EL VALLE DEPORTIVO

Hagas lo que hagas no podrás agradar a todo el mundo. Nunca busques la aprobación y menos donde no te quieren o fingen hacerlo. Si no te reciben bien, ¡vete! La amistad no se compra, nace. Walter Riso.

Créeme, con más de medio siglo de vida y a éstas alturas de mi vida, no mendigo la aprobación de mi persona, ni ante ni con nadie. Eso es para mentes chiquitas, para aquellos que se quedaron rumiando sus pesares, frustraciones, negaciones y sueños que no alcanzaron a realizarlos, entonces surgen como polilla por doquier y lanzan cuanta porquería se les ocurre porque simplemente nos les satisface nada y menos lo que ven en ti. Esa es la clave, ellos no quieren ser como tú, pero si quieren lo que tienes y tratan de justificar su iracunda irrealidad con escenarios tan escasos como su mentalidad de escritorio y a la sombra de otros. Mi jefa siempre me decía: “…cuídate de quién ésta cerca de ti, porque llega a conocer tus puntos débiles y los utilizará como armas para derrotarte; abusado -me insistía, y a la fecha- porque entre la envidia y la falsedad a tu espalda se encuentra…” y cuánta verdad tiene, porque de pronto salen a relucir todas las cosas, las mentiras más oscuras y ocultas, las razones más ciertas y los supuestos “amigos-carnales” más falsos que se les llena de espuma la boca al largar la lengua por uno…

Para esos y para otros más, nada mejor que el extraordinario ejemplo que han dispuesto mediante la iniciativa “Racepect”, una de las mejores campañas que ha tenido el Gran Premio de México, mediante la cual se busca generar un movimiento en el que se invita a todos a dejar la rivalidad en la pista -en el tema en comento- porque es más sobre el espectáculo, que sobre la “batalla” en sí, luego entonces, la combinación de la palabra es bastante asertiva, es decir, recala en la fusión de: race=carrera, respect=respeto, con lo que se demuestra, una vez más, que el entorno deportivo puede verse inmiscuido sí, en toda una rivalidad, pero que se debe quedar ahí y no trascender a otras esferas de la vida misma, porque ésta te pone más pruebas difíciles todos los días y uno nunca sabe cuándo ni cómo terminara, por ello, más que prudente y significativo el ejemplo, porque también, si bien es cierto que la F1 y el GP de nuestro país convoca a todos, el show también es parte del paquete, pero ciertamente debe serlo con materia sólida de irrestricto respeto y no andar ni de bocones, alzados, soberbios y menos de sabelotodo, porque patear un balón no es saber de todo eh.

Les voy a poner un ejemplo claro sobre lo que se pretende con esta campaña; los abucheos, el supuesto pensamiento de incomodar al contrario, “hacer sentir la localía” -muchas veces lo dicen en los estadios los del sonido local- resulta que es para bien o para mal, ok., es parte del deporte, pero como dicen los comerciales: todo en exceso genera problemas y al deporte -en cualquier arista- lo ensucia, lo lastima y nos hace endebles y sin educación, o peor aún, sin cultura, como los que describí líneas arriba. O ¿qué? A poco de verdad han olvidado que sigue sin resarcirse totalmente el mal afamado e indigno grito en los estadios de futbol, situación que le ha costado caro a la Federación Mexicana de Futbol, o aquellas cruentas agresiones llenas de locura, odio desenfrenado y fanatismo que ha derivado en violencia física. Yo nunca lo olvido y a diario lo comento en corto y en masivo, no podemos permitir que la ignorancia y la miopía de ciertas personas y/o grupos vulneren a nuestras personas y a nuestro deporte. No! por ello, celebro en toda la extensión de la palabra que  los organizadores del Gran Premio de la Ciudad de México lanzaran su iniciativa buscando crear conciencia -ojalá- entre los aficionados que asistan al Autódromo “Hermanos Rodríguez” los próximos 27, 28 y 29 de este mes, para contener y frenar abucheos, insultos, agresiones de cualquier índole hacia los pilotos, directivos, equipos, aficionados, familias, autoridades civiles, de seguridad, etc., porque la humillación y la bajeza de quién o quiénes lo profieren debe ser desterrada de cualquier escenario y no solamente deportivo sino de la vida misma, del sector laboral, familiar, profesional, de donde sea, porque justamente el recuerdo nos obliga a rememorar que el año pasado, por ejemplo, el inglés Lewis Hamilton fue duramente abucheado por la multitud, a pesar de que en el pódium estaban Max Verstappen y Sergio Pérez. Es más, Checo tuvo la atingencia y decoro de contener a la afición y pedirles cordura buscando salvar la situación.

Pero bueno, esos tragos amargos lo único que hacen es que manchen y limiten uniones, amistades, hermandades y de plano no cruzar la delgada línea entre la agresión y la reacción, esto significa que hay que poner límites, distancia y atención en que no se repitan actos negativos de intolerancia y como dice el adagio de vida y deporte: cuando la ignorancia habla, la inteligencia calla…

Pásenla bien!!!