A mitad de la semana

La nueva realidad

En política es raro que haya milagros, todo es parte de una estadística bien planeada y programada donde las grandes cópulas conocen de los resultados, aceptan las consecuencias y programan sus acciones públicas y personales en su favor.

Ahora empieza ya la marejada de personas que buscan alguna seguridad en su trabajo, ganar menos pero seguro, o venderse al mejor postor, pero lo cierto es que nadie quiere quedarse a apagar la luz y cerrar la puerta, porque los demonios que viven en muchas dependencias, instituciones y organismos auxiliares son tan aterradores, que nadie juega con la idea de darles oportunidad porque están prestos a salir a la menor provocación.

El Priísmo como institución histórica forjó mucho de la idea institucional que se tiene actualmente, provocó mejoras aunque muchas por la presión social de la oposición. Al final, prácticamente toda la burocracia se debe al PRI, con sus formas y matices, con sus debilidades y fortalezas, pero sobre todo, con los principios que en muchos casos son la única idea que mantiene viva a una orgaanismo.

Hoy el Priísmo, dejó caer a sus burócratas en prácticas terribles de corrupción sin medida, a creerse invencibles, a creerse perpetuos. Hoy a esas prácticas se les ha dado un revés, ya que incluso por encima de una candidata evidentemente títere presidencial, sin preparación, sin idea de gobierno y sin haber demostrado buenos resultados, la gente la prefirió, porque representa a la gente a quien no ha tenido oportunidad, a un partido rostro nuevo, a otros, al no PRI. Esa es la razón por la cual la gente demostró su hartazgo, por esas prácticas omnipotentes del priísmo arcaico, priísmo que no permite permear nuevas ideas en su interior.

Alejandro Moreno ha expresado que entre Coahuila y el Estado de México, el número de votantes entre MORENA y el PRI son similares, como defendiendo lo indefendible, TIENE QUE HACER UN ACTO DE RECONOCIMIENTO DE ERRORES, de la deuda histórica que ha contraído el PRI, entender que han faltado hacer acciones para que una vez visibles, se empiecen a realizar, de laguna forma debe desaparecer el PRI, el viejo PRI, las ideas de cerrazón, los grandes capos y mafiosos, y se debe dar paso a quien intenta demostrar cosas nuevas, permitir el tránsito de nuevas expresiones y hábitos, porque los actuales son infames. Negarlo todo y fingir que estuvo bien, es lo peor que ha hecho la clase política y es lo peor que sigue haciendo el PRI.

La derrota de casi 100 años del PRI es un reclamo social en contra de las malas prácticas, de ahí la importancia de que ese clamor no sea sordo para los morenistas, porque les vuelve a tocar la oportunidad de oro para reivindicarse, para ser grande, para hacer la diferencia y para no cometer los mismos errores, todo esto en aras de la justicia  de quien se sume perdido y sin oportunidades, de aquellos que ya les han dado su confianza.

Mirando al futuro creo que el cuento será el mismo, esos 3 millones de votos que tiene MORENA, en dos años serán a penas cientos de miles, porque tendremos a la gente nuevamente defraudada de quien prometió justicia social, de quien representaba el cambio, de quien lo tenía todo y no hizo nada por mejorar las circunstancias. Espero equivocarme, pero MORENA no ha demostrado tener grupos sólidos, comprometidos y responsables, se observa que son incapaces de mantenerse unidos con el mismo objetivo, se nota su desconocimiento e inclusive, su poca voluntad de cambiar las cosas.

Eso nos lleva a la idea del primer párrafo de esta opinión. La clase más alta en la política y en la economía, no sufre cambios, sabe que eso no afecta y que sus intereses seguirán protegidos, lo que implica que MORENA no es el cambio que la mayoría espera, sino, la más grande decepción. Repito, ojalá me equivoque.