosOjuelos.

Para mayor interacción los invito a seguirme en redes sociales Facebook: Ing Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram @mejiapedrero Twitter @cuencalerma