Los autores de la contra Reforma universitaria

Mucho se ha dicho en estos últimos meses de la reforma que se pretende realizar en la UAEM, en tanto hay dos proyectos sobre la mesa que están siendo analizados en el Poder Legislativo. Uno legal y legítimo, aprobado por el Consejo Universitario, el otro todo lo contrario.
Lo dicho hasta ahora en diferentes medios pareciera referirse a dos proyectos creados por universitarios, aunque diferentes y en pugna, sin que se comente a detalle la calidad de las propuestas y de quienes las elaboraron, lo cual puede dar pistas al ciudadano común y a los universitarios, para comprender a fondo lo que la propuesta fraudulenta representa: un intento de dos “académicos” que no han sabido honrar lo que ello representa y que por años han tratado de apoderarse de la UAEM guiados por intereses personales que nada tienen de universitarios.
Contextos y personajes
Discretos lugares son los lugares predilectos de los “profesores-investigadores” de la UAEM, Fermín Carreño y Jacinto Montiel, para fraguar astutos malabares para desestabilizar a esa institución educativa. Esto no es nuevo, llevan años tratando de hacerlo, pero hasta ahora, con la nueva composición del Poder Legislativo Estatal, encontraron la coyuntura para revivir sus aviesos planes.
Ambos no son genios científicos que brillen por la originalidad y pertinencia de sus ideas, pero sí por su vocación grillesca que les ha valido que los sigan pequeños grupos de estudiantes seducidos por su labia.
Hablemos primero de Fermín Carreño viejo aspirante a la rectoría, cuya falta de méritos académicos le ha restado el punch necesario para ser considerado un candidato creíble y sobre todo capaz de dirigir los destinos de la Máxima Casa de Estudios de la entidad. Su mayor logro es la circulación de unos cuantos folletines y algunos artículos sin relevancia, que hace pasar por publicaciones por aquí y por allá, “arduo” trabajo que le hace ostentar la categoría de profesor-investigador.
Pero hay más, los que saben dicen que don Fermín se enquistó como director del Centro de Estudios Urbanos y Ambientales, hasta que sus continuas faltas, obligaron a las autoridades universitarias a destituirlo, aunque por su destreza negociadora, y ayudado en su momento por influencias externas a la Universidad, sigue cobrando como investigador de tiempo completo.
Jaciel Montoya, comparado con su compañero de lucha, tiene un currículo más amplio de inescrupulosas chapucerías. El ex diputado local por extinto Partido Revolucionario de los Trabajadores, ayudado por su posición legislativa, impulsó la creación del Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población en la UAEM, obvio, para apropiárselo a cambio de su voto a favor de las iniciativas que presentara un partido distinto al suyo. Dicho lo anterior, de su ética, pues que decir…
Revisemos su trabajo de “coordinación” de investigadores. Comentan sus colegas que se comporta como un auténtico tirano. Con quienes más se encoleriza, según su talante, es con las investigadoras, las secretarias y las becarias que llegan al Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población.
Como “investigador” es toda una joya. Por ahí me contaron que Don Jaciel, obliga a poner su nombre como coautor en artículos y capítulos de libro escritos por otros investigadores para reunir el puntaje que le permita mantenerse en el Sistema Nacional de Investigadores.
Como plagiario Jaciel Montoya es todo un artista, no sólo plagió la Reforma Universitaria, como demostraremos en otra entrega, sino el trabajo de quienes han estado a su cargo. Circula en la memoria de los trabajadores universitarios con 10 o más años en la Universidad, la acusación de plagio que hicieran en su contra dos investigadoras que analizaron datos de una encuesta sobre envejecimiento en el Estado de México.
Queda claro que la trayectoria de los autores de la contra reforma universitaria, carecen de la calidad ética que se requiere para impulsar a la ciencia, la tecnología y las humanidades en la UAEM, son dos “profesores” que no tienen representación académica y de gobierno de la universidad para acreditarse un proyecto institucional.
Fermín Carreño y Jaciel Montoya, al drenar los recursos económicos, el tiempo y la producción de otros investigadores, son los expertos del huachicoleo científico, que pretenden convencer a la comunidad universitaria y engañar a los legisladores de la Cámara local, haciéndoles creer que tienen los tamaños y la capacidad intelectual como para ser rectores de la UAEM. Los hunde su más grave error, plagiar las propuestas de las Reforma Universitaria, aprobada por el Consejo Universitario en funciones.
Muchos de los legisladores, sin importar filias partidistas, tiene los colmillo más afilados y retorcidos que un jabalí prehistórico y dudo mucho que se dejen engatusar por ese par de oportunistas una vez que hayan analizado a fondo la “propuesta” de Reforma que les presentaron y la comparen con la que ingresó mucho antes el Rector Alfredo Barrera Baca al Poder Legislativo. El plagio a la Reforma Universitaria, la comentaré en próximos días…