Altas expectativas

Iniciar un año generalmente da una sanción de poder renovarse, reinventarse, comenzar nuevos proyectos, plantear metas y cumplir propósitos; algunos nuevos y otros yacen enmarcados pero convencidos (momentáneamente) de que este año, si se cumplen. El ánimo es favorable, permea la sensación de que las cosas pueden ser mejor en todos los aspectos y para algunos representa la oportunidad de prospectar como serán los 365 días que hay por delante. En este sentido, resulta inevitable no cargar la balanza hacia lo positivo, pues todos queremos que nos vaya bien, pero, aquí está el odioso pero, ya que mientras había quienes no terminaban de ubicarse en el 2023 y recién terminaban el festejo del año nuevo o se preparaban para un día de recalentado, la noticia que inauguraba el año era un motín en el Centro de Readaptación Social (Cereso) Nº 3 de Ciudad Juárez (Chihuahua) alrededor de las 6:30 de la mañana, que dejó como resultado 30 reos de alta peligrosidad fugados. ¡Qué bonita manera de comenzar el año!
En conferencia de prensa en Palacio Nacional el lunes 2 de enero, Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad Ciudadana, detalló que el domingo 1 de enero un grupo de personas con autos blindados y armas de fuego ingresaron al penal, el saldo del motín fue de 30 reos prófugos entre los que se encuentran integrantes de la banda “Los Mexicles”, afines al “Cártel de Caborca”, además de 17 heridos; 10 oficiales de seguridad penitenciaria y siete internos. También 15 lesionados: 14 internos y un custodio. El motín tuvo como objetivo la liberación de Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, conocido como “El Neto”, líder de la agrupación antes mencionada.
En el Cereso No. 3 de Ciudad Juárez, fueron halladas 10 celdas VIP con televisión y otros privilegios, pues en el operativo fueron aseguradas 285 bolsas de cristal, 38 bolsas de cocaína, 68 de mariguana, 69 de heroína, ocho pastillas de fentanilo y 50 de cristal. También 4 vehículos entre ellos un vehículo Hummer blindado, un aditamento lanzagranadas calibre 40; 27 armas largas, 9 armas cortas, 84 celulares y más de 1 millón de pesos depositados en una caja fuerte, sí, por sorprendente que parezca, hasta una caja fuerte tenían en una celda.
¿Cómo es que todo esto puede estar al interior de un penal?, ¿Estas son las condiciones que brinda el Estado para una “readaptación social” ?, no será que aquellos que ingresan por algún delito considerado “menor” tienen altas probabilidades de salir con maestría o hasta doctorado en delincuencia?, volviendo al tema del motín , Ernesto Alfredo Piñón, “El Neto”, fue abatido apenas unos días después de su fuga, la madrugada del jueves 5 de enero tras una balacera entre elementos de diversas corporaciones policiacas y hombres armados en Ciudad Juárez. Lo que debe llamar particularmente nuestra atención, es, que a sus 31 años; contaba con una condena de 244 años en prisión, la cual le fue otorgada 10 años antes, es decir, con apenas 21 años.
Ese mismo día, el jueves 5 de enero, Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, líder de una de las células del Cártel de Sinaloa, fue detenido en un operativo que causo gran reacción en Culiacán, Sinaloa, con enfrentamientos en los Mochis y Guasave, así como en algunos municipios y cabeceras rurales al norte de Sinaloa. El titular de la SEDENA, Luis Cresencio Sandoval, indicó que 10 militares murieron en el cumplimiento de su deber, 35 militares lesionados, 19 agresores perdieron la vida y 21 personas fueron detenidas, aunado a camiones y autos de civiles quemados, bloqueos, saqueos y actos de rapiña.
Recordemos que el 17 de octubre de 2019, las Fuerzas Federales habían fallado en su intento por aprehender a Ovidio Guzmán, lo capturaron y vino el caos. Lo tuvieron por unos instantes, sin embargo, la organización criminal presionó para su liberación y el Estado mexicano tuvo que ceder. La orden había sido dada por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador para resguardar a la población, lo que le valió innumerables críticas y cuestionamientos que lo señalaron de vínculos con este grupo de narcotraficantes.
Algo tienen en común estos hombres que como sociedad nos debe llevar a la reflexión, Ernesto Alfredo Piñón; “El Neto” y Ovidio Guzmán López, “El Ratón”, que a sus 31 y 32 años respectivamente, han sido considerados personajes de alta peligrosidad, comenzando su “carrera” delincuencial a muy temprana edad. No podemos permitir esto, que gente tan joven se vea involucrada en la delincuencia, que el Estado y la sociedad no brinden las oportunidades para que los adolescentes y jóvenes no vean en el narcotráfico un modo de vida o encuentren en este tipo de personajes un modelo a seguir.
Los hechos suscitados ya eran demasiado para la primera semana del 2023, se daban por clausurados los festejos del Guadalupe- Reyes, la cruda de diciembre quedaba atrás y otro acontecimiento desafortunado tenía lugar, el Metro de la Ciudad de México con 195 estaciones y que transporta alrededor de 4.6 millones de pasajeros todos los días, fue escenario de una nueva tragedia en la línea 3, que dio como resultado 106 lesionados y cobró la vida de una joven universitaria de 18 años estudiante de la UNAM, sumándose a los accidentes reportados en los últimos años donde nadie se hace responsable, pues basta recordar lo acontecido en mayo de 2021 con la Línea 12, la llamada “línea amolada”, perdón, “la línea dorada”, donde después de mucho tiempo, los peritajes finales presentados por una empresa noruega determinaron que fallas estructurales en la construcción de la obra como falta de fusión de los pernos y la trabe, soldaduras mal concluidas o ejecutadas, porosidad, entre otras deficiencias, dieron como resultado el colapso de uno de los tramos de la línea más joven del metro de la ciudad. No sean mal pensados, no es culpa de la corrupción, de la negligencia, de decisiones irresponsables por parte de “servidores públicos” y administraciones pasadas y actuales, son “los pernos”.
Las expectativas para un año son muchas, pero nadie pensó que el 2023 nos recibiría de esta manera, una semana ha transcurrido y para no sufrir desilusiones será mejor contener nuestras expectativas, pues hay muchas cosas que no dependen del actuar individual. Dejemos que el año nos sorprenda, pero asumamos el riesgo que esto implica, pues las sorpresas no siempre son agradables. Abróchense los cinturones y recuerden que lo mejor, es que esto se puede poner peor. Feliz 2023.