Asociaciones civiles y religiosas crean albergue en Ecatepec

Ciudad de México.- La Agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para refugiados (ACNUR), se estima que durante el último trimestre del año pasado, entre 3 mil 6 mil migrantes están llegando a la frontera sur de México por día, fenómeno que, ha ido en aumento desde agosto de 2023. 

Frente al incremento de la migración y solicitud de asilo en diversas regiones del país, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha sumado esfuerzos con Fundación Scalabrani de México A.C. para colaborar en la apertura de un nuevo refugio para migrantes en Ecatepec, Estado de México. “La Casa del Migrante Arcángel Rafael II”  tendrá la capacidad para albergar y proveer de un techo seguro a más de 3,500 personas por año.

El refugio, ubicado en San Pedro Xalostoc, en Ecatepec, contará con diversos espacios para dormir, baños, cocina con utensilios, comedios, áreas de recreación y servicios de apoyo como asistencia legal, psicológica y espiritual para las decenas de familias que lleguen a la región. 

La apertura estuvo a cargo de Oscar Roberto Domínguez, Obispo de Ecatepec, donde se dio cita Luis Fernando Vilchis, presidente municipal de Ecatepec de Morelos; Pedro Mena, representante del Gobierno del Estado de México para asuntos religiosos; Giovanni Lepri, representante en México de ACNUR; y Karim del Valle, representante de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

“Estamos comprometidos como comunidad a continuar y reforzar nuestro compromiso para brindar ayuda y refugio a quienes más lo necesitan. Brindar nuevas oportunidades y herramientas para lograrlo es una de nuestras prioridades con quienes buscan una nueva oportunidad, seguridad y calidad de vida”, mencionó Del Valle, representante de la Iglesia.

La Iglesia de Jesucristo ha colaborado con la Fundación Scalabrini y con la Pastoral de Movilidad Humana en varias ocasiones para brindar asistencia a migrantes. Este año la Iglesia ha donado alimentos y kits de higiene para personas en refugios de varios estados de la República Mexicana, mientras que en 2022, la Iglesia ayudó a equipar un nuevo refugio donando 100 literas, 200 colchones y 200 juegos de sábanas para ampliar el refugio disponible.