“Cada vez soy más consciente de que uno se convierte en lo que mira, en lo que recuerda, en lo que anhela, en lo que transmite. El futuro comienza hoy. Depende de lo que elijo ver, lo que me permito decir, de lo que quiero recordar y lo que decido am

Y es entonces cuando casi siempre, muy a menudo, casi a diario y tal vez a cada instante, decido que mis recuerdos -por muy buenos o malos que sean- no los olvide y entonces me permitan ver lo que es hoy en día otra dimensión proporcional a ellos. También, por esa fascinante etapa de anhelos de aprendizaje y conocimiento, de superar la barrera del desconocimiento y empleando las herramientas que existían y que debíamos aplicar para mejorar, por eso y más amo mis recuerdos, los atesoro en el alma y los comparto porque sé qué a muchos de ustedes les significa un regreso en el tiempo y validez en el hoy, donde la magia y poder se conjugan para no olvidar nuestras raíces, sanas costumbres, tradiciones, gustos, prácticas sociales, deportivas, escolares, familiares y más. Soy de una generación que crecía al ritmo de las rondas escolares, de los uniformes de gala y de pants para “hacer ejercicio”; de las frenéticas, intensas y a veces dolorosas formas de aprender a leer y hacer con tres ejes: calidad, comprensión y rapidez; ni se diga de la escritura en sus dos maneras: cursiva y de molde -a mí me pusieron a hacer páginas completas de los que llamaba remolinos, jajaja- Más tarde coincidí con mis compañeros y compañeras en las tumultuosas aglomeraciones en las tiendas y la mayoría -jajajaja- para preguntar: ¿a (sic) cuánto cuestan los cacahuates japoneses? Las tremendas carreras al baño antes de regresar a los salones, porque nosotros íbamos de un aula a otra; íbamos los sábados a clases; talleres activos y productivos, tanto que yo llevaba “electricidad” y terminé haciendo explotar una plancha a mi madre y todo por culpa del Tales de Mileto -jajajajaja- o por mí… ¿y qué tiene que ver todo esto? Pues justamente que los recuerdos hacen maravillas y hoy cuando estamos en este Siglo XXI con personajes que marcan y marcarán la historia deportiva del país y mundial, quiero hacer mención de cómo antes los llamábamos ídolos y hoy en día se les llama G.O.A.T, pese a que en español la palabra GOAT puede ser traducida como cabra, la realidad es que es un acrónimo en inglés que significa ‘Greatest Of All Time’, es decir, ‘El más grande de todos los tiempos’, ‘El mejor de la historia’ o ‘El mejor de todos los tiempos’, pero es en este instante cuando, primero, deberíamos identificar qué significan todos los tiempos, ¿desde cuándo? ¿quién o quiénes lo dijeron? ¿por qué? ¿qué periodicidad? etcétera, porque estoy convencido de que cada quien tiene a sus mejores ídolos o personajes deportivos espaciales que han marcado un antes y un después, en la época que haya sido y por ende permean en el tiempo de cada uno de nosotros.
Por ejemplo: durante muchos años ha prevalecido la interrogante de quién ha sido el mejor futbolista del mundo y citan a 2 sudamericanos: Pelé y Maradona, pero más tarde aparecieron Messi y Cristiano, y, sin embargo, en el tintero hay varios dimes y diretes para identificar quién es quién. Lo mismo ocurre en diversas disciplinas donde circula la longevidad de quienes están en activo a pesar de su edad, para muchos, eso es un filtro de aprobación para catalogarlos como Grandes. Ocurre en el futbol americano, basquetbol, atletismo, natación, gimnasia, y los que ustedes me digan, pero hoy por hoy ante la inminente despedida de deportistas de alto calibre que están por retirarse del ámbito competitivo y que han dejado una gran huella por doquier, se trata de hombres y mujeres que han maravillado al mundo con sus antecedentes, aporte y dones que solo poseen los tocados por una divinidad, tal como ocurre con el adiós de Serena Williams, quien a sus próximos 40 años de edad y 23 títulos de torneos Grand Slam, al término del US Open, se dedicará a su familia, por lo que siendo un referente del tenis femenil y su impacto social, puede y debe considerarse en un lista donde pueden sentarse a degustar y platicar de todo un poco con nombres de la talla de Muhammad Alí, Nadia Comanecci, Michael Shumacher, Lionel Messi, Tom Brady, Michael Jordan, Roger Federer, Rafael Nadal, Diana Taurasi, Michelle Akers, George Herman Ruth Jr. -Babe Ruth-, Ila Borders, Kathy Withworth, Tiger Woods, Michael Phelps, Lorena Ochoa, Paola Longoria, Hugo Sánchez, Fernando Valenzuela, Julio César Chávez, Sergio Pérez.
Como podremos apreciar, estos nombres corresponden a momentos distintos, niveles de productividad efectiva en sus entornos y disciplinas deportivas, quizá falten algunos, muchos, por mencionar, pero me queda claro que la diferencia radica en que aquellos están en el recuerdo de un futuro que es ¡hoy!
Pásenla bien!!!