GRILLANDO

Estoy de acuerdo con el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR cuando crítica y señala los gobiernos anteriores, pues como siempre lo he dicho, el México moderno empezó a vivir una época oscura, llena de corrupción, abusos e injusticias a partir del 30 de noviembre de 1964, que fue el último día de gobierno de ADOLFO LÓPEZ MATEOS, último buen mandatario que tuvo esta nación pues después llegaron los asesinos, dictadores, corruptos, incapaces y ladrones, que lejos de hacer crecer a México lo condenaron a millones de pobres, inseguridad y a una calidad de vida de tercer mundo.
Sin embargo, el pasado no excusa al actual gobierno de aquello que se ha dejado de hacer y de los problemas que vivimos como lo es la terrible inseguridad emanada de un crimen organizado que lejos de debilitarse cada vez se ve más fuerte e impenetrable gracias a que las propias autoridades se han convertido en sus cómplices pues las ganancias son millonarias, algo que pareciera es más importante que el verdadero bienestar del pueblo.
Por lo anterior, me parece preocupante que el presidente de la República, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR haya defendido su estrategia de seguridad la cual señaló no cambiará pues para él la violencia no se combate con más violencia, algo de lo que se han aprovechado los criminales a los que no les importa asesinar a gente inocente, bebés, niños, jóvenes, mujeres, personas de la tercera edad y todo aquel que se les ponga adelante, de ahí que tengamos el terrible promedio de 84 asesinatos diarios.
Una vez más para el presidente los culpables de la inseguridad del país son los integrantes de la “prensa vendida o alquilada”, sin embargo, la realidad nos dice otra cosa, nos dice que los criminales hacen de las suyas porque las autoridades son corruptas, cómplices y les permiten hacer su santa voluntad, ser dueños y señores y estar por encima de cualquier Ley o institución.
Es evidente que no cambiará la estrategia en este gobierno, que seguirán pasando los días y a los delincuentes se les combatirá con abrazos por lo que no queda otra más que cuidarnos unos a otros, que el pueblo proteja al pueblo ante la ausencia de la autoridad, levantar la voz ante los abusos, la corrupción, ser solidarios, mejores vecinos y entender que así como están las cosas lo que no hagamos por nosotros nadie lo vendrá a hacer, una realidad preocupante, triste pero que finalmente es reflejo de ese país que vive en crisis desde el 30 de noviembre de 1964.

LA GRÁFICA DE HOY
Del fotógrafo JAIME ARRIAGA, es de la bella y famosa laguna o presa de Valle de Bravo que a pesar de las lluvias registra niveles bajos y preocupantes, una crisis de todo el Sistema de Agua Cutzamala emanado de políticas y acciones incorrectas que no tardan en impactar directamente en la mayoría de los hogares mexiquenses y de la Ciudad de México.
De entrada, en Valle de Bravo, que se ha ido convirtiendo en un municipio exclusivo de la clase más alta que hay en el país, se han identificado casos donde los particulares desvían de forma ilegal el agua de la presa a sus ranchos o residencias, un abuso que ha impactado en que baje el nivel de agua y que no ha sido atendido con la seriedad que demanda pues pareciera que las autoridades no quieren meterse con los “pesados”.
A lo anterior, hay que sumar la mala captación del agua, el nulo funcionamiento de las plantas tratadoras y las enormes fugas en el sistema de agua que provoca que un gran porcentaje del vital líquido se desperdicie, generando precisamente que los niveles se encuentren en lo más bajo pues además hay que sumar el cambio climático que provoca sequias más largas.
Si las escenas de Nuevo León no son una llamada de atención para la Megalópolis, entonces estamos jodidos, de ahí que sea fundamental que se anuncien medidas, acciones y estrategias que nos permitan regresar a las presas y lagos sus niveles de agua, sin embargo y como todo, falta combatir la corrupción en este sentido que mucha culpa tiene en la crisis del agua que estamos viviendo en México.

Y VA DE CUENTO
Una vez estaban dos viejitos sin nada que hacer, entones el viejito de nombre GABO ZUÑIGA le dice a su esposa: ¡Vieja!… ¿Quieres que hagamos el 69?
Y la viejita le contesta: Pues sí. Dime viejo, ¿cómo es el 69?
Y entonces el viejito le dice que se quite la ropa, y cuando se estaban acomodando al viejito se le escapa un gas en la cara de la viejita y ésta le dice: ¡Ah viejo degenerado!… ¡Vaya y échese los otros 68 en la cara de su madre!

HASTA mañana con más GRILLANDO. Comentarios en Twitter en @pepenader y en [email protected]

 GRILLANDO 23 6 22