El pretexto de los libros de texto

Excesiva, mal intencionada y con intereses que van más allá de la educación, así es como se generó la campaña de desinformación en contra de los nuevos libros de texto gratuito que el gobierno pretende que se utilicen en el ciclo escolar 2023 – 2024. Por otra parte; tardía, torpe y poco clara fue la respuesta del director general de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Marx Arriaga y también de la propia secretaria de Educación, Leticia Ramírez Amaya.

A estas alturas, difícilmente alguien no está enterado de la polémica con los libros de texto gratuito, pues una de las televisoras con mayor audiencia en el país —Televisión Azteca— se encargó de elaborar un discurso totalmente desproporcionado, desprovisto de argumentación y fiabilidad que se ha repetido en casi todos los espacios de esta televisora de manera unánime, un guion establecido que hace que quienes están al frente de sus espacios noticiosos en Azteca uno, Azteca 7, adn40 y a+, lean y repitan lo que se les coloca en una pantalla aun cuando no entiendan o estén seguros de aquello que estén diciendo.

Es “interesante” que las personas consideren como una fuente confiable al conductor que comenzó a difundir esta noticia; Javier Alatorre, el mismo hombre que en el momento más complicado de la pandemia (abril de 2019), llamó a no hacer caso al subsecretario de Salud; Hugo López-Gatell ¿Por qué? porque dese el inicio de la contingencia su jefe, el presidente de Grupo Salinas —Ricardo Salinas Pliego— se opuso a las medidas de distanciamiento social y la suspensión de actividades consideradas no esenciales; obligando a sus empleados a continuar con su jornada laboral de 9 de la mañana a 9 de la noche los 365 días del año  en sus tiendas Elektra y Banco Azteca, a sabiendas del riesgo que esto implicaba. Sin embargo, para este sujeto, antes que la vida de las personas están sus ganancias, por algo es el tercer hombre más rico de México.

Pero si vamos un poco más atrás, existe otra noticia que hace recordar a este falaz conductor, “la leyenda del chupacabras”, donde Javier Alatorre daba cuenta de un rumor nacido en Puerto Rico sobre “una extraña criatura” que mataba el ganado y atemorizaba a los campesinos y que hoy, quienes vivieron este acontecimiento difundido durante el sexenio de Carlos Salinas; 1988-1994, lo recuerdan con gracia.

Alatorre reportaba en el mismo noticiero que tienen al día de hoy —Hechos— supuestos avistamientos del chupacabras, cuando lo que intentaba era desviar la atención de los severos problemas que atravesaba el país; el asesinato del precandidato Luis Donaldo Colosio y del secretario general José Francisco Ruiz Massieu. El levantamiento de los zapatistas en el sur de México y particularmente, la situación económica por la cual atravesaba el país que culminó con la devaluación del peso durante los primeros días de la presidencia de Ernesto Zedillo; diciembre de 1994, la cual es imputable directamente a Carlos Salinas por su mal manejo de las finanzas del país.

Pero antes que hablar con la verdad y actuar de manera ética y profesional, mejor echar mano de medios de comunicación como el de Salinas Pliego y su empleado Javier Alatorre, quien está a punto de pasar a la historia como ejemplo de la manipulación de la información y de la práctica de un periodismo servil, dispuesto a mentir y torcer la información. Primero; el chupacabras, después; ignorar las medidas sanitarias para evitar el contagio por COVID-19 y ahora, cancelar la entrega de los libros de texto.

Es evidente que el tema central no es su aparente indignación por el contenido de los libros, un análisis más cuidadoso puede llevar a sospechar de una especie de chantaje por parte del dueño de TV Azteca, es decir, una manera de obligar al gobierno federal a tomar decisiones que sean convenientes no solo para esta televisora, sino para todas las empresas e intereses que tiene este hombre en México y Estados Unidos.

Hace unas semanas se dio a conocer que las empresas de Ricardo Salinas Pliego se mantienen en litigio por adeudos con el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Grupo Salinas tenía una primera deuda con el Gobierno de México por dos mil millones de pesos, la cual, ya fue saldada. Sin embargo, actualmente se encuentra en litigio en el Poder Judicial otra deuda por 18 mil millones de pesos, que no es la única, pues se dice que tienen juicios fiscales abiertos por más de 35 mil millones.

