La siguiente vez que hagas planes, que no se te olvide incluirte en ellos. Daniel Habif

Mientras que a algunos no les alcanza para destacar los logros de quienes menos pensábamos que harían algo o conquistarían un sitio en la historia del deporte mexicano a nivel mundial y se siguen quedando pequeños al hablar solamente de futbol -que a veces ni lo ven- al menos yo soy un convencido de que cuando se quiere, se puede, no importan ni las condiciones, ni adversidades, ni incomodidades, es decir, no hay pretexto y mucho menos balanzas donde se llegan a colocar aspectos que terminan por derrotar algunos sueños, empero, existen otros que con la actitud positiva, empática y asertiva, producen grande cambios, esperanzas y obviamente estupendos resultados, lo demás, ¡bah! pan con lo mismo, mediocridad, comodidad y hasta lavarse las manos. Y si a esto le sumamos que históricamente siempre ha existido talento en nuestro país para brillar en el ámbito internacional en muchos deportes, entonces está en nosotros llevarlos a otras esferas de la vida y no seguir pensando que la globalización se debe enfocar únicamente en el balompié, incluso más allá de beneficiar a uno que otro que no ve más allá del mismo, porque dicen, es lo que más vende -y el que más se sigue- situación en la cual estoy completamente en desacuerdo, pero bueno, pululan otros tantos “compañeros” que hacen de éste hermoso deporte una religión y no es que este mal, sin embargo, la pluralidad debe existir y abarcar lo más que se pueda de las demás disciplinas y no tan sólo como una simple mención o nada más por no dejar, no! nel!, ni madres! eso es seguir cayendo en la facilita y permitiendo que muchos sigan tirados a la hamaca y no vean, ni sientan cómo y cuándo un compatriota y/o un conjunto, consiguen sendos logros, y en todo caso -también- cuando ni siquiera avanzan y/o alcanzan a llegar a la meta trazada. 

Y para muestra todo lo que desde la semana pasada nos ha dejado el deporte mexicano en el mundo; lo mejor -sin duda- es lo de un hecho aislado-cierto- en el ciclismo internacional pero que nos brinda una enorme satisfacción y una gran perspectiva de cara al futuro, y todo ello gracias al esfuerzo de unos amantes al deporte de las jacas de acero, que, ante la nula o peor aún, retrógrada y muy poco transparente gestión al frente de la federación mexicana de ciclismo, han optado por apoyar con patrocinios de la iniciativa privada a un equipo de jóvenes talentos para poderlos llevar hasta las grandes ligas del ciclismo profesional, como ha sido el caso del Tour de France, y más adelante tanto del Giro de Italia, como de la Vuelta a España, y otras tantas clásicas allá en Europa, donde está el verdadero poderío del crecimiento del deporte, y esto, nos gusté o no, es la realidad.

Y ya sabemos el cuento de nunca acabar que infortunadamente se ha dejado crecer en México y que, de no ser por las atinadas, voluntariosas y comprometidas intervenciones de la IP así como de algunos particulares, no se obtendrían resultados atractivos ni un seguimiento especial de nuestros compatriotas. Está el caso, por ejemplo, no sólo del ciclismo de ruta, sino también el de montaña con los magníficos resultados en la figura de Gerardo Ulloa, que insisto, deben ser enmarcados con buena voluntad y mejor vehemencia, porque de nada serviría que no se les de su alta relevancia. Así que para satisfacción y motivación de muchos ciclistas -por señalar- lo que consigue el pedalista bajacaliforniano, de 19 años de edad, Isaac del Toro, en el marco del Tour L’Avenir, el denominado Tour de France Sub 23, el corredor nacional, establece y ratifica que los el progreso y este resultado, son la clara muestra que necesita el país entero en materia deportiva, en políticas públicas deportivas y en el cambio generacional que nos permite, obligadamente, a ver a estos baluartes y dejar que el balón siga rodando, y que se le otorgue la distinción que merecen los dos señalados, pero también quien fuera compañero de Isaac durante el certamen, otro mexicano de quien hablan poco o nada, pero en este Valle Deportivo nada se me va, y señalar que José Ramón Muñiz, fue artífice directo para que del Toro lograra el triunfo, con lo que ellos son grandes prospectos y a quienes seguramente veremos el año entrante en un equipo profesional de importancia, su talento, perseverancia, valor, amor y hasta esas lágrimas, valen eso y mucho más. Y, sin embargo, el otro ejemplo, claro y contundente del que pocos hablan, es el de Monserrat Ocampo, quién logra histórico tercer lugar en Campeonato Mundial de Patinaje de Velocidad en Italia, gracias al trabajo y constancia, pero sobre todo la preparación y mentalidad ganadora y no darse por vencida y con una soberbia actuación se quedó con el bronce en la prueba de 1000m sprint. La originaria de Quintana Roo terminó con un tiempo de 01.33. 431, justo detrás de la francesa Marie Dupuy, que terminó en la segunda plaza y la colombiana Kollin Castro, que con 01.31. 952 se colgó el oro. Una noticia que llena de entusiasmo a la delegación mexicana que participa en el torneo y que es confirmada por 11 patinadores de velocidad y que recién inició este sábado 26 de agosto.

La otra cara de la moneda, ha sido el mísero accionar en el Campeonato Mundial FIBA 2023 de México, donde acepto, caí en la incredulidad y vergüenza al creer que sí había posibilidades de conseguir algo, pero me di de topes cuando vi los 2 partidos de los 12 nuevos guerreros, donde la quinteta de Omar Quintero, no sólo fue dominada, sino aplastada y evidenciando lo que menciono en cada oportunidad: con las puras ganas no se alcanza la victoria; hay ocasiones en que se tiene que sufrir para lograr el triunfo y trascender, pero de ahí a dejar claro que la brecha generacional nos absorbe y mientras no haya más talento mexicano en el deporte extranjero, será severamente imposible que se consigan títulos de campeonatos.

Pásenla bien!!!