DIRECTRICES DE LA GESTIÓN DE RIESGOS EN LOS ORGANISMOS OPERADORES DE AGUA POTABLE

La gestión de los riesgos está establecida en la norma ISO 31000:2018 en la que se indica que dicha gestión debe empezar por reconocer las necesidades y expectativas de las partes interesadas.
En este caso, algunos ejemplos son: al Consejo Directivo le va a interesar una directriz de responsabilidad al esperar que el Organismo Operador gestione los riesgos y oportunidades que puedan afectar la infraestructura, la continuidad del servicio y los presupuestos ejercidos. A las ONG’s les importa la influencia y estarán interesadas en la cooperación que el Organismo Operador les pueda dar para lograr sus objetivos en materia ambiental. Por su parte, los vecinos y usuarios desean una relación de proximidad que les dé la seguridad de ser atendidos y contar con los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento.
Por otro lado, los empleados tienen una relación de dependencia pues esperan laborar en un ambiente seguro, saludable y estable en cuestión de salarios. La Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento, así como el resto de los Organismos Operadores, esperan una relación recíproca y de colaboración y finalmente, las autoridades normativas esperan la demostración del cumplimiento legal.
La norma antes citada indica los siguientes principios:
Integrada, debe formar parte de los procesos internos y de la cultura organizacional del Organismo. Estructurada y exhaustiva, es decir, no debe de haber ambigüedades ni ser superficial; requiere de procedimientos bien definidos. Adaptada, la gestión del riesgo debe ser acorde a la naturaleza, tamaño y alcance del Organismo Operador. Inclusiva, todas las áreas del Organismo deben de estar consideradas y contribuir al logro de los objetivos de la gestión del riesgo incorporando desde luego a las partes interesadas. Dinámica, la gestión de riesgo no es estática, debe de estar activa durante todo el tiempo, incluso en días de asueto o vacaciones. Debe usar la mejor información disponible, es necesario invertir en medios, canales o incluso en empresas que lleven a cabo un monitoreo especializado y elaboren informes diarios sobre indicadores de riesgo. La gestión del riesgo debe de considerar los Factores humanos y culturales tanto internos como externos para diseñar e implementar un buen modelo. Finalmente, la gestión del riesgo debe de estar sometida al proceso de mejora continua.
Peter Drucker afirmaba: “No existe una decisión estratégica perfecta. Siempre es necesario pagar un precio. Siempre es necesario encontrar un equilibrio entre objetivos, opiniones y prioridades contrapuestos. La mejor decisión estratégica es una aproximación – y un riesgo”.

PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE
La pandemia por el COVID-19 ha dejado una gran cantidad de lecciones para la gestión tanto en la iniciativa privada como para el gobierno. La aplicación de la norma ISO 31000:2018 es una de esas necesidades. Sin embargo, en el ámbito personal y familiar también se ha tenido un aprendizaje. ¿Qué aprendiste? ¿Cómo te preparas para otra pandemia o riesgo?
Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram @mejiapedrero Twitter @cuencalerma o por Facebook.