Las drogas en las escuelas públicas

Cifras no oficiales han determinado que el 100% de las escuelas secundarias en Toluca tienen algún alumno que consume o vende drogas, y digo cifras no oficiales porque lamentablemente no existe un seguimiento riguroso que pueda darnos alguna luz sobre el tema, mucho menos de la propia autoridad educativa.
Este es un tema que se ha desatendido en las estrategias sociales. Algunas cifras del Centro de Integración Juvenil para la zona del Valle de Toluca, establecía que en el 2008 entre la población escolarizada se tenía casi un 5% de personas que consumían habitualmente drogas, pero eso claro ya tiene más de una década, pero ciegamente no se ha atacado el problema, al grado que se está observando que incluso en las primarias empiezan a haber brotes en lo últimos grados.
Los invito amables lectores a que se dé una vuelta alrededor de las 4 de la tarde sobre Pino Suarez frente a la escuela de Comercio, la Normal y la Secundaria 3, donde podemos observar a nuestros futuros profesionistas con un porrito en la mano, sentaditos en algún local que ya está por cerrar, recargados en su cortina, según ellos, disfrutando.
Poco a poco el problema ha pasado de ser únicamente de las preparatorias a ser un problema de educación básica, puesto que no existe un programa sólido que estimule a los alumnos a no consumir estupefacientes. Si bien existe un grupo dentro de la Secretaría de Educación que se ha dedicado a promover pláticas de concientización, parece no ser suficiente por la profundidad del problema, por lo multifacético del problema, puesto que no solo basta con ir un día a hablarles de drogas a los chavos, sino un reforzamiento constante en programas educativos que incluyan problemáticas sociales reales que se quieran eliminar; lamento decirlo pero no existe algo así por el momento.
En estos últimos años se le ha dado auge al combate contra el bullying, que se ha puesto de moda aunque todos sabemos la sabiduría que ha imperado desde nuestros abuelos “el valiente dura hasta que el cobarde quiere”, y la de “siempre habrá alguien más grande que tú”; máximas que hacen ver al bullying como un problema de decisión, sin embargo se ha dejado de lado problemas que hacen que se pudra la sociedad como la dependencia a la droga.
De cierta forma, aquellas familias que no llevan a sus hijos a la escuela o que viven en situación de calle, eran los reconocidos socialmente para observar este tipo de problemas, pero ahora, hoy en día la escuela ya no es una garantía de valores ni de porvenir, pero eso no solo depende del gobierno sino de todos un poco.
Queda aquí el comentario que de manera triste no concluye con una solución directa, puesto que de verdad no hay acciones que mitiguen la droga en las escuelas de educación básica de la capital del Estado de México.