Durante este sexenio el dueño de TV Azteca ha tenido que pagar varias deudas pendientes con el SAT, lo cual evidentemente no le hace mucha gracia, pero ayuda a entender el nivel de enojo que lo llevó a ocupar como pretexto los libros de texto gratuito para emprender una campaña que afecta directamente al gobierno federal. Por otra parte, se hizo público que el Gobierno no aceptó la concesión solicitada por una de las empresas de Salinas Pliego para explotar una mina en Baja California Sur ¿Aún tienen dudas de dónde viene el origen de esta campaña?

Tratemos de centrarnos en lo que realmente importa, la educación, en ofrecer a la niñez y juventudes mexicanas contenidos relacionados con la realidad que viven. Partamos de la idea en la cual, los cambios son necesarios, pero el nuevo modelo educativo se ha caracterizado por una serie de tropiezos que hacen que el tema se utilice con fines políticos y empresariales, lo cual es triste, pero no hay claridad en los procesos y sí, una terrible falta de información y autocrítica para reconocer los errores cometidos.

Es ineludible transitar a nuevas formas de educar, los libros de texto gratuito son una herramienta insustituible en nuestro país, pues hay hogares donde son los únicos libros con los que se cuenta y pensar en no hacer entrega de estos, o bien, arrancar las hojas de los contenidos que los padres consideren “inapropiados” como señaló el dirigente del Partido Acción Nacional, es absurdo e irracional.

Los libros de texto siempre han tenido errores y se ha recurrido a “la fe de erratas”, un método de corrección posterior a la producción de un libro o impreso que consiste en indicar los errores cometidos en el ejemplar, identificando la página y señalando la corrección que debe hacerse. Esto no exime a la secretaría de educación de su responsabilidad y es una tontería que el director de materiales educativos exprese que son áreas de oportunidad, por supuesto que habrá áreas de oportunidad, nada es perfecto pero si perfectible, tendrán tiempo de realizar cambios que permitan contar con materiales más completos y de mayor calidad, pero es más honesto indicar la existencia de errores que se comprometen a corregir, que la soberbia de negarse a reconocerlos y señalar que antes hubo más, como si esto se tratase de ver en que sexenio se cometieron más errores.

En pleno siglo XXI, año 2023, continuamos con serios problemas para entender los cambios sociales, y lo menciono por aquellos a quienes les ofende hablar de familias donde hay dos papás, dos mamás, o únicamente hay mamá o papá. Este tipo de contenidos es el que ha desatado los comentarios que llevan a pensar en cancelar la entrega de los libros, mismo caso de los temas de educación sexual. En México existen generaciones a las cuales jamás se les habló de sexualidad, y lo menos que se puede hacer ante la falta de conocimiento o la vergüenza para abordar estos temas desde casa, es permitir que en la escuela se les proporcione información al respecto.

El tema de los libros de texto se volvió el pretexto perfecto para sacar sus rencores y odios al gobierno ¿Y la educación? Les ha preocupado más como capitalizar el tema con fines políticos que revisar los libros que están disponibles desde el pasado 8 de agosto con la idea de que cada uno pueda formar su propia opinión, solo así podrán darse cuenta que algunas de las imágenes difundidas en redes sociales no corresponden a libros de México, sino de España.

Cuando el rechazo por el presidente es lo que moviliza la actuación de las personas, el diálogo se vuelve imposible. El regreso a clases será en un par de semanas y el país cuenta con maestras y maestros comprometidos que sabrán alejarse del tema político para intentar ocuparse en transmitir nuevos aprendizajes a niñas, niños y adolescentes. Los errores que existen habrán de señalarlos, pues subestiman a los docentes como si no tuvieran la capacidad de tomar decisiones ante contenidos que consideren poco entendibles o sean erróneos.

Mientras no exista mayor conciencia y responsabilidad al informar, seguiremos transitando a estos escenarios de polarización que sacan lo peor de la gente, particularmente en redes sociales. La buena noticia es que un nuevo tema vendrá, se lanzaran con todo hacia el presidente y dejarán por la paz el tema educativo, solo queda esperar que sea pronto y que los libros de texto gratuito dejen de ser el pretexto para estar peleando y fingir que les interesa la educación del país.