“¡Quien no aguanta, no vale!” Un viejo principio rarámuri, grupo étnico ubicado en la Sierra Tarahumara

Alguna vez, cuando decidí entrar en el fabuloso mundo del atletismo a nivel muy amateur, solo por “mantenimiento” -decía- comencé a trotar y después correr la distancia de los 5 kilómetros; lo hice un buen rato, tanto que me gustó y entonces magnifique lo que era ese fascinante entorno, lleno de adrenalina pura y mucha pasión, pero sobre todo mucha entrega y sacrificio. Debo confesar que al principio no me llamaba la atención, porque entrenaba solo y a veces me desmotivaba, sin embargo, eran más mis ganas de entrar a competir en eventos de esas distancias para probarme, para no rendirme, para terminar las carreras como fuera aunque esto significara entrar en último y no me importaba, solo quería demostrarme que la fortaleza muchas veces es la combinación perfecta de cuerpo y mente, además de restregarles en la jeta a quiénes me decían que sólo corrían los cobardes…Aquellas palabras en tono de burla y sarcasmo me calaron hondo, obviamente quiénes lo decían ni siquiera lo habían intentado y no sabían en lo mínimo lo que significaba el derroche de horas sueño, después de entrene y en seguida todo lo correspondiente a la chamba diaria, incluyendo desde luego -muchas ocasiones- las mal pasadas de alimentación. Pero, insisto, ello sólo era para impulsarme por algo más y de una buena vez callarlos y de demostrarme e inmediatamente a ellos, que todo es posible y se puede, tanto que, hasta participé en un serial atlético -de los que ya no hacen- por puntos estratégicos del Estado de México, y sí, corrí en algunas sedes con diferentes altimetrías y orografías, a veces terminaba tan molido que no quería más, pero el corazón late y te pide más, que no claudiques y cumplas tu propósito.
Pero aquello es pura remembranza, hace unas semanas les compartía acerca de los hermanos Ramírez, que fueron a República Checa a seguir haciendo historia en los Ultramaratones, donde Toño tuvo destacada actuación y Talina, no pudo tener una como se había planeado por diversas circunstancias, empero eso sólo fue el principio del seguimiento que tenemos que hacer, no solamente de esta región de México, sino de todo el entorno que infortunadamente también está patas para arriba…ahora bien, hoy tenemos que dar un sonoro reconocimiento a un tipo que con 38 años de edad, nos demuestra que esto es lo de menos, porque para ser no basta con solo parecer, sino hacer, permanecer y seguir construyendo historia con base en la herencia que se les deje a quienes siguen. Hoy, una vez más, otro denominado “Pies ligeros”, Pedro Parra, originario Guachochi, Chihuahua, actual campeón mexicano y mundial con récord por haber completado 448 kilómetros en 64 horas, cuenta con una fabulosa oportunidad y gloria de que su capacidad física le da para recorrer y cubrir largas distancias de manera natural, pero eso no es todo, es más, es al revés, busca el pan y la sal para su familia y aprovecha para hacer deporte. Un compatriota más que gracias a su idiosincrasia, costumbres y anhelos personales y familiares, tomó el camino de los maratones impulsándose cada vez más a buscar mayores retos, tal como lo hizo en el Ultramaratón “Big Dog’s Backyard 2020” evento donde corrió sin tenis, lo hizo descalzo, conquistando el 5º lugar mundial en la competencia, gracias a que cubrió la ruta en el Parque de Aventura Barrancas del Cobre, ubicado en el municipio de Urique en la Sierra Tarahumara, en 64 horas sin parar, así que con el logro obtenido quedó confirmado y seleccionado en el equipo mexicano para la edición Beckhard de este 2022 -Backyard Ultra Pais World Championships- este 15 de octubre de 2022 en la Sierra Tarahumara del estado de Chihuahua.
La imaginación no tiene límites ni techo, así que de esta manera y con la extenuante prueba, donde por cierto concluirá para el único que quede de pie, esto quiere decir que solo podrá participar para la prueba final el que supere sus propios límites físicos y mentales, para ganarse el boleto dorado para el Campeonato Mundial individual de todos los países ganadores que se llevará a cabo en octubre de 2023 en Tennessee, EU, por lo que bastaría señalar que más allá de la fortaleza física y dado el complejo así como el grado de dificultad único, porque el certamen está pensado no para que gane el corredor más rápido, sino que el más fuerte mentalmente sea quien tenga el honor y privilegio de ser reconocido como el mejor ultramaratonista del mundo, pero bueno, es evidente que al no tener una finalización establecida esta carrera, mentalmente pone al límite de sus capacidades al máximo a los atletas y a todos los demás mortales. Y para reafirmar aún más lo anterior, les acerco estas líneas de Ángel Acuña Delgado, profesor titular de antropología social en la Universidad de Granada desde 1991. Doctor en educación física por la Universidad de Granada (1990) y en antropología social por la UNED (1997) [Inmerso en un entorno ambiental ecológicamente duro para la supervivencia, se asume la idea de que “para vivir hay que ser resistente”, para poder soportar la falta de agua y alimentos provocada por la sequía, el intenso frío nocturno del invierno o las largas travesías por la montaña. Desde centenares de años, hombres y mujeres rarámuris, como dicta la costumbre, compiten corriendo ininterrumpidamente día y noche, por terrenos pedregosos y abruptos, distancias que llegan a superar los 200 km. En el presente trabajo se describe a grandes trazos distintos aspectos de esta singular carrera, para analizar después las funciones principales que cumple como acontecimiento cultural]
https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607-050X2003000200010
Pásenla bien!!!