El protagonismo de las mujeres

Hoy, es un día normal, eso quiere decir que matarán a 10 mujeres en promedio, como lo hicieron ayer y como lo harán mañana, y así sucesivamente hasta que la ley o el Estado se hagan presentes. Lo anterior, se relaciona con el caso de Andrés “N”., de 72 años, considerado como un asesino serial, arrestado la semana pasada en Atizapán de Zaragoza, Estado de México, y quien dijo haber asesinado a más de 30 mujeres en los últimos 20 años.
De enero a marzo, 745 mujeres han sido asesinadas en territorio nacional, siendo Baja California, Chihuahua, Guanajuato, Estado de México, Michoacán, Jalisco, Guerrero y Veracruz, donde se han perpetrado el mayor número de crímenes. Marzo también ocupa el primer lugar en feminicidios, con 92.
Respecto al número de llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer, marzo de este año también tiene la cifra más alta con 23 mil 560, contra las 19 mil 57 y 19 mil 259 realizadas en enero y febrero, respectivamente, mismas que suman 61 mil 876.
Los delitos de violación contra mujeres también se dispararon en marzo de este año, porque registraron 2 mil 20 casos, la cifra más alta reportada en un mes en los últimos seis años. En enero el número de denuncias fue de mil 270 y en febrero de mil 518, lo que suma un total de 4 mil 808 casos. El Estado de México, Ciudad de México, Chihuahua, Nuevo León, Puebla, Guanajuato, Baja California, Oaxaca, Quintana Roo y Querétaro, que encabezan la lista con este delito.
Los vacíos legales en México permitieron que de 1.7 millones de ataques violentos contra mujeres registrados en ocho años, sólo se juzgaron 781 casos como intento o tentativa de feminicidio, es decir el 0.04%. El resto son clasificados como lesiones dolosas o violencia familiar.
Asimismo, a un año del inicio de la pandemia, la organización México ¿Cómo vamos? señala que hay 5.3 millones de personas más en pobreza laboral en el país. El incremento fue más fuerte en mujeres, ya que la población en pobreza laboral aumentó en 2.7 millones de mujeres y en 2.5 millones de hombres. En el primer trimestre del año, el nivel de pobreza laboral observado en mujeres es de 41.3%, mayor al de los hombres con 37.4%. El ingreso laboral mensual de los hombres ocupados durante este periodo fue $4,787.40 y el de las mujeres, $3,930.86. Lo que indica una brecha de $856.54 pesos.
Esta, es la manera en que se habla de las mujeres en México, estos, son los temas a partir de los cuales se nos dedican espacios y se voltea a ver al 51.2 por ciento de la población, a las cuales, en un año electoral, nos hubiera gustado ser tomadas en cuenta.
No debería ser tan difícil ser mujer en México. Las mujeres no podemos librar todas las batallas, no merecemos seguir sobreviviendo en estas condiciones. No es justo seguir percibiendo un salario más bajo en relación con los hombres y que los cargos de altos mandos sigan fuertemente limitados a las mujeres.
La desatención e indiferencia social nos vuelve cómplices, como también son cómplices los estereotipos creados como modelos válidos de convivencia social que distorsionan el papel de las mujeres al vendernos a través de prototipos de ‘sexualidad’, ‘satisfacción’, ‘belleza’ y ‘moda’, que en realidad no existen. Por ello, vale la pena preguntarnos si es posible “festejar” el contar con la ganadora de un certamen de belleza que muestra a las mujeres bajo ciertas características físicas, y un modo de vida que se aleja de las condiciones reales de la gran mayoría de mujeres de este país.
Todo gobierno y sociedad que se diga democrática, no puede seguir permitiendo esto. No necesitamos despensas, propuestas infundadas como la jubilación para las amas de casa o talleres de como comportarnos para que no nos agredan, que solo hace evidente el terrible desconocimiento en el tema de las mujeres. Necesitamos que pare la violencia en nuestra contra, que nos defiendan con el mismo coraje que defienden las bardas y los monumentos, necesitamos tener acceso a las mismas oportunidades que los hombres para que ser mujer, deje de ser nuestro principal obstáculo a vencer.